Cómo lavar el nórdico o edredón de plumas de forma fácil y sin estropearlo

Cómo lavar el nórdico o edredón de plumas
Cómo lavar el nórdico o edredón de plumas
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Cómo lavar el nórdico o edredón de plumas

Con las altas temperaturas instaladas ya en buena parte de España, son muchos los que se han puesto manos a la obra con el cambio de armario. Pero no solo es momento de sacar la ropa de primavera o verano sino, también, de quitar el nórdico o edredón de plumas. Y, si se desea conservar en perfecto estado para el año que viene, conviene saber cómo lavarlo: lo cierto es que esto puede hacerse de forma fácil y sin estropearlo.

Dormir con un buen edredón tiene un sinfín de beneficios: son ligeros, transpirables, fáciles de mantener y garantizan un buen confort. Además, es muy sencillo y rápido hacer la cama cuando se utilizan con una funda. Para mantenerlo como nuevo hay que lavarlo, al menos, cada dos años o, si se duerme directamente con él, cada año o cuando se vean manchas.

Por ello, para que el nórdico o edredón de plumas dure muchos años más y se pueda seguir disfrutando de su calidez, se aconseja seguir los trucos y consejos que se dan a continuación.

Pasos para limpiar el nórdico o edredón de plumas

Aunque hay distintas formas de lavarlo –lavadora, bañera, servicio de lavandería o tintorería-, hay que escoger la mejor manera de hacerlo en función de la calidad del edredón, de las instrucciones del fabricante y de la capacidad de la lavadora.

Una vez escogido el método que se aplicará, lo primero que hay que hacer es comprobar que no tiene ningún agujero por el que se puedan salir las plumas y, si es así, arreglarlo antes. Tampoco hay que meterlo a presión en la lavadora.

Si la lavadora no es suficientemente grande para que entre el edredón, se puede lavar en la bañera, que debe estar limpia. Así, hay que llenarla de agua templada hasta que se cubra, y aplicar despacio un poco de detergente suave -jamás lejía-, para que no haga mucha espuma.

A continuación, hay que meter el edredón, sumergirlo y presionarlo para que no queden burbujas en el tejido. Se debe sumergir en varias ocasiones para que el detergente llegue a todas las partes de la prenda. Una vez hecho esto, se quita el tapón para que se vaya el agua.

Después, se escurre el edredón presionando contra la base de la bañera. Se vuelve a poner agua en la bañera, se vacía para aclararlo y se escurre de nuevo. Esto hay que repetirlo tantas veces como sea necesario hasta que el agua salga transparente. Sin embargo, esta práctica tiene el inconveniente de que puede que no se logre acabar con algunas manchas.

Por último, para secarlo se puede colocar en horizontal sobre un tendedero o mesa, y darle la vuelta cada cierto tiempo para que las plumas no se concentren en unas zonas y se facilite su distribución en el interior. Otra opción es usar una secadora, pero es importante que la temperatura sea la adecuada y se introduzcan varias pelotas de tenis envueltas en calcetines, para favorecer la redistribución de las plumas.

¿Se puede lavar un nórdico o edredón de plumas en la lavadora?

En principio, sí, aunque con excepciones. Antes de meterlo en la lavadora es imprescindible leer bien la etiqueta, ya que la mayoría de los fabricantes permiten el lavado de hasta 60ºC de temperatura. Esto debe respetarse, ya que las altas temperaturas consiguen eliminar los ácaros, un problema muy frecuente en la ropa de cama y en otros textiles. Si la etiqueta no indica nada, lo mejor es lavarlo con agua fría para no arriesgarse.

Asimismo, se debe tener en cuenta si el tamaño del tambor de la lavadora o la carga permiten lavarlo. Si este es pequeño, es decir, de 6 o 7 kilos de carga, se recomienda limpiarlo en una tintorería o servicios de lavandería, como ocurre con los edredones de plumas o de tamaño ‘king size’, que solo podrá limpiarse en lavadoras con una carga superior a 8 kilos.

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