Atrás quedan los suspendidos 'por los pelos' con un 4 en Matemáticas o los 7, 8 y 9 en el boletín de calificaciones a final de trimestre. Las notas que han tenido que firmar los padres de los niños y adolescentes españoles estas Navidades han llegado sin números, sustituidos por resultados cualitativos con la entrada en vigor de la nueva ley educativa. Los Notables, Sobresalientes o Insuficientes toman así el relevo en los cursos impares de Primaria y ESO en este primer año de implantación de la norma en los cursos impares, y harán lo mismo en los cursos pares a partir del próximo curso. 

No es que los resultados cualitativos no existieran ya, pero con la anterior ley -la Lomce- los documentos de evaluación ofrecían ambas formas de calificar a los alumnos. Es decir, un Insuficiente iba siempre acompañado de una calificación numérica (1, 2, 3 o 4), igual que el Suficiente (5), el Bien (6), el Notable (7 u 8), y el Sobresaliente (9 o 10). 

Sin embargo, el alma de la nueva reforma educativa -la Lomloe-, que empezó a aplicarse en las escuelas este septiembre, consiste en promover un modelo más competencial, lo que deja a los números fuera de la ecuación. "Los resultados de la evaluación se expresarán en los términos Insuficiente (IN) para las calificaciones negativas, Suficiente (SU), Bien (BI), Notable (NT), o Sobresaliente (SB) para las calificaciones positivas", establecen los currículos de Educación Primaria y Educación Secundaria Obligatoria (ESO) aprobados en marzo.

Según los datos del anterior curso (2021-22), cerca de dos millones y medio de niños y adolescentes habrían recibido el acta de notas con este formato en diciembre. Esto es, los alumnos de 1º, 3º y 5º en Primaria; y los de 1º y 3º de la ESO. El resto lo hará en el próximo diciembre, y los únicos que quedan fuera de este cambio son los alumnos de Bachillerato, que mantendrán sus notas numéricas.

Madrid mantendrá las notas numéricas y toda la Historia en la ESO en contra de la 'Ley Celáa'

La decisión de sustituir los números por letras en las actas de evaluación no fue bien recibida por todo el mundo. La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, intentó frenar este cambio mediante la aprobación de un decreto que le permite fijar el 40% del currículo. Pero la iniciativa quedó fuera del texto al entrar en conflicto con las enseñanzas mínimas fijadas por la ministra de Educación, Pilar Alegría. 

Fue solo una de las múltiples críticas que mereció el desarrollo curricular de la Lomloe, que han tenido que aplicar los docentes desde este septiembre, en muchos casos, deprisa y corriendo. Y es que, entre otras cosas, la reforma educativa contempla cambios importantes. Por ejemplo, repetir será "excepcional" en la ESO, y será un equipo de profesores quien decidirá si un alumno con materias suspensas pasa de curso o no. Además, un estudiante solo podrá repetir una vez por curso y, como máximo, dos a lo largo de la ESO. 

Un equipo de profesores decidirá si un alumno pasa de curso en la ESO y las calificaciones ya no serán numéricas

El objetivo de este cambio es reducir el abandono escolar y la repetición de curso, ya que España es el país de la OCDE con más repetidores en Secundaria: casi el 9% frente al 1,9% de media; y triplica la tasa europea. "Repetir curso no sirve de nada y es económicamente muy costoso", defendió Alegría, ante las críticas que se alzaron ante este nuevo modelo de promoción.

Sea como fuere, el cambio en las notas es solo el primer síntoma de un cambio de dinámica. Los verdaderos efectos se dejarán ver al finalizar el curso en verano, y cuando los profesores hayan tenido la posibilidad de implantar las novedades en septiembre a un ritmo más pausado y con unos contenidos ya asentados.