La ciudad de València dispondrá de un segundo refugio para animales abandonados que servirá para descongestionar el que actualmente presta servicio en Benimàmet y que presenta problemas de saturación. La nueva instalación, que se ubicará en una parcela junto a la ronda norte, costará 2,7 millones de euros y no entrará en servicio, como mínimo, hasta finales o de 2023 o principios de 2024, según calcula el Ayuntamiento. Entre las prestaciones de la nueva instalación figuran la refrigeración, un quirófano veterinario o una sala para impartir cursos a los potenciales dueños.

La Junta de Gobierno Local aprobó el pasado 21 de octubre el proyecto básico y de ejecución del nuevo centro municipal de acogida de animales, cuya redacción se adjudicó al estudio Vetges Tu i Mediterrània. Una vez validado por los servicios técnicos del Consistorio, que pidieron a los redactores incluir la instalación de placas solares fotovoltaicas integradas en el edificio principal y de bocas de incendios, el proyecto pasará ahora a fase de licitación, explican fuentes municipales.

Según consta en el expediente, la instalación contará con 40 espacios y estructuras cerradas en la planta baja para albergar hasta 100 perros. En la planta segunda habrá ocho recintos habilitados con capacidad máxima para 88 gatos. El recinto, dedicado a acoger animales abandonados hasta que son adoptados, se ubicará en la calle Tavernes Blanques, junto a esta localidad y en una zona de huerta apartada de los núcleos poblacionales y edificios residenciales, para evitar posibles molestias al vecindario, apuntan las mismas fuentes.

"Estamos hablando de dar respuesta a una necesidad que València tiene desde hace mucho tiempo, puesto que el centro de animales de Benimàmet se queda corto en muchas ocasiones para una ciudad con unas dimensiones como las de València", explica la concejala de Bienestar Animal, Glòria Tello. "Es una forma de ponernos al nivel de ciudades como Madrid o Barcelona, que cuentan con espacios como estos en sus refugios para animales", añade, al tiempo que afirma que no será "un hotel VIP ni nada por el estilo", sino "un refugio que albergará a casi 200 animales abandonados mientras encuentran alguna familia que quiera hacerse cargo de ellos".

La edil sostiene que, con esta iniciativa, València defiende "desde la sensatez" el bienestar animal. En este sentido, recuerda medidas aprobadas por el Gobierno local como la prohibición del uso de animales en los circos que actúan en la ciudad, las inversiones en las instalaciones de Benimàmet y en  el centro de avifauna de Nazaret, así como la mejora de las condiciones de los refugios urbanos de gatos y la calificación de sus cuidadores.