Kim Kardashian responde a los comentarios antisemitas de Kanye West que han provocado que Adidas rompa su acuerdo con él

Kim Kardashian.
Kim Kardashian.
WILLY SANJUAN / GTRES
Kim Kardashian.

Como se siente desatado (no se puede decir desencadenado, que él cree que Tarantino le plagió), Kanye West no ha tenido problemas en desdecir sus propias disculpas y volver a arremeter contra los judíos en un país, además, en el que suelen ocupar puestos muy altos en la sociedad. Sus comentarios antisemitas, unidos a sus perfomances racistas, han acabado hartando a su exmujer, Kim Kardashian, que por fin se ha pronunciado al respecto, algo que sus fans -o incluso pesos pesados de la industria como Boy George- le reclamaban desde que comenzó el show de Ye.

A sus 42 años, la empresaria e influncer ha visto cómo el padre de sus cuatro hijos lleva varias semanas totalmente fuera de control: el apoyo en su última línea de ropa al movimiento supremacista blanco, la extorsión pública a la que la sometió para conseguir llevar a sus hijos a su Donda Academy, su compra de la red social de la ultraderecha en Estados Unidos o sus insultos a Pete Davidson han colmado la paciencia de Kimberly.

Así, este pasado lunes por la tarde, la más mediática de las Kardashian ha escrito un tuit en el que, aunque no lo menciona, critica las palabras del que fuera su marido. "El discurso de odio jamás es correcto ni es excusable", ha comenzado diciendo sobre las declaraciones de Ye, quien aseguró que iría "a muerte" a por los judíos.

"Apoyo a la comunidad judía y pido que las horribles violencias y retóricas de odio hacia ellos termine inmediatamente", ha añadido, en un mensaje que recuerda al "Apoyo a mis amigos y al pueblo judío" que postearon Khloé Kardashian y Kris, Kendall y Kylie Jennr.

Las palabras de Kim obviamente llegarán a oídos de Kanye, quien por otra parte está viendo cómo todo el mundo le está dando de lado desde que volviese a la carga a pesar de su perdón por causar "dolor y confusión" y que también enfrenta una demanda de 250 millones de dólares por difamación que le ha presentado la familia de George Floyd, de quien dijo que murió porque consumía fentanilo y no por la asfixia que le produjo la violencia policial.

En apenas unos días le han apartado de su círculo dos bufetes de abogados (el primero, porque está fundado y presidido por judíos; el segundo, con la abogada de Johnny Depp, por no retractarse); su agencia de representación, CAA, una de las más importantes del entretenimiento global, le ha echado; su entidad bancaria, JP Morgan, que le ha pedido que retire los fondos de su cuenta; el mundo de la moda al completo (y los relacionados con este indirectamente); y Balenciaga está a punto de cesar sus acuerdos con él, entre otras cosas porque a los directivos de la marca deportiva les mostró un vídeo porno para ponerse como ejemplo.

De hecho, Adidas ya lo ha hecho. El fabricante alemán de artículos deportivos ha anunciado este martes que finaliza su cooperación con el cantante estadounidense con efecto inmediato, tras las declaraciones de carácter antisemita que califican de "inaceptables".

Según un comunicado de la empresa, Adidas "no tolera el antisemitismo ni ningún otro tipo de discurso de odio" y agrega que "las recientes declaraciones y acciones de Ye son inaceptables, odiosas y peligrosas". 

Por último, The Hollywood Reporter ha podido saber que el estudio de cine y televisión MRC, que tenía terminado un documental sobre Kanye West, va a archivarlo y no va a emitirlo ni sacarlo a la luz. "No podemos admitir ningún contenido que amplifique", han asegurado en un comunicado.

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