La Unión Europea se asoma a la recesión, pero la economía española aguanta con un crecimiento del 0,2% en la recta final de 2022

La presidenta del Banco Central Europeo (BCE), Christine Lagarde, tras la subida de tipos de diciembre.
La presidenta del Banco Central Europeo, Christine Lagarde, en la reunión de diciembre.
EFE
La presidenta del Banco Central Europeo (BCE), Christine Lagarde, tras la subida de tipos de diciembre.

La economía española experimentó un tímido crecimiento del 0,2% en el cuarto trimestre de 2022. Se trata de un comportamiento más positivo que el del conjunto de la eurozona y de la Unión Europea, para las que Eurostat ha recortado este miércoles una décima sus estimaciones de crecimiento. Tras la revisión, los datos de PIB revelan un estancamiento económico en la zona euro y una contracción del 0,1% en el conjunto de la UE, sobre la que sobrevuela el riesgo de recesión. España sortea ese escenario, posicionándose como la gran economía europea que más avanza.

La desaceleración económica fue patente en la recta final del año. El PIB de la eurozona se estancó entre los meses de octubre y diciembre después de año y medio de avances consecutivos. En el trimestre inmediatamente anterior la economía en los países de moneda única había crecido de media un 0,4%. Aun así, en comparación con el cuarto trimestre de 2021, el PIB de la eurozona aumentó en la recta final del año un 1,8%.

El escenario en el conjunto de la UE es algo peor. Su PIB no se estancó, sino que retrocedió en los últimos tres meses de 2022 un retroceso del 0,1% en su PIB, lo que supone un fuerte frenazo tras la expansión del 0,4% registrada en el trimestre anterior. Hay que remontarse hasta los últimos tres meses de 2020 para encontrar otra tasa de crecimiento negativa. El dato actualizado este miércoles por Eurostat hace que la UE se asome a una posible recesión técnica, en caso de que encadene en el arranque de 2023 un segundo trimestre consecutivo en negativo.

La oficina estadística europea no ha modificado el dato preliminar de España, cuya economía avanzó en el último trimestre de 2022 un 0,2%, repitiendo la marca de los tres meses anteriores. De las cuatro grandes economías europeas, el país ibérico fue el que experimentó la mayor expansión. El PIB francés creció un 0,1% respecto al trimestre anterior, una décima menos que entre julio y agosto, mientras que el alemán y el italiano se contrajeron un 0,4% y un 0,1%, respectivamente. Ambos países habían crecido en el tercer trimestre un 0,5%, por encima de la media de la eurozona.

Más allá de estos cuatro casos, las mayores tasas de crecimiento del PIB en el cuarto trimestre de 2022 respecto de los tres meses anteriores se observaron en Grecia (1,4%), de Malta (1,2%) y Chipre (1,1%). En cambio,  los mayores descensos correspondieron a Polonia (2,4%), Estonia (1,6 %) y Finlandia (0,6%).

Las previsiones de la Comisión Europea apuntan a que a lo largo de 2023 España crecerá un 1,4%, lo que supondría una fuerte desaceleración respecto al avance del 5,5% previsto para 2022. El organismo presidido por Ursula von der Leyen señaló a mediados de febrero que el PIB del cuarto trimestre de 2022 no consiguió recuperar el nivel anterior a la pandemia. Para 2024, el pronóstico se mantiene en un avance del 2% para España y un 1,6% en la UE.

Mostrar comentarios

Códigos Descuento