Cualquier tutor perruno sabe que nuestros compañeros de cuatro patas pueden ser grandes expertos en el hurto de comida, especialmente si son jovencitos y todavía están aprendiendo a no comer todo lo que les llame la atención del suelo o cualquier alimento que dejemos a su alcance. No obstante, debemos ser conscientes de que algunas de nuestras comidas pueden ser muy perjudiciales para ellos.

Aunque tenemos una tendencia a pensar que nuestros canes pueden comer de todo, al igual que nosotros, la realidad es que hay algunos alimentos que deberían estar terminantemente prohibidos en su dieta, mientras que otros no son recomendables (aunque sean menos peligrosos). ¿Sabías que algunos alimentos que podemos comer en nuestro día a día pueden llegar a ser mortales para nuestros peludos?

Repasamos los alimentos con los que debemos tener especial cuidado de no ofrecérselos o dejarlos al alcance de nuestros perros y otros que, aunque puedan comerlos, también debemos evitarlos si no queremos arriesgarnos a que enfermen.

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Alimentos que pueden llegar a ser mortales

Unos de los alimentos que podemos encontrar con frecuencia en nuestros hogares y que puede resultar extremadamente tóxico para nuestro perro son las uvas y las pasas. Incluso en las cantidades más pequeñas, estos frutos pueden provocar en nuestro perro un fallo renal.

Aunque se desconoce el por qué las uvas resultan tan perjudiciales para nuestros peludos, los estudios que hay hasta la fecha muestras que debe tener relación con alguno de sus componentes. De ahí que el consumo de pasas o cualquier alimento que contenga uvas o derivados pueda resultar fatal para la salud de nuestros compañeros de cuatro patas.

Otro alimento muy peligroso para la salud de nuestros perros (y más conocido entre los tutores) es el chocolate, que es altamente tóxico, incluso en cantidades muy pequeñas. "Su toxicidad radica en la teobromina que contiene el cacao, los perros no son capaces de metabolizar esta sustancia y se acumula en su organismo", detallan los veterinarios de la red de clínicas AniCura.

Si la cantidad que ha comido de chocolate es elevada, puede provocar un cuadro gastrointestinal, arritmias e incluso ocasionarle un coma y la muerte

"La dosis letal media de teobromina en los canes está entre 250 y 500 miligramos por kilogramo de peso corporal, dependiendo también de la edad y estado de salud de nuestra mascota", añade Ariadna Ribas especialista europea en Medicina Interna del hospital Veterios de UNAVETS. "Sin embargo, los signos clínicos más leves pueden empezar a suceder con una dosis de teobromina de 20mg/kg".

En este sentido, Ribas detalla que si la cantidad de chocolate que ha digerido nuestro perro es pequeña, éste solo "sentirá dolor de estómago". Sin embargo, si la cantidad que ha comido es elevada, "puede provocar un cuadro gastrointestinal, arritmias y síntomas nerviosos". "En casos extremos podría ocasionarle coma y muerte", advierte.

Tanto la cebolla como el ajo son otros dos alimentos que debemos evitar en la dieta de nuestros perros y que contienen compuestos azufrados que pueden llegar a destruir los glóbulos rojos de la sangre de nuestros peludos y causarles anemia. 

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De hecho, incluso si se trata simplemente de cebolla o ajo en polvo, un condimento muy regular en nuestros platos, puede serles muy perjudicial. "La cebolla resulta algo más tóxica que el ajo, pero dependerá de la dosis que ingiera y el tamaño del perro", añaden desde AniCura.

Por último, debemos recordar también que el alcohol es también muy peligroso para nuestros compañeros de cuatro patas, pudiendo causarles daños graves, ya que no es algo que su sistema pueda tolerar (como sí lo hace el nuestro).

Estos son los principales peligros rutinarios que pueden perjudicar el estado de salud de nuestros canes y, por tanto, debemos evitar a toda costa que queden a su alcance, aunque no son los únicos que pueden producirles patologías.

En menor medida, los aguacates, algunos tipos de setas, las semillas de ciertas frutas, la cafeína o la teína, son otros de los alimentos con los que debemos tener cuidado si tenemos perros en casa, ya que su ingesta puede producirles dolores, molestias o incluso cuadros un poco más graves como diarreas o vómitos.

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