El caso Alcàsser que conmocionó a España sigue abierto 30 años después de hallarse los cadáveres de Miriam, Toñi y Desirée

Fotos de las niñas asesinadas en el triple crimen de Alcàsser.
Fotos de las niñas asesinadas en el triple crimen de Alcàsser.
Archivo
Fotos de las niñas asesinadas en el triple crimen de Alcàsser.

Han pasado 30 años, pero los nombres de Míriam, Toñi y Desirée siguen golpeando la memoria de muchos españoles. El 27 de enero de 1993 eran encontrados los cadáveres de las tres niñas enterrados en una fosa excavada en medio del monte y se confirmaban las peores hipótesis: habían sido brutalmente violadas, torturadas y asesinadas.

Tres días después, 30.000 personas arropaban a los familiares en un multitudinario y dramático funeral en el pueblo de Alcàsser, retransmitido en directo por televisión. Entre los asistentes, el entonces presidente valenciano, Joan Lerma, y la fallecida alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, además de otras autoridades y líderes de todos los partidos políticos. En la misa, se leyó un mensaje de condolencias enviado por el papa Juan Pablo II.

Durante la comitiva fúnebre se escucharon gritos de dolor, llantos desgarradores y proclamas a favor de la pena de muerte para los asesinos. El dolor se extendió por toda España y el Bernabéu guardó un solemne minuto de silencio antes del Clásico contra el Barça.

Pero aquel trágico crimen y el dolor compartido por millones de personas también marcó un antes y un después en la crónica negra española. Los medios de comunicación, especialmente las televisiones, exprimieron el suceso con platós instalados en el mismo pueblo de Alcàsser, periodistas en busca de detalles truculentos, pábulo a teorías conspirativas y late-nights hablando del caso durante meses hasta convertirlo en un espectáculo del prime time televisivo.

La teoría conspirativa más difundida fue la de que las niñas habían sido víctimas de un grupo de personas poderosas, entre ellas políticos y empresarios, que habrían torturado a las menores para grabar una snuff movie. Anglés y Ricart se habrían encargado solo de secuestrarlas y enterrarlas e, incluso, se habló de que el propio Anglés habría sido asesinado por esa organización para no ser delatada. Esa conspiración fue alimentada por el padre de Míriam, Fernando García, y el periodista de sucesos, Juan Ignacio Blanco, fallecido en 2019, quienes llegaron a ser condenados por difamar a personajes públicos.

Miguel Ricart ha sido la única persona condenada por el brutal crimen de Alcàsser. Antonio Anglés huyó y sigue en paradero desconocido.
Imagen de las tres niñas difundida por la Policía durante el operativo de búsqueda para intentar localizarlas.
20minutos.es

Alcàsser, caso abierto

Tres décadas después del trágico suceso, el caso Alcàsser sigue abierto y lo está fundamentalmente por una cuestión: el principal sospechoso, Antonio Anglés, se fugó de la justicia y permanece en paradero desconocido desde el día del crimen. "La causa sigue abierta porque Antonio Anglés, presunto autor material de las muertes, está en busca y captura hasta que prescriban los hechos, el 14 de diciembre de 2029", afirman a este periódico fuentes judiciales. 

"La causa sigue abierta porque Antonio Anglés, presunto autor material de las muertes, está en busca y captura"

Señalan que "el Grupo de Localización de Fugitivos de la Policía Nacional y la Interpol mantienen activa la búsqueda" de Anglés porque existe "una requisitoria", una orden de búsqueda y captura internacional, "a efectos de su posible localización y enjuiciamiento".

Las mismas fuentes indican que "hay un condenado que es Miguel Ricart y no hay ningún otro sospechoso más que Antonio Anglés", rechazando cualquier otra teoría conspirativa, a pesar de que una de las autopsias practicadas a los cadáveres halló ADN de, al menos, cinco personas distintas.

