La Administración de Aduanas de China canceló este miércoles la exención de visados para los viajeros japoneses y surcoreanos en tránsito en el país asiático, según la cual podían permanecer hasta 144 horas en algunas ciudades chinas sin solicitar una autorización previa.

La medida se produce "en respuesta a las recientes restricciones de entrada discriminatorias impuestas a los ciudadanos chinos por un pequeño número de países", señaló el organismo, citado por la agencia oficial Xinhua. 

Japón y Corea del Sur comenzaron recientemente a aplicar restricciones a los viajeros procedentes de China, entre las que figura la exigencia de una prueba PCR negativa antes de embarcar. Pekín ya había contraatacado con la suspensión de la emisión de ciertos visados a ciudadanos japoneses y surcoreanos. Un paso que Japón ya había criticado: "Es lamentable que China haya paralizado unilateralmente los visados por razones que no sean la prevención de la covid, mientras que Japón está intentando tomar medidas tratando de evitar lo máximo posible que afecte al flujo de viajeros internacionales", dijo este miércoles el portavoz gubernamental japonés, Hirokazu Matsuno.

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Según el diario oficialista Global Times, las represalias chinas son "una respuesta directa y razonable" y tienen el objetivo de "proteger sus legítimos intereses" después de que "algunos países exageraran la situación epidémica de China e impusieran restricciones de viajes en una clara muestra de manipulación política".

Por su parte, el portavoz de Exteriores Wang Wenbin se limitó este martes a comentar que desde que China anunció la decisión de abrir fronteras y gestionar la covid de manera más laxa, "algunos países han anunciado restricciones sin tener en cuenta la ciencia, los hechos y la situación epidémica real".

Aunque Wang evitó señalar directamente a Japón y Corea del Sur, apuntó que "algunos países han insistido en tomar medidas discriminatorias contra China, algo que rechazamos y contra lo que tomaremos medidas".

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Muchos países y regiones han impuesto restricciones a los viajeros procedentes de China ante el temor a nuevas variantes y al considerar que Pekín no está compartiendo datos reales sobre el alcance de la ola que atraviesa su territorio.

Pese al tsunami de infecciones y a las escenas de alta presión hospitalaria registradas en algunas ciudades chinas tras abandonar la política del 'cero covid', las autoridades del país han informado de apenas unas decenas de fallecimientos recientes por la enfermedad.

China, que abrió sus fronteras el pasado 8 de enero, defiende que ha compartido datos "de forma, abierta, puntual y transparente" desde el inicio de la pandemia.

La relajación de las medidas de contención contra la covid llegó el pasado diciembre, después de que el hartazgo ante la política de 'cero covid' cristalizase en protestas en diversas partes del país.