La COP27 designa a Ribera como una de las ministras facilitadoras de un acuerdo sobre la agenda de adaptación al cambio climático

Teresa Ribera, este martes en un coloquio en la COP27 junto a la comisaria de Energía, Kadris Simson (centro).
Teresa Ribera, este martes en un coloquio en la COP27 junto a la comisaria de Energía, Kadris Simson (centro).
EFE
Teresa Ribera, este martes en un coloquio en la COP27 junto a la comisaria de Energía, Kadris Simson (centro).

La Cumbre del Clima de Sharm el-Sheikh (Egipto) avanza en su segunda y última semana sin que de momento se vislumbren acuerdos sobre los principales temas. Ante esta situación, y como es habitual en estas citas, la organización ha designado a una serie de ministros como "facilitadores" de pactos en las distintas áreas. Una de ellas será la vicepresidenta tercera, Teresa Ribera, que junto a la ministra de Medio Ambiente, Cambio Climático y Tecnología de Maldivas, Shauna Aminath, se empleará a fondo para que al final de la semana -o en el plazo prorrogado que se determine- haya un compromiso en la agenda de adaptación al cambio climático.

La agenda de adaptación es uno de los tres puntos claves sobre los que la COP27 debería alcanzar un acuerdo, que de momento se ve difícil. Se trata de ver cómo los países pueden ser mas resilientes al cambio climático para recuperarse de fenómenos catastróficos que son causa del mismo. Uno de ellos sería la sequía, contra la que el Gobierno español ha lanzado junto con Senegal en esta COP27 una Alianza Internacional para hacer frente a sus estragos. 

Entre los objetivos más concretos de esta agenda de adaptación de la que Ribera será "facilitadora" está la exigencia por parte de los países en desarrollo de que las naciones industrializadas cumplan con su compromiso de destinar 100.000 millones de dólares al año a esta tarea, porque de momento las cifras disponibles, para 2020, indican que solo han reunido 83.000 millones.

“Debemos construir sobre los acuerdos de Glasgow y concretar un sistema de evaluación que avance en el objetivo global de adaptación. La decisión de esta COP debe incluir un programa de trabajo que sirva de guía para medir los impactos, riesgos y vulnerabilidad, y establezca cómo llevar adelante la planificación de los países y la implementación de las medidas”, ha expresado Ribera sobre su cometido en la Cumbre del Clima, en la que permanecerá toda esta semana. 

También en materia de adaptación, el Gobierno defiende que España ha sido "pionera en Europa" en aprobar un Plan Nacional de Adaptación al Cambio Climático. La primera versión es de 2006, cuando España se convirtió en el segundo país por detrás de Finlandia en tener un documento de planificación para mejorar la capacidad de anticipar e identificar las orientaciones.

Teresa Ribera y el presidente de Brasil, este martes en la COP27.
Teresa Ribera y el presidente de Brasil, este martes en la COP27.
EFE

En la jornada de este martes, ha participado en un coloquio junto a la comisaria europea de Energía, Kadris Simson, que ha subrayado que "España ha sido de gran ayuda en esta crisis" y "muy ambiciosa con sus objetivos climáticos". También ha mantenido un encuentro, precedido por un afectuoso saludo, con el nuevo presidente de Brasil, Inacio Lula da Silva, cuya reciente reelección y presencia en la COP27 es vista por la comunidad internacional como la vuelta de su país a los compromisos climáticos.

Mitigación y Daños y Pérdidas

La adaptación es en cierto modo el estadio intermedio de los tres que se plantean en esta Cumbre del Clima para afrontar los efectos del Cambio Climático. La anterior sería la agenda de mitigación, que buscará en Egipto un acuerdo para precisar los objetivos que se fijaron en 2005 en la Cumbre del Clima de París, para que el calentamiento global no suba en 2050 por encima de 1,5 o 2 grados con respecto a la era preindustrial. Esta semana, el enfrentamiento está entre los países que como la UE quieren que el límite máximo sea de 1,5 grados y otros, como los del Golfo Pérsico, que quieren poder subir a 2ºC. 

A falta de unos días para ver si hay acuerdo, la publicación este martes de un documento por parte de la presidencia egipcia de la Cumbre ha evaporado de momento las expectativas que existían de un compromiso para abandonar progresivamente el uso de combustibles fósiles, del mismo modo que el año pasado, en la COP26 de Glasgow, se acordó hacer lo mismo con el carbón. De momento, parece que los países en desarrollo, entre ellos muchos africanos incluido Egipto, no abandonan su intención de utilizar sus recursos fósiles para su desarrollo económico, de la misma manera que los ya industrializados llevan décadas haciendo.

A primera hora de la jornada, la propia Ribera ha confirmado que, a su pesar, el compromiso que alcanzaron hace días la UE, Estados Unidos, India y América Latina n figura en la propuesta de acuerdo de la COP27. "Hay algo que nos parece que no puede caer [del acuerdo], que es el compromiso alcanzado de ir reduciendo y eliminando los subsidios a los combustibles fósiles y dejando atrás la economía del carbono y esto no aparece todavía en la lista de los aspectos recogidos en la propuesta de los egipcios", ha dicho en declaraciones a la prensa destacada en Sharm el-Sheikh.

Tras la mitigación y la adaptación, el tercer gran punto de la Cumbre del Clima de este año, el más importante, de hecho, es la pretensión de los países en desarrollo de que se cree un nuevo fondo, un nuevo instrumento financiero, para que los países ricos contribuyan a pagar los daños y pérdidas que provoca en sus territorios el cambio climático, al que son más vulnerables que los países más desarrollados, que, a la inversa, más han contribuido al calentamiento global.

Es la agenda de Pérdidas y Daños, que desde el principio has sido visto como el acuerdo más complicado pero sobre el que a final de la ronda de negociaciones técnicas, el pasado fin de semana, había cierta esperanza de lograr avances, por el "empuje" que China está haciendo junto con los países del sur -el G-77- y porque la UE  parecía ya no cerrarse totalmente a ello. 

Sin embargo, la conclusión de este martes parece ser un paso atrás porque según explica el representante español de Greenpeace en la CPO27 Pedro Zorrilla, "los países del norte global dicen que no tienen fondos para financiar a los más vulnerables a los impactos del cambio climático". Esta organización les insta a sacarlos de las subvenciones a los combustibles fósiles y de los beneficios de los combustibles fósiles, que podrían repartir ya que están causando tanto daño.

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