Muchos consumidores disponen de un termo eléctrico en sus viviendas para calentar el agua sanitaria utilizando energía eléctrica. Estos aparatos, explican desde Selectra, calientan el agua a través de una resistencia eléctrica interna. "El termo se conecta a la red de agua fría de la casa para poder llenar su depósito y una vez está repleto de agua se enciende la resistencia, calentando el agua hasta llegar a la temperatura indicada en el termostato", detallan.

Pero, ¿cómo ahorrar en la factura de la luz utilizando el termo en casa? Cuando el agua alcanza la temperatura deseada, la resistencia se apaga y se acumula en su interior. "Esta resistencia solo se pone en marcha cuando la temperatura del agua disminuye, ya sea porque lleva tiempo almacenada o porque ya la hemos usado", añaden desde el blog de Hogar de Naturgy.

Recomendaciones para ahorrar energía

Tras la calefacción, el agua caliente sanitaria se encuentra en la segunda posición de la lista de consumo de energía en una vivienda, por lo que es conveniente hacer un consumo responsable. Por ello, desde Naturgy ofrecen una serie de consejos a los consumidores para evitar sorpresas en las facturas. 

Es importante contar con materiales que consigan que el termo eléctrico no pierda calor durante el mayor tiempo posible. "Siempre que puedas, elige un modelo de clase energética A para ahorrar hasta un 15% con respecto a los termos eléctricos tradicionales", señalan. 

Por otro lado, la ubicación del termo eléctrico es fundamental, y se recomienda instalarlo en el interior de la vivienda "para evitar cambios bruscos de temperatura, idealmente en el baño o la cocina". En este sentido, indican los expertos, cuanto menor distancia haya entre el aparato y los puntos de consumo, "menor pérdida de calor habrá", y el ahorro de energía puede ser de hasta un 30%.

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Otra alternativa para ahorrar es instalar perlizadores en los grifos o aireadores. "Son los responsables de inyectar aire en la salida del agua. Se mantiene la sensación de caudal, pero el consumo de agua se reduce hasta un 60%". Asimismo, un temporizador para programar su puesta en marcha es una buena idea para no gastar más de lo necesario.

Respecto a la temperatura, resulta conveniente ajustarla entre los 30 °C y los 35 °C. "Por defecto, los termos eléctricos suelen calentar el agua a 60 °C, pero en realidad, no es necesaria tanta temperatura". Así, los especialistas recomiendan reducirla unos 15 °C para ahorrar en la factura.