La magistrada del Juzgado de Violencia sobre la Mujer de Vigo ha decretado el ingreso en prisión provisional, comunicada y sin fianza de Ángel R.D., el presunto autor del asesinato de su expareja Beatriz Lijó, cometido el domingo por la noche en Baiona (Pontevedra).
Como medidas cautelares, al detenido se le ha impuesto la prohibición de comunicarse por cualquier medio con sus hijos menores de edad, aproximarse a ellos a menos de 500 metros, de su domicilio o del lugar de estudios. También se solicitó que se le bloqueen las cuentas y el patrimonio para que pueda hacer frente a una eventual responsabilidad civil.
La magistrada acordó ayer prorrogar 72 horas la detención del presunto asesino y decretó su traslado al Hospital Álvaro Cuinqueiro de Vigo, donde fue dado de alta la mañana de este jueves y trasladado de nuevo a dependencias judiciales. La instructora adoptó esa decisión a la vista del informe forense, que concluía que ayer el arrestado no estaba en condiciones de prestar declaración.
Numerosos cortes y pinchazos
El presunto autor del crimen, profesor de instituto en Redondela, fue arrestado en Ourense el lunes por la mañana, unas doce horas después de haber cometido supuestamente el crimen, que sucedió a última hora de la tarde del pasado domingo, cuando Ángel llegó a casa de su expareja, en Baiona, para entregar a sus hijos. El cuerpo de la mujer apareció en el acceso a la vivienda, y presentaba múltiples cortes y pinchazos, así como, al menos, un fuerte golpe en la cabeza.
Tras el ataque, el sospechoso llevó a sus hijos, que presenciaron lo ocurrido, a casa de su padre, donde uno de los menores relató al abuelo que su progenitor había matado a su madre. Después de dejar a los niños, Ángel se marchó y, horas después, se entregó en la Comisaría de Policía Nacional de Ourense, ya el lunes por la mañana.
La autopsia realizada al cuerpo de Beatriz desveló que sufrió numerosos cortes y pinchazos por todo el cuerpo (manos, brazos, piernas, tórax y espalda), uno de esos pinchazos con la profundidad suficiente como para afectarle al hígado. Asimismo, sufrió al menos un golpe mortal en la cabeza.
Problemas por la custodia de los hijos
Los indicios apuntan a que en este ataque se utilizaron al menos dos armas: un cuchillo de pequeñas dimensiones que fue localizado junto al cuerpo de la mujer, y otra arma más contundente, tipo hacha, que no ha sido encontrada.
El presunto autor del crimen y la víctima tuvieron dos hijos juntos, y los problemas que tenía la pareja estaban vinculados con la custodia de los menores, que el juez concedió a la madre tras retirar al padre la patria potestad.
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