La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) detalla que el consumo de los electrodomésticos más utilizados en el hogar, como el microondas, la lavadora, el lavavajillas, el horno o el frigorífico, suponen el 55% del consumo eléctrico. Por esta razón, resulta crucial conocer cuáles consumen más, así como adaptar nuestros hábitos diarios, para poder ahorrar en la factura de la luz. 

Cabe destacar que en nuestro consumo influyen otros factores como la antigüedad del aparato, su eficiencia y las veces que lo utilicemos. El horno es uno de los electrodomésticos que solemos utilizar a la hora de cocinar y su gasto aproximado al mes es de 2,54 euros, en el caso de que lo utilicemos dos veces por semana, según el análisis realizado por la OCU.

Cómo reducir el consumo de energía

De esta manera, el consumo de energía del horno es de aproximadamente 900 Wh por cada uso, aunque si es un modelo más eficiente se reduce a 600 Wh. Por su parte, el microondas consume, en un programa normal de un minuto y medio, unos 25 Wh. A priori, consumiría más el horno, pero todo depende de su uso.

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Como indica el Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE), a la hora de cocinar podemos gestionar la eficiencia de los recursos que tenemos de menor a mayor gasto: microondas, olla a presión, cocina y en último lugar, el horno eléctrico.

Asimismo, recuerda, no se aconseja utilizar el horno para cocinar pequeñas cantidades, "ni para recalentar o descongelar". Una alternativa para gastar menos energía es utilizar la opción de "cocción con ventilador", si está disponible en nuestro electrodoméstico, ya que así podremos ajustar la temperatura.