La intoxicación por metales pesados en loros por picar las jaulas, un problema de salud grave y habitual que debemos prevenir

Uno de los loros del centro Avetropic.
Uno de los loros del centro Avetropic.
AVETROPIC
Uno de los loros del centro Avetropic.

Mucha gente con pequeños loros en el hogar desconoce por qué se dan las famosas intoxicaciones por metales, uno de los problemas de salud más habituales en las clínicas veterinarias de animales exóticos del que se habla muy poco, a pesar de su gravedad. Pero, ¿qué son exactamente?

Roger Valls, cofundador de la asociación Avetropic, cuya misión es salvaguardar el bienestar de las psitácidas que viven en condiciones de cautividad, explica que una intoxicación por metal pesado es "una ingesta excesiva de un determinado elemento que, en este caso es un metal pesado".

"Los metales forman parte de los alimentos que comúnmente consumimos y en pequeñas cantidades son necesarios, el problema viene cuando las cantidades son superiores a las que el organismo puede tolerar", detalla. "Este tipo de intoxicaciones vienen dadas habitualmente por la ingesta de pinturas, especialmente los recubrimientos de metales como los de los barrotes de las jaulas, por ejemplo".

Valls asegura que el caso clásico con el que se encuentran a menudo es cuando utilizamos mallas galvanizadas al montar las volanderas de nuestros loros en el hogar. "El problema que tienen estas mallas es que están recubiertas de zinc, un elemento que puede ser tóxico y al que los loros llegan cuando mordisquean la malla o la toquetean con la lengua", cuenta.

"La gente no sabe que estas mallas están recubiertas de un elemento tóxico para sus loros, por los que las utilizan sin más, algo que es un peligro porque en cuestión de pocas horas puedes tener un animal prácticamente moribundo", advierte el experto en psitácidas.

El problema que tienen estas mallas es que pueden haber sido galvanizadas después de trenzarse, lo que es "realmente peligroso" ya que "quedan muchísimos restos del recubrimiento libres, es decir, fáciles de extraer por nuestros loros", expresa Valls.

Por suerte, hay soluciones para este problema y sin tener que deshacernos de la malla que hemos comprado. En Avetropic siguen un proceso de limpieza previo de las mismas para evitar el exceso de zinc. "Primero, aplicamos con un cepillo agua y jabón a la malla y frotamos todo para limpiarlo, tanto de restos como de suciedad", empieza.

Las mallas están recubiertas de un elemento tóxico para los loros, en cuestión de horas puedes tener un animal moribundo

"Después la aclaramos y realizamos el mismo proceso pero, esta vez, utilizando vinagre de limpieza, lo que limpiará completamente los restos de zinc", continúa explicando Valls. "Una vez enjuagada, solo hay que dejarla secar y comprobar que está limpia tocándola con las manos. Si no nos quedan restos blanquecinos, ya la podemos usar".

Síntomas y tratamiento de la intoxicación por metales

Por otro lado, es importante que sepamos reconocer cuando nuestro loro no se encuentra bien, ya que los animales exóticos no muestras cómo se encuentran hasta no estar realmente enfermos. "Los síntomas son comunes pero no específicos", afirma el experto de Avetropic. "Un veterinario necesitará realizarle una analítica para determinar que sufre una intoxicación por metales pesados".

"Sin embargo, debemos acudir al veterinario si encontramos a nuestro loro en un estado más letárgico o si empieza a estar embolado, es decir, con las plumas esponjadas, recogido en sí mismo)", detalla. "Si vemos vómitos o que sus heces son más oscuras de lo normal, podríamos estar ante una intoxicación por metales".

Estas intoxicaciones pueden tener secuelas de por vida y el animal llegar a necesitar medicación para siempre

Además, Valls advierte que las intoxicaciones por metales pesados pueden ser "algo muy serio" y que "no es raro que se ponga tan mal que muera en cuestión de días si se trata de una intoxicación aguda". "Obviamente, también las hay a largo plazo, mucho más difíciles de detectar".

Por último, el especialista en psitácidas recuerda la importancia de las revisiones con el veterinario, así como seguir sus indicaciones para el tratamiento posterior a la intoxicación. "Este no es mi campo, pero me imagino que el tratamiento irá encaminado a proteger los riñones y el hígado, ya que serán los más perjudicados al ser los encargados de gestionar los elementos que el organismo no necesita".

"Estas intoxicaciones pueden tener secuelas de por vida y el animal puede llegar a necesitar medicación para siempre, por lo que ir al veterinario, determinar la causa y la gravedad de la intoxicación y eliminar el elemento que se la está produciendo, serán siempre los pasos a segur", concluye.

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