La maquinaria occidental coge velocidad para ayudar a Ucrania de cara a primavera mientras Rusia prepara su nueva gran ofensiva

Zelenski, en Kiev, junto a Charles Michel y Ursula von der Leyen.
Zelenski, en Kiev, junto a Charles Michel y Ursula von der Leyen.
EFE
Zelenski, en Kiev, junto a Charles Michel y Ursula von der Leyen.

Vienen meses decisivos para el curso de la guerra en Ucrania. Todos lo ven claro y cada lado se prepara a su manera. Así, Kiev ha recibido estos días un importante respaldo por dos vías: por un lado, con la histórica cumbre con la UE celebrada en la capital ucraniana, y por otro con la aprobación por parte de Alemania de una licencia de exportación de carros de combate Leopard 1, que son los que están esperando las tropas ucranianas como agua de mayo precisamente para afrontar la primavera, además de los Leopard 2. Rusia, en el otro lado, parece rearmarse para una gran ofensiva antes de que el armamento llegue a manos de Kiev.

Por lo pronto, en lo que se refiere a la adhesión de Ucrania a la UE el bloque no quiere hablar de fechas, aunque la idea de Volodmir Zelenski sea que las negociaciones se abran ya antes de final de año. En la visita a Kiev de la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, y del presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, el mensaje fue de respaldo pero también de realismo.

"Ya hemos empezado a preparar y esperamos las decisiones respectivas de la Comisión y el Consejo. El objetivo es empezar negociaciones este año, no es un propósito sino el objetivo más importante", expresó Zelenski, pero Bruselas y los Estados miembros piden calma. "Ya hemos empezado a preparar y esperamos las decisiones respectivas de la Comisión y el Consejo. El objetivo es empezar negociaciones este año, no es un propósito sino el objetivo más importante", sostuvo Von der Leyen.

Michel, en su turno de palabra durante la rueda de prensa, ha alabado la "voluntad política" de Ucrania de progresar en las reformas europeas pero ha insistido en que toca esperar al informe de evaluación de la Comisión Europea para después de verano. Según ha señalado, "para finales de año" el Consejo Europeo podrá abordar los siguientes pasos en la adhesión de Ucrania. "Tendremos que estudiar el informe y tomar decisiones por unanimidad", esgrimió.

La adhesión de Ucrania a la UE no se dará a corto plazo

Este mismo equilibrio queda reflejado en la declaración conjunta consensuada por Bruselas y Kiev que recalca el compromiso europeo con una mayor integración de Ucrania, pero deja claro que el bloque decidirá los pasos a seguir "una vez que se cumplan plenamente todas las condiciones especificadas en el dictamen de la Comisión". Sobre las pretensiones de Ucrania, el documento recoge que Ucrania "subrayó su determinación de cumplir los requisitos necesarios para iniciar las negociaciones de adhesión lo antes posible".

La cumbre, con todo, sí ha servido para que se den avances como la apertura de la participación de Ucrania en programas europeos, de tal manera que empiece a 'entrar' en el mercado único. Asimismo, se ha dado luz verde a 500 millones de euros más en armas y al entrenamiento por parte de la UE del doble de militares ucranianos a los inicialmente previstos (de 15.000 a 30.000). Al mismo tiempo, los Estados miembros de la Unión Europea han alcanzado este viernes un acuerdo para un tope de 45 y 100 dólares para productos derivados de petróleo ruso, han informado fuentes diplomáticas a Europa Press.

También este mismo viernes el Gobierno alemán ha concedido una licencia de exportación de carros de combate Leopard 1, desbloqueados la semana pasada y que son uno de los grandes anhelos de Kiev -que ahora también reclama aviones-, según confirmó el portavoz del Ejecutivo, Steffen Hebestreit, después de que las autoridades anunciaran que entregarían a Kiev tanques Leopard 2 para hacer frente a la invasión rusa.

Haberstreit ha manifestado que la solicitud para exportar los tanques fue presentada "hace bastante tiempo", sin dar más detalles al respecto. "No quiero decir mucho más por el momento, se concretará en los próximos días y semanas", recalcó. Pero a la vez pidió cautela y paciencia.  "Incluso si mañana se decide que podemos enviar nuestros carros Leopard a Kiev, la entrega se demorará hasta principios del año que viene", explicaron ya el mes pasado desde Berlín, pues los carros han necesitado de "tareas de reparación y de puesta a punto". En ese escenario, Estonia, Letonia y Lituania han hecho un llamamiento para que se acelere la llegada de armamento a Ucrania. Los Bálticos son, de hecho, los países que más enérgicamente defienden el suministro de material militar a Kiev para mantener el tipo en la guerra.

Putin, por su parte, no afloja. Rusia está en un momento de rearme porque, según muchos expertos, espera lanzar una gran ofensiva precisamente antes de que Ucrania empiece a contar con los tanques occidentales sobre el terreno. Moscú, de hecho, defiende la continuación de la invasión de Ucrania y repite que es necesaria dado que la región del Donbás, en el este del país, "aún no está del todo protegida". El portavoz del Kremlin, Dimitri Peskov, ha indicado que las "nuevas regiones rusas no están completamente protegidas de las amenazas", por lo que la invasión "debe continuar hasta que esto se garantice".

El Donbás no está del todo protegido. De hecho, debemos proteger a la gente que vive allí. Hasta que este objetivo de cumpla por completo

"El Donbás no está del todo protegido. De hecho, debemos proteger a la gente que vive allí. Hasta que este objetivo de cumpla por completo. Esto sigue siendo algo pendiente", ha aseverado en respuesta a una pregunta sobre la posibilidad de que las palabras de Kiev sobre la situación actual en el terreno supongan una amenaza. No obstante, ha reafirmado que la seguridad en la península de Crimea "se está garantizando". Así se ha referido a las informaciones que apuntan a que el Ministerio del Interior ucraniano estaría formando nuevas brigadas de asalto para participar en ofensivas en zonas de Crimea y el Donbás.

Bajmut sigue siendo el lugar más endeble

Con todo, medios internacionales como CNN y otros llevan varios días especulando sobre la supuesta recomendación de EE UU y algunos países europeos a Ucrania de que desista de la defensa de Bajmut a cualquier precio y reúna fuerzas para su propia contraofensiva. La eventual caída de Bajmut, que las tropas rusas intentan capturar desde hace meses, permitiría a Moscú cortar las líneas de suministro de las fuerzas de Ucrania en la zona y abrir una vía a los bastiones ucranianos de Kramatorsk y Sloviansk.

La situación en la urbe se agravó en las últimas semanas ante la creciente presión de Rusia, lo que, según algunos analistas y políticos prorrusos, puede poner al liderazgo ucraniano ante la necesidad de decidir si mantiene la resistencia u opta por una retirada táctica. Las fuerzas rusas afirman que por el momento no hay signos de una posible retirada ucraniana, sino por el contrario Kiev incluso ha comenzado en la noche del jueves a concentrar más tropas en las inmediaciones de Bajmut.

"Estamos pagando un precio altísimo por proteger Bajmut, pero no podemos dejarlo atrás", reconoció el asesor de la Oficina de la Presidencia ucraniana, Mykhailo Podolyak, en una entrevista con 20minutos. Agregó que los soldados de Kiev están dando su vida por el derecho de los ucranianos a vivir en su casa. "Bajmut no es un lugar cualquiera, es nuestra casa", remarcó sin dar la cifra de las bajas ucranianas en esa localidad, algo que se hará "cuando termine la guerra" y sea posible verificar las pérdidas "una por una".

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