Sánchez acusa al PP de ser el causante de la crisis en el CGPJ y asume que la renovación no llegará hasta después de las elecciones

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez.
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez.
DPA vía Europa Press
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez.

El revuelo causado por la carta de dimisión de una de las vocales del Consejo General del Poder Judicial(CGPJ) y la posibilidad de una renuncia en bloque de los ocho progresistas del órgano ha provocado varias reacciones políticas. Entre ellas la de Pedro Sánchez, que no ha entrado a valorar la actuación de los vocales pero ha acusado al partido de Alberto Núñez Feijóo de un "secuestro de la Constitución". Las esperanzas del presidente están puestas en renovar la "mayoría progresista" en las elecciones generales que se celebrarán en diciembre y conseguir, de esta manera, que PP "entre en razón" y pacte la renovación. 

El líder del Ejecutivo ha presumido de que España "ha ido aumentando su valoración en los diferentes rankings internacionales de democracias y se considera a día de hoy una democracia plena", pero ha lamentado que este aumento no haya sido mayor, "precisamente por culpa del bloqueo". El único culpable de esta circunstancia, ha señalado el presidente, "es el Partido Popular, que se opone a la renovación porque quiere tener intervenido políticamente el órgano de gobierno de los jueces con intereses partidistas". 

El partido que dirige Feijóo, ha declarado Sánchez, "busca mandar un mensaje y decirle al conjunto social de los españoles que el orden natural de las cosas es que el conservadurismo monopolice el Poder Judicial". Asimismo, el presidente ha instado a Feijóo a que recupere la "autonomía de la derecha que le marca el paso" y a "que cumpla con lo acordado y que él rompió unilateralmente hace unos meses". 

Se ha referido de esta forma al pacto que ambos estuvieron a punto de cerrar durante octubre del año pasado, cuando, tras varias semanas de negociación motivadas por la renuncia del entonces presidente del CGPJ, Carlos Lesmes, el líder popular decidió in extremis echarse atrás. El motivo, alegó entonces Feijóo, es que Sánchez no podía "tender una mano al PP" mientras con la otra pactaba con los socios independentistas la derogación del delito de sedición. 

El punto de vista en Génova resulta diametralmente distinto al del presidente, al que los populares acusan de tratar de "controlar por las bravas" el Consejo. Según ha declarado a los medios el coordinador general del PP, Elías Bendodo, la propuesta de los progresistas forma parte de un "intento de motín en el CGPJ para que el Gobierno pueda controlarlo". 

Para el PP, cualquier intento de negociación pasa por la aceptación de su última propuesta, que consiste en que los propios jueces nombren a parte de los vocales del CGPJ. Al margen de esta posición, los populares no harán concesiones al Ejecutivo independientemente de la situación por la que pase el órgano de los jueces. 

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