¿Quién era el 'asesino de la baraja'? Así actuaba Alfredo Galán, conocido por dejar una carta junto a sus víctimas

Tras encontrar un naipe al lado de su segunda víctima, varios medios le atribuyeron ese nombre, detalle que convenció a Galán para firmar y atribuirse sus crímenes. Tras seis asesinatos y tres intentos de homicidio, se entregó en una comisaría de Puertollano en 2003. Fue condenado 140 años y tres meses de prisión
Alfredo Galán, conocido como 'el asesino de la baraja'.
EFE / Manuel Ruiz Toribio
Tras encontrar un naipe al lado de su segunda víctima, varios medios le atribuyeron ese nombre, detalle que convenció a Galán para firmar y atribuirse sus crímenes. Tras seis asesinatos y tres intentos de homicidio, se entregó en una comisaría de Puertollano en 2003. Fue condenado 140 años y tres meses de prisión

Hace 20 años, Madrid quedó sacudida por los asesinatos cometidos por el exmilitar Alfredo Galán, más conocido como el 'asesino de la baraja'. Fue su modus operandi lo que llamó rápidamente la atención de los investigadores. Elegía a sus víctimas de manera totalmente aleatoria y, tras cometer los crímenes, depositaba una carta de la baraja española junto a su cuerpo. En total, asesinó a seis personas e intentó hacer lo mismo con otras tres. 

También conocido como el 'asesino del naipe', el caso tuvo en vilo a la sociedad española durante los primeros meses de 2003. Los medios de comunicación siguieron al detalle sus crímenes, que pusieron en alerta a toda la Policía madrileña. De hecho, durante un tiempo se llegó a extender la idea de que cualquiera podía ser la siguiente víctima. 

Fue el propio Galán quien decidió ponerle fin a los asesinatos tras entregarse y reconocer que él era la persona que estaban buscando. Ahora, Netflix ha decidido volver a darle vida a través del documental Baraja, la firma del asesino, que se estrena en la plataforma este viernes. 

Sus primeros crímenes

Galán tenía 25 años en el momento en el que empezó a matar. Su ciudad natal era Puertollano, en Ciudad Real. Había trabajado como vigilante de seguridad y en ese momento era militar. Estando en el Ejército, había participado en una misión humanitaria en Bosnia y había estado también destinado en Galicia para limpiar chapapote tras el desastre del Prestige. 

Fue el 24 de enero de 2003 cuando cometió su primer crimen. Ese día, entró en el portal número 89 de la calle Alonso Cano de Madrid y tiroteó al portero de la finca, Juan Francisco L. Lo hizo además delante de su hijo de dos años. Según declaraciones posteriores, el asesino reconoció que después del asesinato volvió a casa, comió y se echó la siesta. 

El segundo crimen fue tan solo dos semanas después. El 5 de febrero, Galán se desplazó hasta el barrio de Alameda de Osuna y allí se acercó a un chico que estaba en una parada de autobús. Según su declaración a la Policía, en ese momento le espetó "de rodillas contra el árbol" y le disparó en la cabeza por la espalda. La víctima tenía 28 años y se dirigía al aeropuerto de Barajas, donde trabajaba como parte del equipo de limpieza. 

Aquí fue donde Galán inició el que sería su modus operandi. Junto al cuerpo de la víctima, la Policía encontró una carta de la baraja española, concretamente un as de copas, que rápidamente llamó la atención de la prensa española y puso en alerta a los investigadores. 

Más cartas de la baraja 

Tras volver a casa para echarse nuevamente la siesta, esa misma tarde el asesino se acercó hasta el Bar Rojas, situado en Alcalá de Henares, donde sin entablar ninguna conversación mató a Mikel Jiménez Sánchez, el hijo de la dueña del bar, y a Juana Dolores Uclés, una vecina que había bajado a hablar por teléfono. La dueña del sitio quedó también herida de gravedad tras recibir tres disparos, pero pudo esconderse tras la barra.

Un mes después, el 7 de marzo, el asesino se acercó hasta Tres Cantos y allí disparó sin mediar palabra contra una pareja. Ninguno de los dos murió, pero el hombre resultó herido y tuvo que ser ingresado en el Hospital de La Paz. La mujer se salvó porque la pistola se encasquilló y Galán salió corriendo, pero antes de irse decidió dejar un dos de copas en la escena del homicidio.

Los dos últimos crímenes que se le atribuyen ocurrieron el 18 de marzo. El asesino se desplazó hasta un descampado en Arganda del Rey y decidió disparar a un matrimonio rumano, provocando la muerte del hombre en ese mismo momento tras propinarle un tiro en la cabeza. Su mujer resultó herida, pero falleció dos días después. Esta vez, aparecieron dos cartas de la baraja española

Se entregó él mismo a la Policía 

Tras meses en los que la prensa desarrolló todo tipo de teorías sobre la figura de este criminal, el 3 de julio de ese mismo año, Galán decidió entregarse a la Policía en Puertollano, asegurando ser el 'asesino de la baraja'. Una vez detenido, se retractó de su declaración y llegó a asegurar que había sido presionado a autoinculparse por dos hombres de pelo rapado. 

Sin embargo, todas las pruebas apuntaban a él. En el juicio, la Fiscalía solicitaba 151 años de cárcel y una indemnización de tres millones de euros para los familiares de sus víctimas. Finalmente, la Audiencia Provincial declaró a Alfredo Galán como autor de seis asesinatos y tres intentos de homicidio, con atenuante de confesión. Además, fue también declarado culpable de un delito de allanamiento de morada y por tenencia ilícita de armas.

Galán fue condenado a un total de 142 años de cárcel, aunque no estará más de 25 en prisión y se espera que quede puesto en libertad en 2028. 

En declaraciones a la Policía, el exmilitar aseguro que elegía a sus víctimas de manera aleatoria, buscando a personas que estuvieran solas. En cuanto a sus motivos para cometer los crímenes, Galán aseguró que quería "simplemente experimentar la sensación de quitar la vida a un ser humano". 

Mostrar comentarios

Códigos Descuento