El número de estudiantes matriculados, tanto en las universidades públicas como en las privadas, ha aumentado un 3,1% respecto al último curso académico, aunque con un pequeño matiz. El dinamismo en las privadas volvió a ser más intenso que en las públicas (en grado representaron el 17,7% y en máster hasta el 43,5%, muy cerca de superar a las públicas).  

Es uno de los datos que desvela el Informe CYD 2021/2022, publicado este miércoles, y que apunta a la la importancia de dotar a la universidad de más financiación, una mayor autonomía de gestión y un sistema de rendición de cuentas basado en resultados.

Según estos datos, en máster, las universidades privadas están ya próximas a superar a las públicas, que sufren un estancamiento con apenas 300 matriculados más en comparación al crecimiento del 10% de las privadas. En los otros niveles educativos, las universidades privadas aún no llegan al 20% en el grado y significan poco más del 5% en el doctorado. 

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Esta situación es algo anómala en el contexto europeo ya que la participación de las universidades públicas en máster en la Unión Europea es 20 puntos porcentuales superior a la española, siendo España, de hecho, uno de los cinco países de la UE con una menor participación de las universidades públicas en el alumnado de máster.

Estos datos revelan una especialización cada vez mayor de las universidades privadas en España en el nivel de máster, no solo de los títulos oficiales, sino también con títulos propios y formación continua. La mayor flexibilidad y la posibilidad de conciliar que ofrecen las universidades privadas les estarían dando ventaja. 

Además, según los indicadores de desempeño académico, sugieren que el alumnado de las privadas obtiene mejores resultados que los de las públicas. El ranking CYD 2022 concluye que de las 19 universidades con mejor rendimiento en los nueve indicadores que se incluyen en la dimensión de enseñanza y aprendizaje, casi 14 universidades son privadas (tres cuartas partes). Destacan especialmente CUNEF Universidad, Francisco de Vitoria, Pontificia de Salamanca, ESIC Universidad, Navarra y Pontificia Comillas.

Primer aumento en una década 

En el curso académico 2020-2021 había 1.336.009 alumnos matriculados de grado, un 3,1% más que el anterior. Un aumento que se experimentó en mayor medida en las privadas (9,1%) que en las públicas (1,8%).  En el caso de las universidades públicas, este aumento significa la primera variación positiva en prácticamente una década, mientras que en las privadas se aceleró el crecimiento que llevan mostrando desde hace tiempo.

Respecto al perfil del alumnado, más de 7 de cada 10 alumnos van a universidades públicas presenciales y un 10,5% adicional a la UNED. En las universidades privadas presenciales están matriculados el 12,1% de los alumnos y en las privadas a distancia el 5,7%.

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Otro de los aspectos que ofrece este detallado informe es que el porcentaje de mujeres matriculadas disminuye al aumentar el nivel universitario, así las estadísticas en grado son del 56% y bajan hasta el 50% en el doctorado. También la presencia femenina es superior en las universidades privadas que en las públicas.

Una estadística positiva que se refleja es que la tasa de rendimiento (porcentaje de créditos aprobados respecto a matriculados) pasó del 78% al 85% en 2019-2020 en el grado en el conjunto del Sistema Universitario Español. Aunque desde CYD afirman que está por ver "si estos resultados son puntuales debidos a la anomalía de la pandemia o si se consolidan en cursos venideros".

Preocupación por las STEM

El informe alerta sobre la preocupante menor especialización, en comparación con la UE, que hay en España en ámbitos de estudio ligados a las STEM, esto es, ciencias naturales, matemáticas y estadística, tecnologías de la información y comunicación, e ingeniería, industria y construcción. Esta situación se agrava al observar que la proporción de matriculados en ingenierías está disminuyendo en los últimos cursos. Las mejores perspectivas laborales que ofrecen estos estudios en relación con otros parecen no ser reclamo suficiente para atraer a los estudiantes a titulaciones de esta rama. En cambio, hay mayor especialización en, por ejemplo, educación.

Por ámbitos de estudio, las universidades privadas tienen la menor participación relativa en artes y humanidades y en las STEM (ciencias, matemáticas e ingenierías, sobre todo, no tanto informática). 

Respecto a la participación de las mujeres en ámbitos STEM, y en comparación con la UE, es preocupante la poca presencia femenina en tecnologías de la información y comunicación y también las bajas cifras en ciencias, especialmente, matemáticas. En cambio, en ingenierías, España está mejor situada relativamente. Las posibles acciones para incrementar la presencia femenina en estos ámbitos se deberían focalizar-afirma la Fundación CYD- pues prioritariamente en TIC y matemáticas, ámbitos además sobre los que pivotan los perfiles profesionales del futuro y que tienen una gran demanda de trabajadores de alta cualificación.