La muerte de Olivia, la niña asesinada presuntamente por su madre en Gijón, sigue conmocionando a España. La autopsia ha revelado que habría muerto por una sobredosis que triplicaba la cantidad de fármacos que una persona de 20 kilos puede ingerir sin fallecer, según El Comercio. Y mientras Noemí Martínez se encuentra ya detenida y en prisión preventiva, este jueves se ha sabido que Eugenio García, el padre de la niña, fue condenado a nueve meses de prisión por violencia de género.

En el cuerpo de la pequeña de seis años fueron encontradas "grandes cantidades" de lorazepan, un sedante y ansiolítico, y también de Enantyum, empleado para dolores agudos. La mujer habría preparado un cóctel machacando las pastillas y las habría introducido en una taza de cacao con leche que la niña habría tomado la noche antes de ser hallada sin vida. La autopsia también ha revelado que el cuerpo no presentaba signos de asfixia mecánica, ya que sus vías respiratorias no fueron obstaculizadas.

Los agentes encontraron a madre e hija en la cama sobre las 23.00h del domingo en una vivienda de alquiler en el barrio gijonés de El Llano, después de que varios familiares hubiesen llamado a la Policía Nacional alertando de la desaparición de ambas. Todo apuntaba a un intento de suicidio colectivo planeado por la presunta asesina para no dejar a la menor con su padre, después de que a este se le hubiera otorgado un día antes la custodia. De hecho, la mujer le envió un mensaje a su hermano en el que le dijo: "Antes de entregársela a su padre, la mato". 

Los servicios de emergencia no pudieron hacer nada por Olivia pero Noemí sí fue trasladada al hospital y el lunes pasó a Comisaría.

Prisión provisional para la madre de Olivia, la niña asesinada en Gijón

Este jueves el Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León (TSJCyL) revelaba que ambos progenitores se encontraban inmersos en una serie de procesos penales y civiles. El tribunal apunta que al hombre inicialmente no se le había concedido la custodia porque sobre él pesaba una causa judicial por violencia de género que derivó finalmente en una condena de nueve meses de prisión. Esta pena estaba "pendiente de cumplimiento al haberse acordado la suspensión de la misma por plazo de dos años bajo condición de no volver a delinquir en ese plazo".  

En ese contexto, la sentencia de divorcio, de febrero 2019, otorgó la guarda y custodia de la Olivia a Noemí y así fue durante tres años, en los que Eugenio no la reclamó. Hasta que la mujer solicitó la autorización para mudarse de la localidad segoviana de Palazuelos de Eresma a Gijón, así como la modificación de régimen de visitas. Tras esta demanda, el hombre reculó.

En un principio la justicia autorizó el traslado como medida provisional pero el pasado 27 de octubre, tras la celebración de una vista para adoptar una resolución definitiva, el juzgado acordó otorgar la guarda y custodia al hombre al entender que la menor tenía sus raíces en la provincia de Segovia, donde estaban su familia extensa, su colegio, sus vecinos y amigos. El juez determinó que ese interés superior de la menor era el que debía primar.

Aplican el protocolo antisuicidio a la detenida por matar a su hija en Gijón

Eugenio asegura que Noemí puso una serie de denuncias falsas con el propósito de impedir que él se quedara con la custodia de la niña. Cuando la justicia finalmente le concedió, la mujer decidió acabar con su vida.

Noemí podría ser condenada a prisión permanente revisable, debido a que existe el agravante de parentesco y a que Olivia tenía menos de 16 años, motivos por los cuales la legislación concede la posibilidad de aplicar esta condena. La dirección del Centro Penitenciario de Asturia, donde ingresó este miércoles, le ha aplicado el protocolo antisuicidio, según confirmaron fuentes penitenciarias. Por ello se encuentra acompañada de una interna de confianza.