El robo de un bebé a sus padres el pasado miércoles en el hospital de Basurto-Bilbao ha puesto en cuestión el protocolo de seguridad vigente en los centros sanitarios del País Vasco (Osakidetza) para estos casos, que fue modificado en 2014 a raíz de otro hecho similar en el Hospital Donostia de San Sebastián.

Con el recién nacido Aimar ya en su hogar junto a sus padres tras recibir el alta en el Hospital de Basurto, donde fue arrebatado a sus padres por una joven de 24 años que se hizo pasar por sanitaria del centro, el debate se ha centrado este viernes en la eficacia del protocolo de seguridad implantado por el Servicio Vasco de Salud-Osakidetza para evitar casos como este.

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Mientras tanto, permanece en dependencias de la Ertzaintza la detenida como presunta autora del secuestro, quien ayer dejó al bebé sobre en el felpudo de un piso del barrio de Santutxu, donde fue hallado en buen estado. Fuentes de la policía vasca han señalado que previsiblemente la detenida aún no será puesta este viernes a disposición del juez.

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Incidentes previos con intrusos

Personal sanitario del Hospital de Basurto ha explicado que en el acceso a los pabellones no hay controles ni limitaciones horarias para las visitas durante el día, y ha constatado que, antes del secuestro de un recién nacido, ya se habían producido otros "incidentes con intrusos", como robos en habitaciones.

El protocolo implantado en 2014 establece que se facilite a todos los futuros padres que acceden a las maternidades vascas un folleto en el que les "solicita que apliquen una serie de recomendaciones para reforzar la seguridad" de su bebé e indica que "siempre que sea posible", las pruebas al recién nacido se harán "a pie de cama" o acompañado de un familiar.

Sin embargo, el padre de Aimar, Pedro Castro, ha asegurado que nadie les entregó un folleto o les informó oralmente de lo establecido en dicho protocolo al llegar al hospital para dar a luz. "Cuando ha pasado lo sucedido, sí que nos han informado", ha añadido.

"Lo he comentado con otros padres en los pasillos del hospital y ninguno ha recibido nada, ni en papel ni de forma oral. Hace tres años tuve otra hija en este mismo hospital y tampoco nos dijeron nada", ha sentenciado.

La consejera vasca de Salud, Gotzone Sagardui, ha asegurado que si hay que mejorar el protocolo, así se hará, aunque ha dicho que tiene que haber también un equilibrio de la seguridad con la "cercanía" que necesitan los pacientes por parte de sus familiares. Sagardui ha insistido en que este secuestro es "un hecho grave, pero excepcional" y que "lo más importante" es que el recién nacido, Aimar, está con sus padres y goza de buena salud.

El comité de seguridad de Osakidetza, citado por Sagarduy, se ha reunido este viernes y, tras destacar la necesidad de buscar "equilibrio entre la humanización y la seguridad" en los centros hospitalarios del sistema sanitario, ha acordado difundir de nuevo el protocolo, titulado "Seguridad en la atención al recién nacido" al conjunto de profesionales de las Unidades de Maternidad de Osakidetza con el fin de recordar su importancia.