Cómo aumentar la eficacia de los radiadores para calentar la casa y ahorrar en la factura

¿Realmente es necesario que tengas la calefacción en el baño, el pasillo o en la cocina? Piensa en aquellas estancias de la casa donde pases menos tiempo y apaga los radiadores en ellas. Tu bolsillo te lo agradecerá.
Aumentar la eficacia de los radiadores
Pixabay / geralt
¿Realmente es necesario que tengas la calefacción en el baño, el pasillo o en la cocina? Piensa en aquellas estancias de la casa donde pases menos tiempo y apaga los radiadores en ellas. Tu bolsillo te lo agradecerá.

Estas últimas semanas han descendido considerablemente las temperaturas y el invierno meteorológico solo acaba de empezar. Por ello, muchas personas se preguntan cómo ahorrar estos meses con la climatización de la vivienda si disponen de calefacción con gas natural.

El acusado aumento de los precios de la energía tras el estallido de la guerra en Ucrania ha impactado de lleno en las facturas de los consumidores. Por ello, los expertos aconsejan seguir una serie de recomendaciones para aumentar la eficacia de los radiadores y ahorrar en el consumo.

Trucos para mejorar la eficacia

Uno de los trucos caseros más populares para incrementar su eficacia es utilizar papel de aluminio. Solo es necesario colocar una fina capa de papel de aluminio justo detrás de estos aparatos, entre los radiadores y la pared, para que el aire caliente no se pierda por su efecto reflectante. 

Asimismo, no es conveniente cubrir los radiadores con ropa o elementos decorativos, puesto que necesitarán un esfuerzo extra para calentar el espacio, y el consumo será mayor. 

Los especialistas de Selectra recomiendan la instalación de un termostato inteligente para programar las horas en las que deseemos encender la calefacción y la temperatura óptima. Así, podremos elegir un modo ausente cuando estemos fuera de la vivienda para que no consuma o destacar a partir de qué temperatura queremos que se encienda la calefacción.

Por otro lado, tendremos que comprobar que los radiadores no tienen aire en su interior, puesto que emitirán menos calor y harán que tengamos que subir más la temperatura en el termostato. Según el Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE), por cada grado extra que se consume un 7% más. 

Adaptar la temperatura para ahorrar

Por ello, se aconseja fijar una temperatura de confort de entre 20 y 21 grados, mientras que para dormir conviene que esté a 15 o 17 grados. Además, si la vivienda está vacía durante varias horas al día, se recomienda apagar la calefacción.

"Mantener una temperatura dada en el hogar, por ejemplo 20 °C, exige un aporte continuo de energía, ya que la vivienda tiene pérdidas de calor, a través de los muros, ventanas o techos, que hay que compensar. Cuando se apaga la calefacción, el sistema deja de gastar energía para compensar las pérdidas de calor. Y la energía que se deja de gastar es más que la que se necesita para recuperar la temperatura", subrayan en el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico.

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