A finales de noviembre de 2020 la perra Nala un cruce de American Sttaforshire con Bull Terrier, de 3 años, y Esparta, una Bull Terrier de 4 años de edad, fueron localizadas en una vivienda de Bellreguard, en Valencia, en condiciones insalubres. Su dueño mantenía a la primera atada en el balcón de la vivienda, con un collar, un bozal y un aparato antiladrido; y a la segunda encerrada en el baño.
La situación en la que se encontraba Nala provocó que la perra se descolgara del balcón y quedara suspendida por el cuello, a punto de ahogarse de no ser por la intervención de la Policía Local de Bellreguard y la colaboración de varios vecinos, tal y como informa la sentencia del Juzgado de lo Penal número uno de Gandía ha condenado a 16 meses de cárcel al dueño de los canes por dos delitos continuados de maltrato animal.
La otra perra, Esparta, se encontraba “en un baño de la vivienda en idéntica situación insalubre”. Además el dueño admitió durante el juicio que en alguna ocasión golpeó al animal con algún objeto en su lomo y le colocaba durante largo tiempo bozales muy apretados, sin sacarla al exterior.
Según el texto, el condenado mantenía a los perros en su domicilio “en condiciones insalubres, rodeados de heces y excrementos y sin proporcionarles el alimento, agua y la atención veterinaria pertinentes”.
Como consecuencia de este trato, ambos canes sufrieron lesiones tanto físicas como psíquicas, deshidratación, evidente desnutrición y han requerido de tratamiento y desinfección.
Además de ocho meses de cárcel por cada uno de los delitos, se he han impuesto dos años de inhabilitación especial para ejercicio de profesión, oficio o comercio que tenga relación con los animales y para la tenencia de los mismos.
No obstante, al tratarse de una pena inferior a los dos años de prisión, el condenado ha podido eludir el ingreso en la cárcel, bajo la condición de que no cometa ningún delito en un plazo de tres años y de que abone los 920 euros de responsabilidad civil.
La acusación ejercida por Avada (Abogados Valencianos en Defensa Animal) ha conseguido una condena de 16 meses de cárcel y dos años de inhabilitación que prohíbe a esta persona tener y trabajar con animales.
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