Piden nuevas pruebas de ADN

Actualmente, también está pendiente la realización de nuevas pruebas de ADN a restos de ropa y tejidos hallados en el lugar del crimen, que fueron solicitadas en 2021 por la acusación popular. "Todavía se están practicando diligencias porque hay una asociación particular que se ha personado como acusación popular y ha pedido practicar nuevos exámenes de ADN sobre varias pruebas biológicas encontradas en el vehículo que trasladó a las chicas y en el lugar donde se hallaron los cadáveres", confirman fuentes jurídicas.

Esta asociación, Laxshmi, dedicada a la lucha contra el crimen, pretende con estos nuevos análisis hallar ADN de Antonio Anglés en el lugar del crimen, algo que hasta ahora no ha ocurrido, para obtener pruebas biológicas que lo incriminen directamente.

Sin embargo, las citadas fuentes judiciales consideran que "las pruebas biológicas no son las únicas que pueden servir de base para una condena en un juicio" y entienden que existen ya suficientes pruebas como para demostrar su culpabilidad.

Aparecen nuevos restos de las niñas

El juicio por el crimen de Alcàsser, celebrado en 1997, condenó al coautor Miguel Ricart a 170 años de cárcel, de los que cumplió 20 antes de su puesta en libertad en 2013. Pero a pesar de aquella sentencia, todos los esfuerzos de la justicia se han centrado siempre en intentar localizar a Antonio Anglés.

Hace dos años, el Juzgado de Instrucción número 6 de Alzira emitió una comisión rogatoria para volver a tomar declaración a miembros de la tripulación del barco City of Plymouth, en el que se sospecha que Anglés huyó de España como polizón, rumbo a Irlanda. Uno de esos marinos declaró que, efectivamente, Anglés iba a bordo de ese barco.

Fotografías de Miguel Ricart y Antonio Anglés.
Fotografías de Antonio Anglés difundidas por la Policía.
Archivo

Y el año pasado, la Policía irlandesa descartó que un cráneo humano hallado en 2006 cerca de la costa de Dublín, destino del carguero City of Plymouth y donde se perdió el rastro de Anglés, perteneciera al presunto asesino de Alcàsser.

Poco antes de esos hechos, en 2019, se encontraron nuevos restos óseos en la fosa en la que Anglés y Ricart enterraron a las tres niñas, pero no dieron pie a nuevas vías de investigación. "Eran partes de una falange, se identificó que pertenecían a una de las menores y se ofreció a los padres la posibilidad de recuperarlos para darles sepultura", señalan fuentes judiciales.

Secuestradas cuando iban a una discoteca

Míriam, Toñi y Desirée, de 14 y 15 años de edad, fueron secuestradas la noche del viernes 13 de noviembre de 1992 cuando hacían autoestop para ir a la discoteca Coolor de la vecina localidad de Picassent. Antonio Anglés y Miguel Ricart, al volante de un Opel Corsa blanco, se ofrecieron a llevarlas hasta allí, pero en su lugar las trasladaron hasta una remota casa abandonada en un paraje conocido como La Romana, en el término municipal de Tous, unos 50 km al sur de Valencia.

En aquella casa abandonada fueron violadas y torturadas repetidamente durante la noche hasta que, al día siguiente por la mañana, fueron asesinadas y enterradas en una fosa.

El caso fue mediático desde el principio y la búsqueda de las tres menores se convirtió en un asunto de Estado. El entonces presidente del Gobierno, Felipe González, llegó a recibir en Nochebuena a los padres de las niñas para transmitirles su "preocupación como padre".

Desgraciadamente, después de 75 días de búsqueda incesante, en la mañana del 27 de enero de 1993, un apicultor descubrió un brazo humano semienterrado en el paraje de La Romana, cuando iba a revisar unas colmenas de su propiedad cercanas.

La Guardia Civil acudió al lugar y durante la excavación se encontraron otros dos cuerpos, todos ellos de mujeres en avanzado estado de descomposición, que podían ser de las tres niñas desaparecidas. Las autopsias no tardaron en confirmar que eran los cuerpos de Míriam, Toñi y Desirée.

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