Bruselas mejora su previsión económica para España pero avisa que la subida de intereses y el enfriamiento laboral lastrará a los hogares

Previsiones de crecimiento para 2023 en la Unión Europea.
Previsiones de crecimiento para 2023 en la Unión Europea.
Henar de Pedro
Previsiones de crecimiento para 2023 en la Unión Europea.

La Comisión Europea ha revisado al alza la previsión de crecimiento de España para 2023, elevándola a un 1,4%, según ha informado este lunes. Pese a la mejora, el frenazo económico será pronunciado tras un crecimiento del 5,5% en 2022. "España capeó relativamente bien los impactos negativos desatados por la guerra de agresión de Rusia contra Ucrania", valora el organismo, que fundamenta el alza en el buen comportamiento de la economía española en 2022, si bien reconoce que la subida de los tipos de interés y el enfriamiento laboral pueden lastrar la evolución futura.

De este modo, Bruselas eleva cuatro décimas la previsión de crecimiento económico para 2023, con respecto al 1% estimado en otoño, y un punto la de 2022, debido a un primer semestre de 2022 más robusto de lo previsto -en especial el segundo trimestre- y a una desaceleración menos pronunciada de lo esperado en los últimos tres meses del año. Aun así, el organismo europeo recuerda que el PIB del cuarto trimestre no consiguió recuperar el nivel anterior a la pandemia. Para 2024, el pronóstico se mantiene en un avance del 2% para España y un 1,6% en la UE.

En concreto, el comisario europeo de Economía, Paolo Gentiloni, ha destacado el aporte del turismo como "motor" económico de España, a lo que la previsión añade el dinamismo del consumo privado, gracias a la evolución positiva del mercado laboral. Y es que, a pesar de reconocer la pérdida de poder adquisitivo de los consumidores, Bruselas señala que la desaceleración de la inflación experimentada a partir de otoño ha contribuido a fortalecer la confianza de los consumidores y las empresas.

Tras la revisión, el pronóstico de la institución presidida por Ursula von der Leyen supera tanto el de la OCDE, que se sitúa en un 1,2%, como el del Banco de España (1,3%), así como el de otras entidades nacionales, tales como BBVA (1,2%) o Funcas (1%). En cambio, la previsión del Gobierno es más optimista. El Ejecutivo augura un crecimiento económico para 2023 del 2,1%, siete décimas por encima de la previsión de la Comisión Europea.

En todo caso, se espera que el comportamiento de España sea mejor que la media comunitaria. De hecho, de las cuatro grandes economías europeas, España es la mejor situada. En sus previsiones de invierno, Bruselas ha elevado tres décimas, hasta el 0,8%, el crecimiento económico en el conjunto de la UE. Italia se sitúa en ese nivel, mientras que Alemania y Francia no superan la media, con previsiones del 0,2% y el 0,6% respectivamente. Por su parte, Irlanda y Suecia son los Estados de los que se esperan respectivamente el mayor y el menor crecimiento, con un avance del 4,9% en el caso irlandés y un retroceso del -0,8% en el sueco. 

Gentiloni ha recalcado que, si bien la economía de la UE ha mostrado una "notable fortaleza", a los europeos les aguarda un periodo "difícil". "Debemos mostrar la misma determinación y ambición que durante los tres últimos años, con respuestas comunes a los retos a los que nos enfrentamos hoy", ha afirmado el italiano durante la presentación de las previsiones de invierno.

Reduce la inflación

Bruselas considera también que los precios se comportarán este año mejor de lo esperado en otoño. Así pues, en lo que se refiere a la inflación, recorta la previsión del 4,8% al 4,4%, por debajo del pronóstico comunitario, que baja del 7% al 6,4% y lejos del 8,3% registrado en 2022. "El pico ya ha quedado atrás", afirma el pronóstico. Esta senda de moderación de los precios persistirá previsiblemente durante el próximo año, para el que se mantiene la previsión del 2,3%.

No obstante, a pesar de reconocer la contención de los precios de la energía en el tercer trimestre de 2022, la Comisión Europea advierte de que su elevado coste en los meses precedentes se ha trasladado a la cesta de la compra y avisa de que, en consecuencia, la inflación subyacente -aquella que no tiene en cuenta el precio de la energía y las materias primas por su alta volatilidad- seguirá abultada durante la primera mitad del año.

En ese sentido, Bruselas espera que las medidas aplicadas por el Gobierno alivien los efectos de la inflación sobre el bolsillo de los consumidores y señala que, hasta el momento, los efectos de segunda ronda han sido limitados porque el incremento de los precios no ha repercutido en una subida de los salarios. En paralelo, la Comisión Europea espera que a lo largo de este año la moderación de los precios reactive el consumo privado y el turismo.

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