Día Mundial del Agua

El Mar Menor todavía puede recuperar su salud

Campos de la huerta murciana, en la zona del Mar Menor.
Campos de la huerta murciana, en la zona del Mar Menor.
ARCHIVO
Campos de la huerta murciana, en la zona del Mar Menor.

La emergencia climática es un problema que afecta a todas las regiones del planeta. Sin embargo, la cuenca del Mediterráneo es uno de los puntos más perjudicados.

Según el último informe del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC), este enclave natural ha comportado un calentamiento de 1,5 °C; una cifra superior a la media global, fijada en 1,1 °C. Es por esta razón que algunos expertos han llegado a concluir que el Mediterráneo es "la zona cero del cambio climático", ya que se calienta más deprisa que el resto del mundo.

En un estado muy frágil durante una década

Se trata de un aumento de temperatura que, como indican desde el Marco de Actuaciones Prioritarias para Recuperar el Mar Menor, organismo dependiente del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (Miteco), puede repercutir negativamente en la salud de los habitantes ribereños, al ser los océanos y los mares "una de las fuentes de alimentación y generación de oxígeno más importantes del planeta". Además, especifican que, en el caso concreto del Mar Menor, "se han roto muchos de los equilibrios ecosistémicos, lo que ha supuesto que la laguna se encuentre en un grado de degradación ambiental avanzado".

Tal y como explican las mismas fuentes, esto es resultado de diversos factores nocivos que han actuado "durante décadas" sobre el entorno. Entre ellos, destacan la entrada de nutrientes (nitratos y fosfatos, especialmente) procedentes de la actividad intensiva del sector primario (agricultura, ganadería y minería, fundamentalmente), así como por la profunda transformación de la cuenca vertiente y la intensa actividad urbanística en el litoral. "Todo ello ha causado un desequilibrio del ecosistema, que ya no es capaz de regularse por sí mismo y va a cumplir una década en un estado muy frágil", lamentan.

"El ecosistema del Mar Menor ya no es capaz de regularse por sí mismo y va a cumplir una década en un estado muy frágil"

Ante esta situación, señalan que es "fundamental actuar en origen" porque, aunque los ecosistemas tienen una gran capacidad de recuperación, "hay un grado importante de incertidumbre cuando son tan complejos como el Mar Menor".

Su estrategia para restituir este proceso se basa en quitar la presión sobre la laguna desde toda su cuenca vertiente (más de 1.200 kilómetros cuadrados) y en adaptar progresivamente las actividades que han contribuido de manera más clara a su problemática actual. Algo que también debe ir acompañado de la ciencia y "siempre" mirando hacia el futuro de una manera esperanzadora: "En otras lagunas costeras se ha conseguido y en el Mar Menor estamos seguros de que sucederá lo mismo".

Recuperación del ecosistema con paciencia

"El proceso de eutrofización (contaminación por exceso de nutrientes en un ecosistema acuático) que padece el Mar Menor no es un hecho aislado en el planeta, sino que ejemplifica a la perfección el cambio global", afirman. "La contaminación, la pérdida de biodiversidad y el cambio climático marcarán nuestro devenir en las próximas décadas", insisten.

Precisamente, la Costa Cálida española ha sido testigo del poder devastador de este desajuste ecológico en varias ocasiones. El último tuvo lugar el año pasado, cuando volvió a acabar con la vida de miles de peces, anguilas y crustáceos que allí habitan. Las imágenes de estas especies inertes flotando o amontonándose en la orilla dieron la vuelta al mundo y pusieron de relieve la urgencia de actuar en consecuencia. Hasta hace apenas un lustro la laguna del Mar Menor se caracterizaba por unas aguas hipersalinas y cristalinas pero los distintos 'colapsos' ambientales han dañado su estado, calificado ahora de "enorme fragilidad".

"El proceso de eutrofización que padece el Mar Menor no es un hecho aislado en el planeta, sino que ejemplifica a la perfección el cambio global"

Pensando en positivo, como piden, cabe recordar que los ecosistemas cuentan con mecanismos de resiliencia y su salud se puede restablecer con paciencia. Aunque "una degradación que se está produciendo durante décadas no se puede revertir en unos pocos años", recuerdan.

Día Mundial del Agua 2023.

Responsabilidad de todos

  • Acción social para el cambio
"La sociedad, en su conjunto, debe concienciarse de la importancia que tienen los ecosistemas marinos y lagunares en las actividades económicas y sociales vinculadas", declaran desde el Miteco. Una responsabilidad que, defienden, recae en las administraciones, que deben inculcar educación ambiental para hacer comprender que el futuro económico de esta zona depende de su buen estado.

"Cualquier episodio de degradación supone una crisis ambiental, social, económica… y de reputación para la Región de Murcia y el resto de España", avisan. Por ello, piden sensibilizar al respecto, a pesar de reconocer que "concienciar sobre la importancia de la biodiversidad marina siempre ha sido más difícil que sobre la terrestre, ya que visibilizar su deterioro es más complicado".
Mostrar comentarios

Códigos Descuento