Un batacazo tan duro como previsible. Ciudadanos no ha obtenido representación en ninguno de los parlamentos de las 12 comunidades autónomas que este domingo celebraron comicios. De los 2.787 concejales que la formación obtuvo en 2019, el partido solo conservará 392. Las dos únicas capitales de provincia en las que los naranjas han conseguido un concejal son Segovia y Ciudad Real. Ciudadanos ha perdido también la ciudad de Madrid, el último gran bastión de la formación, con la marcha de Begoña Villacís de la vicealcaldía. El camino se complica para los naranjas de cara a las generales vista la absorción de voto por parte del Partido Popular. 

Tampoco ha logrado obtener representación la actual portavoz nacional de CS, Patricia Guasp, candidata de la formación en Baleares. Durante las últimas semanas, el partido se ha mostrado seguro de poder entrar a los parlamentos autonómicos de Asturias, Aragón, Murcia y Baleares, pero no ha conseguido un solo escaño en ninguno de ellos. El escenario, demoledor para el partido, hace complicado el camino hacia las elecciones generales, pese a que la cúpula de la formación ha mantenido desde hace meses que se presentarían en diciembre independientemente de lo que ocurriera este domingo. Este lunes, la ejecutiva se reunirá en la sede de la calle Alcalá para discutir los pasos a seguir vistos los resultados.

Tras esta noche electoral, solo quedarán siete diputados autonómicos naranjas en todo el territorio nacional, los que resisten en las comunidades que este domingo no han acudido a las urnas: seis de Cataluña y el único de Castilla y León, Francisco Igea. El 1,32% de votos obtenidos (280.000 papeletas) viene a confirmar lo que estaba ya en boca de todos, como una autopsia que constata la muerte anunciada desde hace meses. 

Incluso Begoña Villacís se ha visto obligada a rendirse y entregar la villa, consciente de que la cúpula nacional del partido tenía todas sus esperanzas en que su candidatura resistiría. De los 80.000 votos que necesitaba para mantenerse en el consistorio, apenas ha conseguido 32.000. La vicealcaldesa madrileña ha asumido esta noche una "durísima derrota sin paliativos" durante el discurso "más difícil" que ha pronunciado en su vida. 

En las municipales de Cataluña, cuna de la formación liberal, Ciudadanos ha desaparecido del todo. El partido ha perdido los seis concejales que conservaba en Barcelona, los tres de Lleida, los dos de Girona y los cuatro de Tarragona. También se marchan los seis concejales naranjas de Zaragoza. La catástrofe es rotunda en la Comunidad Valenciana, en la que CS estuvo a un escaño del PP hace cuatro años. De los 18 escaños que el partido obtuvo entonces no queda ni uno. 

Lo mismo ha ocurrido en Valencia, con la marcha de los seis concejales que la formación naranja obtuvo en la anterior legislatura. En Castilla-La Mancha se han perdido cuatro diputados autonómicos y catorce asientos en las capitales de provincia. En Extremadura, donde Ciudadanos sacó siete escaños, tampoco habrá sitio para los naranjas. La formación pierde cuatro escaños en La Rioja, tres en Cantabria y cinco en Asturias.

Al otro lado del desastre, los líderes del Partido Popular salen de esta jornada electoral por la puerta grande, conscientes de que su triunfo se debe en gran medida de la absorción de Ciudadanos. La desaparición de Begoña Villacís coincide este domingo con la mayoría absoluta del alcalde José Luis Martínez Almeida en Madrid.

El batacazo de este domingo constata el fracaso del proceso de refundación que Ciudadanos culminó a principios de este año poniendo a Adrián Vázquez y Patricia Guasp al frente del partido. Su intento de resignificar las siglas para situarse en el centro y atraer a "las familias de clase media exprimidas" no ha logrado atraer al electorado tras varios meses de fugas hacia el partido de Alberto Núñez Feijóo.