En una semana que comenzaba con el Día Mundial de la Salud Mental, sin lugar a dudas Kanye West está dando claras señales de que necesita, como mínimo, ir a terapia. Eso por decirlo suavemente, porque lleva una época en la que ha protagonizado polémicas de todo tipo: fue racista y gordófobo y creó una guerra abierta contra él por parte del mundo de la moda, luego lanzó mensajes antisemitas, las redes ya creen que lo que está haciendo con Kim Kardashian y sus hijos es pura violencia vicaria y, por último, su maniobra/venganza contra Adidas.

El rapero de 45 años, quien también se ha enfrentado recientemente contra Mark Zuckerberg, se considera a sí mismo un genio, pero su proceso creativo lo que muestra es una espiral de destrucción de todo lo que tiene alrededor, como ha demostrado cuando se ha reunido con varios directivos de la famosa marca deportiva.

Esta, tras sus escándalos, estaba revisando su colaboración con el músico (sus zapatillas Yeezy), y, según se ha filtrado, aquella charla acabó siendo toda una oda a la idea de Ye de que está por encima del mundo, quien además hace poco compartía en su Instagram una falsa portada de The New York Times anunciando la muerte de Kasper Rorsted, CEO de Adidas.

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Su vertiente religiosa, con la que ha creado su Donda Academy, parece que no impide que el porno sea una parte de su vida tan importante como para utilizarlo de metáfora en la audiencia que hizo ante los empleados de Adidas, atónitos cuando Kanye comenzó a reproducir un vídeo de contenido para adultos para que lo vieran.

"En esta compañía, a nivel de negocios y en el marco de nuestra colaboración, no se han hecho las cosas bien y es cosa vuestra", decía el artista mientras reproducía el vídeo pornográfico. "La idea detrás de este vídeo es que el protagonista ha sido infiel a la chica y ella decide hacer justo lo que él más teme. Pues esta es vuestra peor pesadilla. No que yo os pegue o que os haga ver porno. Vuestra peor pesadilla no es que yo me ponga a gritar; porque ya hemos pasado por todo eso. Vuestra peor pesadilla es él", añadía, señalando al que dicen será nuevo CEO de la marca y dejando entrever que no les hará gracia cuando él les sea infiel y lleve su colaboración a otra firma.

Los directivos que, totalmente desconcertados, apartan la mirada y no saben muy bien cómo reaccionar, hasta que uno de los colaboradores del músico habla. "Lo que estáis sintiendo ahora es una incomodidad extrema. Ese es nuestro objetivo porque cuando alguien le roba las ideas a este hombre, sus creaciones, es como si le estuvieran robando uno de sus hijos. Sus hijos creativos, a los que habéis secuestrado", afirma.

Finalmente, Kanye decide declararle la guerra a Adidas. "Nuestro ejército está preparado. Y estamos ante un nivel muy diferente de actividad nuclear de la que nadie se recuperará. No discuto sobre dinero con gente que tiene menos dinero que yo y tampoco discuto mis ideas con quienes tienen menos ideas que yo", finaliza.