Miguel Ricart, único condenado en el crimen de Alcàsser, intentó cambiar su nombre hasta en cinco ocasiones para empezar de cero

Miguel Ricart, uno de los asesinos del crimen de Alcasser, era detenido este 20 de diciembre por liderar un narcopiso en el Barrio del Raval de Barcelona.
Miguel Ricart, uno de los asesinos del crimen de Alcasser.
20minutos
Miguel Ricart, uno de los asesinos del crimen de Alcasser, era detenido este 20 de diciembre por liderar un narcopiso en el Barrio del Raval de Barcelona.

Miguel Ricart, único condenado por los asesinatos del caso Alcàsser, cumplió su pena de cárcel y fue excarcelado en 2013, con el objetivo de comenzar una nueva vida. Ahora, días después de que la policía le detuviera en un narcopiso en Barcelona, se están empezando a conocer detalles de su vida una vez salió de prisión. "Hasta en cinco ocasiones solicitó un cambio de nombre que se le denegó", afirmaba Lucía Caram -monja dominica que le tuteló durante un tiempo- en una conversación telefónica con La Vanguardia

El exconvicto trató así de reconducir su rumbo, tratando de eliminar la única huella que aún recuerda la gente, su nombre, pues su aspecto físico está muy cambiado respecto a 1992. De ahí, que pidiera un cambio de nombre hasta en cinco ocasiones, lo que le fue denegado, tal y como explicó Caram, quien aseguró que le ayudó a reinsertarse sin éxito: "Debería ir a un centro psiquiátrico o entrar en prisión". 

Todos estos detalles llegan precisamente después de que el pasado martes, el hombre de 53 años fuese detenido por residir y actuar en un narcopiso, situado en la calle Aurora, en el barrio del Raval, Barcelona. En esta intervención, a Ricart y a su compañero se le intervinieron 26 gramos de cocaína, 7 de heroína y pequeñas cantidades de hachís.

Tras su detención, este jueves la titular del juzgado de instrucción número 18 ha acordado la puesta en libertad provisional del acusado con la obligación de acudir cada quince días a sede judicial. A pesar de que su causa sigue abierta por delito contra la salud pública, la jueza tomó esta decisión dado que ni Ricart ni su acompañante contaban con ningún antecedente

Pasado complicado

Tras salir de prisión el 29 de noviembre de 2013 beneficiado por la doctrina Parot, el considerado culpable del crimen de Alcàsser ha tratado de retomar el rumbo de su vida sin éxito alguno. El hombre trató de asentarse primeramente en Barcelona, pero fue en vano, ya que al conocerse su nombre, en ningún lugar de la ciudad le dieron la posibilidad de alojarse en ninguna pensión. Posteriormente, y tras un tiempo durmiendo en las calles, los Mossos d’Esquadra contactaron con Lucía Caram, que trató de hacerse cargo de él. "Era un hombre que estaba en peligro porque había gente que había prometido matarlo si lo encontraba".

Tras un tiempo en Francia tutelado por Caram, Ricart trató de volver a España para encauzar su vida. Esta vez escogió Madrid como destino pero volvió a correr la misma suerte. Posteriormente trató de volver a Barcelona donde volvió a caer en el amparo de entidades religiosas, pero su reinserción, lastrada por su propio nombre y pasado fue inviable, como confirma Caram. "Era imposible volver a empezar con el nombre de Miguel Ricart". Tras varios intentos de reinserción, la imposibilidad de cambiar de identidad ha hecho imposible encauzar su vida de nuevo.

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