Ángel Martín, conocido como el 'héroe de Tábara', falleció en el mes de octubre, pero figura en los registros oficiales como la cuarta víctima del dramático incendio de Losacio (Zamora), registrado el pasado julio, que asoló decenas de pueblos y calcinó unas 30.000 hectáreas, y que ocurrió en plena ola de calor en el año más cálido y de los más secos de los últimos cien años.
Constructor, de 53 años, Martín vio una tarde de julio cómo las llamas acechaban su pueblo y no dudó un momento en sacar su tractor para acercarse al primera línea con el objetivo de roturar la tierra para hacer un cortafuegos. Pero el viento azuzó las llamas, que le engulleron y, aunque trató de escapar a la carrera, sufrió quemaduras en el 90% de su cuerpo y en octubre, tras meses en un hospital de Valladolid, murió.
A Martín le llamaban el "héroe de Tábara", pero hubo otros "héroes" que perecieron en el mismo incendio, el más mortal del año: Daniel Gullón, un brigadista; Victoriano Antón, un pastor de Escober de Tábara que perdió la vida en defensa de su ganado y Eugenio Ratón, un vecino de Sesnández de Tábara que falleció después de un mes ingresado en la unidad de quemados de Getafe.
El incendio de Losacio además de mortífero fue el más grande de la historia de España y el de avance más rápido desde que se tienen registros. E hizo que Zamora se convirtiera en la provincia con más hectáreas arrasadas en 2022, más de 60.000, en un año caracterizado en España por padecer la increíble cantidad de 56 GIF (Grandes Incendios Forestales), llamados así porque superan las 500 hectáreas de terreno y a los que los expertos dicen que nos tenemos que ir acostumbrando.
Desde que hay registros de GIF (2012) la media en España son 21 cada año. En 2018 hubo 3, de 2019 en adelante, una veintena por ejercicio. Pero este año han escalado hasta 56 estos graves fuegos.
El sistema europeo de incendios forestales ha alertado que el año que acaba es el que más superficie ha ardido en España: más de 306.000 hectáreas a causa de un total de 494 fuegos.
El año más cálido de la historia
Las altas temperaturas son el peor escenario para los incendios. Y ese ingrediente ha abundado este año en lo meteorológico en España, con uno de los veranos más asfixiantes y bochornosos que se recuerdan.
No en vano en el verano de 2022 España ha batido récord de días de calor extremo, con un total de 42 jornadas -prácticamente, la mitad de los días de verano-- bajo situación de ola de calor, según Aemet.
En Aemet han contado que a falta de unos días para terminar el año, ya es seguro que 2022 será en su conjunto el año más cálido de la serie histórica en España que abarca los últimos 107 años. De manera provisional, su temperatura media se puede cifrar en 15,3 ºC. Se trata de un valor 1,6 ºC por encima del promedio normal.
Es la primera vez que un año supera los 15 ºC de temperatura media desde que hay registros; el carácter de 2022 será extremadamente cálido. Salvo marzo y abril, que fueron meses fríos, el resto de los meses han sido más cálidos de lo normal, especialmente mayo, julio y octubre, que fueron extremadamente cálidos. Por primera vez, dos estaciones consecutivas dentro de un mismo año (el verano y el otoño) han sido las más cálidas de la serie (aunque el otoño empatado con el de 1983).
También se ha tratado de un año especialmente seco. Otro factor que juega en contra de la lucha contra los incendios. Ha habido precipitaciones escasas, a pesar de las lluvias de las últimas semanas.
También según Aemet, con alta probabilidad, 2022 será catalogado como un año muy seco. Es cierto que ha llovido mucho en diciembre pero en lo que va de año (hasta el día 25) han caído un total de 529 l/m², que queda aproximadamente un 15% por debajo de lo normal. "Con esas cifras, se puede calificar al año como muy seco y es, con los datos actuales, el quinto más seco de la serie histórica (que arranca en 1961), por detrás de 2005, 2017, 2015 y 1998. En función de las lluvias acumuladas entre el 25 y 31 de diciembre, todavía puede escalar alguna posición más, pero es muy probable que 2022 termine como uno de los ocho años más secos de la serie histórica", asegura Rubén Del Campo, de Aemet. Para paliar la sequía se necesitaría que el invierno recién estrenado y que se augura cálido sea bastante más lluvioso de lo que se espera.
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