Omar Anguita Diputado y portavoz Socialista de Infancia y Juventud
OPINIÓN

Seguimos y seguiremos, a pesar de sus insultos

Un grupo de personas en el hemiciclo del Congreso de los Diputados en las 25 Jornadas de puertas abiertas.
Un grupo de personas en el hemiciclo del Congreso de los Diputados en las 25 Jornadas de puertas abiertas.
GUSTAVO VALIENTE / EP
Un grupo de personas en el hemiciclo del Congreso de los Diputados en las 25 Jornadas de puertas abiertas.

El pasado viernes tuve el inmenso honor de poder acompañar a cientos de ciudadanos durante su visita al Congreso, durante la celebración de jornadas de puertas abiertas. Es una de las mejores oportunidades para hablar con quienes tienen interés en lo que ocurre en el Congreso durante nuestras sesiones parlamentarias. Y sí … nos preguntaron por la crispación política.

Es cierto que notamos que la gente tiene la sensación de que hay solo bronca en el Congreso, que hay solo insulto y descalificación. Y no es justo ni se parece a la realidad.

Es cierto que los partidos políticos, legítimamente, deben mostrar sus diferencias entre ellos. Es lógico que la gente sepa para qué vota a un partido y qué le diferencia del resto. Esto es absolutamente normal y lógico en citas electorales.

Lo que no tiene ningún sentido es prolongar esa búsqueda de diferencias una vez pasadas las elecciones. El Congreso no se puede convertir en un debate preelectoral continuo. La oposición debe asumir de una vez por todas que no solo perdieron las elecciones, sino que otro partido las ganó. Y eso es democracia. Pero la derecha ha dado un paso más: la descalificación y el insulto. Y el PP de Ayuso le come terreno al PP de Feijóo. Empujado por la radicalidad de la presidenta de la CAM, Feijóo se adapta al estilo de debate de Ayuso y de la ultraderecha.

No es lo mismo el que insulta que el que los recibe, no es lo mismo el agresor que el agredido

Terroristas, traidores, golpistas y desmembradores de España. Todo eso nos llaman a los socialistas cada semana. Todos esos insultos son gritados desde una parte del hemiciclo, aunque en los medios reflejen en sus titulares cosas como "sube la temperatura en el Congreso" o "aumenta la crispación política". Pues no.

No es lo mismo el que insulta que el que los recibe, no es lo mismo el agresor que el agredido. Estoy cansado de la equidistancia con la que se trata este tema. No, no insultamos todos. Pero que tengan una cosa bien clara: por mucho insulto, por mucha descalificación… no nos van a detener, no nos vamos a rendir. Seguimos y seguiremos. 

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