OPINIÓN

Díaz-Olona: tanto monta...

La vicepresidenta segunda del Gobierno, Yolanda Díaz.
La vicepresidenta segunda del Gobierno, Yolanda Díaz.
EFE
La vicepresidenta segunda del Gobierno, Yolanda Díaz.

Que no se preocupe Sánchez por la ruptura entre Iglesias y Díaz, que ya ha irrumpido Olona para hacer lo propio con Abascal. Me recuerda a los tiempos de Casado cuando la emprendió a guantazos con Ayuso, justo cuando esta acababa de ganar las elecciones, aunque aquello fue otro cantar.

En un contexto en el que el bipartidismo cobra fuerza en España, llegan nuevos rifirrafes en sus respectivos extremos para corroborarlo. No hace falta ser una gran estadista para concluir que si un partido quiere darse un batacazo, no tiene más que escindirse y lo logrará en cuestión de horas. El resto lo perpetra la Ley D’Hont, que provoca que los votos de una formación se desplacen a otra distinta a la que pretendían sus electores, en el caso de que esta se quede sin representación. Le ocurrió a Podemos, cuando se desprendió de Errejón y lo volverá a acusar ahora si prescinde de Díaz; lo mismo le sucederá a Vox.

Manteníamos la vista puesta en Díaz, que lleva más de un año dándole vueltas a un proyecto que ya no se sabe si suma o resta, cuando aparece Olona con la misma cantinela. En fin. En el caso de la ministra de Trabajo, por si había alguna duda, ya ha llegado Iglesias a confirmar los rifirrafes y a provocar un cisma aún mayor. Por parte de Olona, su hazaña aún es mayor teniendo en cuenta que irrumpe tras encabezar una candidatura en Andalucía, donde dejó a su formación sumida en la irrelevancia. Aun así, se presenta con un proyecto que dice que no es político –vaya usted a saber– pero con el que pretende concitar voluntades. Vox resta importancia en público a esta irrupción, que no desdeña en privado. Mientras, PP y PSOE se agachan para esquivar sus posibles efectos.

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