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Miguel y Cristina, con discapacidad intelectual, reivindican su derecho al ocio: "Es muy importante, tenemos que disfrutar"

  • Miguel y Cristina valoran mucho su tiempo de ocio y lamentan no poder contar con más apoyo para llevarlo a cabo. 
Miguel tiene 40 años y su mayor afición es leer.
Miguel tiene 40 años y su mayor afición es leer.
Plena Inclusión Madrid
Miguel tiene 40 años y su mayor afición es leer.

El ocio no debería ser un lujo, sino un derecho para todas las personas, incluidas las personas con discapacidad. Sin embargo, a la hora de la verdad, no lo tienen tan fácil, y si no fuera por las asociaciones que organizan actividades de ocio adaptado o les proporcionan los apoyos necesarios, muchos de ellos no podrían disfrutar de un tiempo libre de calidad o directamente de ningún tipo de ocio.

Además, cuando deciden hacerlo por su cuenta, lo normal es que necesiten apoyo de alguien, por lo que los gastos se les disparan, "todo les cuesta el doble", aseguran en el vídeo que Plena Inclusión Madrid acaba de lanzar para que se conozca esta realidad con motivo del Día Mundial del Ocio.

Miguel Kjadas y Cristina González tienen discapacidad intelectual, pero no por ello renuncian a hacer las cosas que les gustan, desde leer hasta viajar. Ambos cuentan con al apoyo de entidades que les ayudan a conseguirlo, pero también anhelan poder ser más independientes.

Miguel Kjadas: "Con un libro, soy el tío más feliz del mundo"

Miguel Kjadas nació en Polonia, pero vive en España desde hace más de un cuarto de siglo. Tiene 40 años, vive en Algete (Madrid) y, debido a un accidente que le provocó una parada cardiorrespiratoria con 14 años, en la actualidad tiene algunas secuelas a nivel cognitivo, por ejemplo, como nos contó, le cuesta recordar las cosas a corto plazo. 

Sin embargo, esta discapacidad no le impide disfrutar de su tiempo libre, sobre todo para su actividad favorita "me encanta leer, es mi mayor afición, sobre todo libros de historia. Con un libro soy el tío más feliz del mundo", asegura.

Esta actividad puede realizarse sin ningún tipo de apoyo más allá de tener un libro entre las manos y un rinconcito ahora concentrarse. Sin embargo, para otras actividades, más sociales, sí requiere de ayuda, como viajar, una actividad que también le gusta. Es algo que hace de vez en cuando con su asociación, de hecho, los viajes de ocio con su entidad, APAMA, son la oportunidad que tiene para disfrutar de la intimidad de pareja y le gustaría tener más apoyos para salir con ella u otros amigos de forma más normalizada, pues también le gusta mucho "hablar con las personas, estar con ellas, relacionarme…".

Necesito apoyo en el tema del dinero, sobre todo con las vueltas

Para esas salidas siempre necesita apoyo, "sobre todo por el tema del dinero, porque me lío, sobre todo con las vueltas. Sé que me tienen de devolver dinero, pero no digo nada. En la asociación estamos trabajando para que aprenda", nos cuenta.

Aparte de la con la asociación, solo viaja a Ávila, donde su padre tiene una casa. Allí, aprovecha para dar rienda suelta a su gran afición, pues asegura que se va al monte a leer, "me encanta estar solo con el libro que me esté leyendo". Además, también aprovecha para llevarse a su novia y, si se lo permiten, lo hacen al revés, se queda ellos dos mientras sus padres están fuera, "nos quedamos para cuidar de los animales que tenemos, y eso también nos sirve para ir aprendiendo a hacer las cosas por nosotros mismos porque ahora mismo vivimos cada uno con nuestros padres". 

Y es que, sus planes, a largo plazo, son poder ser independiente e irse a vivir con ella. "No podemos por falta de dinero", explica. Mientras estos planes se hacen realidad, seguirán disfrutando de los fines de semana juntos y de las actividades que los apoyos les permitan, pues, según nos reconoció, "el ocio es muy importante para todas las personas, tenemos que disfrutar un poco de la vida". 

Cristina Fernández: "Me gustaría ser más independiente, pero no cuento con los suficientes apoyos"

Cristina González, de 39 años.
Cristina González, de 39 años.
Cedida

Cristina Fernández tiene 39 años, vive en Leganés y, hasta hace poco trabajaba como limpiadora en el colegio de educación especial Aucavi Sur, de Getafe. Inquieta y emprendedora, acaba de empezar un nuevo trabajo en una tienda de jabones y se está preparando a la vez unas oposiciones para el ayuntamiento de su localidad, "me gustaría quedarme en Leganés, pero también irme a vivir en alguna zona de playa", señala. 

Igual de inquieta que es con su trabajo lo es con su ocio, que intenta que sea de lo más variado, pues le gustan un montón de cosas, "mis actividades favoritas con leer, el cine, la bolera, la fotografía, las manualidades y la repostería". También quedar con amigos o con gente de la asociación, ir de compras con su madre o viajar, algo que hace sobre todo con su asociación, Avante3, "hacemos excursiones", nos comentaba.

Para esas excursiones cuenta con los apoyos que necesita, incluso ella ejerce de apoyo a algún compañero si sus compañeros lo requieren, pero reconoce que no siempre es así, por eso a veces se ve limitado a hacer otras actividades, "mi tiempo libre suelo pasarlo con mis padres si me voy al pueblo y aquí a veces quedo con amigos o con la gente de mi asociación, que hacemos salidas. Me gustaría ser más independiente en este sentido, pero no cuento con los suficientes apoyos", asegura.

Si se acomplejan y no salen de casa, van a sufrir  más. Tienen que distraerse y juntarse con otros compañeros, ya tengan o no discapacidad

Para que esto no fuera así, le gustaría que hubiera más conciencia, tanto de la sociedad en sí como de las mismas personas con discapacidad, "creo que el ocio es muy importante para las personas con discapacidad, porque nos sentimos como los demás y los demás pueden ver que no somos personas raras ni invisibles, sino que también vivimos aquí, estamos en la sociedad, nos ven… Hay que concienciar a la sociedad de esto, pero también a las propias personas con discapacidad, que muchas de ellas no salen de casa por miedo a no poder algún tipo de actividad, se acomplejan". 

Cristina les invita a que se atrevan, a que no ser acomplejen y a que intenten disfruta dela vida, porque tienen derecho, como todo los demás, "si se acomplejan y no salen de casa, van a sufrir mucho más. Tienen que distraerse, juntarse con otros compañeros, ya tengan o no discapacidad".

Ella, desde luego, es un buen ejemplo de ello, “yo más o menos me valgo por mí misma, pero para algunas cosas necesito tirar de los compañeros, de gente de mi alrededor, conocidos…, pero lo hago, no por eso me quedo en casa, al revés. Si lo hago, es mejor para mí, e igual que yo a veces necesito ayuda, ayudo a otra gente cuando lo necesita", insiste Cristina. 

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