Cómo ofrecer un variado enriquecimiento ambiental no alimentario a nuestros loros sin gastar mucho dinero

Cambiar los elementos de su espacio es una buena forma de enriquecimiento ambiental.
Cambiar los elementos de su espacio es una buena forma de enriquecimiento ambiental.
AVETROPIC
Cambiar los elementos de su espacio es una buena forma de enriquecimiento ambiental.

Cuando mantenemos animales de especies exóticas como mascotas, el enriquecimiento ambiental (importante cuando tenemos cualquier animal de compañía en casa) cobra especial importancia, ya que es vital para el bienestar de aves, roedores y reptiles, entre otros. ¿Sabes cómo cuidar del enriquecimiento ambiental de las pequeñas psitácidas?

Comúnmente conocidas como loros, estas aves necesitan un adecuado enriquecimiento ambiental para poder desarrollar en cautividad sus comportamientos naturales (o lo máximo posible), como si estuvieran en su hábitat en libertad.

"El loro que tenemos en los hogares es el mismo que nos encontramos en la vida salvaje. Tiene las mismas necesidades y tiene el mismo desarrollo cognitivo, de ahí la importancia del enriquecimiento ambiental", nos explicaba Roger Valls, cofundador de la asociación Avetropic, cuya misión es salvaguardar el bienestar de las psitácidas que viven en condiciones de cautividad.

No obstante, ofrecerles un enriquecimiento ambiental adecuado nos requerirá mucho conocimiento sobre la especie que tengamos en cautividad y una inversión, aunque no tiene por qué ser económica, ya que muchas veces nos consumirá más tiempo que dinero (existen muchas formas baratas de mejorar el hábitat de nuestros loros).

La estructura de la jaula y sus elementos

Además del enriquecimiento ambiental alimentario, algo muy positivo para mejorar el ecosistema de nuestros loros en cautividad son los cambios en su entorno. "Pequeñas modificaciones que les proporcione nuevos estímulos y que promueven la bienestar del animal", comenta Valls.

"Con este tipo de enriquecimiento ambiental buscamos modificar la estructura y la forma de moverse del animal por su espacio", añade el experto en psitácidas. "Ofrecerles alternativas para manipular el entorno, algo que cobra mucha importancia en cautividad, para que puedan estar ocupados".

Valls explica que, el hecho de vivir siempre en el mismo recinto puede ser aburrido o poco estimulante para ellos, por lo que, si el espacio va cambiando con el tiempo, les estamos ofreciendo alternativas nuevas muy enriquecedoras. "Pueden ser de tipo estructural, modificando el espacio en sí; o de tipo interactivo, cambiando los elementos que los loros manipulan", detalla.

Podemos ofrecerles diferentes trozos de ramas con hojas que podamos obtener del campo o algún parque cercano

Además, para hacer este tipo de cambios en el espacio de nuestras psitácidas no tenemos por qué gastar mucho dinero, podemos utilizar objetos que tengamos por casa o en nuestros alrededores. "En cuanto a elementos interactivos, podemos ofrecerles diferentes ramas o trozos de ramas con hojas que podamos obtener del campo o algún parque cercano, dependiendo de dónde vivamos", ejemplifica Valls.

"Si lo tenemos a mano, es muy bueno proporcionarles cortezas de árboles diferentes y hojas que puedan romper o mordisquear (lo que llamamos ramoneo), una actividad muy típica de los loros en libertad", explica. "Es muy positivo para ellos porque emplean mucho tiempo en esta actividad".

Con objetos caseros, podemos utilizar un rollo de cuerda o trapillo que tengamos o incluso hacer tiras una camiseta vieja que ya no utilicemos y, con ellos, crear juguetes simples para ellos que colocaremos en la jaula o voladera. "Por ejemplo, podemos hacerle agujeros a unos cartones, hueveras o a los envases de yogures y pasar la cuerda por ellos para después colgarlos de la jaula", recomienda Valls.

"Otra idea que también les suele gustar es hacer lianas con los materiales ya mencionados o incluso con ramas, y colocarlas en la jaula de diferente forma cada vez que decidamos hacer un cambio", añade. "Aunque esto ya sería más un cambio estructural que interactivo, pero a nuestros loros les gustará también mordisquear estos elementos".

En cuanto a los elementos estructurales, además de cambiar de sitio sus plataformas o lugares de apoyo y otras decoraciones que podamos tener, casi cualquier material puede convertirse en el suelo del espacio de nuestros loros. "Ahí podemos poner todo tipo de cosas como piñas, ramitas, hierbas de gramíneas, trigo, romero, piedrecitas, tapones de botella...", enumera.

"Por supuesto, lo que hagan con el elemento que introduzcamos dependerá del animal, ya que un loro grande aprovecha algunos objetos de formas diferentes", explica Valls. "Una piña, por ejemplo, puede servirle de entretenimiento a un guacamayo, porque podrá romperla en pedazos, algo que un Agapornis no podría".

En este sentido, el experto en psitácidas recomienda observar a los loros para saber qué tipo de elementos pueden manipular y cuales prefieren, para así añadirlos a su enriquecimiento ambiental. "Es una cuestión de imaginación y lo que tengamos a nuestra disposición, aprovechar lo que hay a nuestro alcance para enriquecer su entorno", concluye.

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