El Gobierno cree que el pacto de PP y Vox en Valencia perjudicará a Feijóo de cara al 23-J

(I-D) El ministro de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, José Manuel Albares; la ministra Portavoz, Isabel Rodríguez y el ministro de Cultura y Deporte, Miquel Iceta, a su llegada a una rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros.
(I-D) El ministro de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, José Manuel Albares; la ministra Portavoz, Isabel Rodríguez y el ministro de Cultura y Deporte, Miquel Iceta, a su llegada a una rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros.
Alberto Ortega / Europa Press
(I-D) El ministro de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, José Manuel Albares; la ministra Portavoz, Isabel Rodríguez y el ministro de Cultura y Deporte, Miquel Iceta, a su llegada a una rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros.

Parecía que Partido Popular y Vox podrían dilatar los tiempos para llegar acuerdos para gobernar en las autonomías en las que suman hasta después del 23 de julio para que no influyese en el resultado de las elecciones. Finalmente, no ha sido así. Ambas formaciones sellaron ayer un acuerdo para gobernar la Comunidad Valenciana y deponer al presidente en funciones, el socialista Ximo Puig. Un pacto que en Moncloa creen que perjudicará a las opciones del líder de la oposición, Alberto Núñez-Feijóo, de cara a presentarse como una opción moderada, pues esto reafirma el convencimiento del PSOE de que los 'populares' solo podrán gobernar -en caso de ganar- con la ayuda de Santiago Abascal.

Los colaboradores más cercanos al presidente Pedro Sánchez creen que el pacto traerá cola. Y ocupará titulares en las próximas semanas. Sin duda, es claro que habrá más informaciones similares por la simple lógica de que ambas fuerzas políticas suman mayoría en otras autonomías como Aragón, Extremadura o las Islas Baleares, donde todavía no han acordado las fórmulas con las que quitarán esas comunidades al PSOE. Allí donde sumarán, pactarán, aseguran en Moncloa, donde creen que los 'populares' ya no tienen ningún problema con hacerlo. Esto, a diferencia de 2019. En Madrid, Vox podría haber pedido entrar al Ejecutivo de Isabel Díaz Ayuso, pero decidió apoyar desde fuera. Este año, la presidenta logró mayoría absoluta. El fin es, según fuentes de Moncloa, obtener el poder de forma rápida.

Pero eso puede abrir una ventana de oportunidad al presidente, para quien las encuestas no son halagüeñas. Las últimas elecciones han demostrado que el miedo a Vox ya no es suficiente para movilizar al electorado de izquierdas. Sin embargo, que lleguen a tener consejerías y poder de decisión puede ser clave. O, también, cuando tienen polémicas con temas como la violencia de género. Es el caso del candidato de Vox a la Comunidad, Carlos Flores. El PP le vetó y no formará parte del Consell, pero irá en las listas de Vox para las generales.

"Lo que no vale para allí, ¿vale para aquí?", se preguntan las mismas fuentes, que critican con dureza que los 'populares' hayan "mercadeado" con esta violencia. El PSOE no dudará en señalar esto. De hecho, lo hizo la propia portavoz del Gobierno, Isabel Rodríguez, que se enteró en directo en la rueda de prensa del acuerdo. "La violencia de género no puede ser moneda de cambio para un pacto de gobierno. Es una vergüenza", reaccionó la también ministra de Política Territorial. 

También desde la formación afincada en Ferraz reaccionaron rápidamente. "La coherencia del PP es inexistente, su cinismo es absolutamente bochornoso", repitió varias veces la portavoz de los socialistas, Pilar Alegría, en una atención a medios tras conocer la noticia. "Desde 2003 hay más de 1200 mujeres asesinadas por violencia machista. Hoy el PP ha alcanzado un acuerdo con un partido que rechaza la existencia de esa violencia. Es bochornoso", apuntó la portavoz del PSOE. 

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