La imagen era el mensaje. El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha cerrado la campaña de las elecciones municipales y autonómicas del próximo domingo en Barcelona arropado por uno de sus antecesores, José Luis Rodríguez Zapatero. Y lo ha hecho en un pabellón a rebosar -fuentes socialistas hablan de 4.000 personas, más otras tantas que se han quedado a las puertas- que llena de optimismo al PSOE y especialmente al PSC de cara a los comicios del domingo, en los que el jefe del Ejecutivo ha vaticinado que la papeleta de los socialistas "ganará" en un discurso sin anuncios ni novedades y centrado, sobre todo, en la movilización.

“Vamos a ganar las elecciones en Barcelona, en Cataluña y en toda España”, ha lanzado Sánchez, que por primera vez ha realizado el cierre de campaña en la Ciudad Condal y no en Madrid, donde protagonizó ayer un acto con Reyes Maroto, candidata a la Alcaldía de Madrid, y Juan Lobato, a la Comunidad de Madrid. Este viernes, pues, le tocaba el turno a Jaume Collboni, la gran esperanza de los socialistas para recuperar Barcelona frente a Ada Colau, de En Comú Podem, y Xavier Trias, de Junts.

Activistas interrumpen a Pedro Sánchez en su cierre de campaña en Barcelona al grito de "PSC, suicida climático"

El presidente ha insistido así en la línea de campaña de la última semana, en la que ha dejado a un lado los anuncios para pedir una y otra vez la movilización de los suyos. “Ahora que llega el momento de depositar el voto en las urnas, después de estos cuatro años azarosos, tenemos que hacernos la pregunta de si votar importa. Y sí, importa”, ha proseguido el presidente del Gobierno, al que también han acompañado la ministra de Transportes y exalcaldesa de Gavà, Raquel Sánchez, y la presidenta del Congreso, Meritxell Batet. 

Sánchez ha pedido así el voto para el PSOE porque “cuanto más fuerte está el partido, más fuerte estará el Estado del Bienestar”. “Hemos demostrado”, ha añadido, “que se puede hacer una política distinta, a España le sientan infinitamente mejor las políticas socialdemócratas que las neoliberales”. El único 'pero' para Sánchez ha sido la incursión de tres activistas en el mitin para protestar contra la polémica ampliación del Aeropuerto del Prat. El jefe del Ejecutivo también ha aprovechado la presencia de Zapatero para agradecerle el fin de la banda terrorista ETA, que marcó la primera semana de campaña tras la inclusión de condenados por terrorismo en las listas de EH Bildu. El PP lo convirtió en una baza electoral, algo que ha reprochado el propio Zapatero, también muy vitoreado en el acto. 

Lo ha remarcado también el ex ministro de Sanidad y primer secretario del PSC, Salvador Illa, que ha celebrado que “por primera vez en mucho tiempo en las elecciones catalanas se esté hablando de política útil”. El hombre que tenía la cartera de Sanidad en plena pandemia es uno de los “tres en raya” que los socialistas quieren conseguir: en el Gobierno con Sánchez, en la Generalitat y en el Ayuntamiento de Barcelona. “No os hemos fallado nunca y no os vamos a fallar ahora”, ha interpelado Collboni, que ha aventurado que “sí se puede, se puede hacer mejor”: “Lo hicimos mejor y lo haremos mejor. Ni Trias, ni Colau, ahora toca PSC”.