Las calles del polígono industrial Marconi en Villaverde comienzan a exhibir edificios de empresas con grandes muros en blanco que dentro de poco albergarán obras de arte. El arte urbano será el protagonista y encargado de revitalizar esta zona de la capital que se ha visto perjudicada por la prostitución, la droga y los narcopoblados. Un proyecto que pretende animar a los empresarios a invertir en Villaverde, a los jóvenes a buscar empleo y, sobre todo, convertir este polígono degradado en un nuevo atractivo cultural de Madrid. 

La recuperación del polígono de Marconi a través de la cultura se inicia con la ejecución de obras de arte urbano en muros, fachadas y otros espacios del polígono, que contarán con una financiación de 200.000 euros por parte del Foro de Empresas por Madrid. Una actuación inspirada por el área de Wynwood en Miami, que durante los años 80 y 90 fue conocido por ser "el barrio del crack": un lugar peligroso, con disturbios e inseguridad que pudo transformarse gracias al arte.

Las primeras siete obras que se van a desarrollar son cinco murales y dos esculturas, que serán ejecutadas por los ganadores del Concurso Internacional de Arte Urbano organizado por el Foro de Empresas por Madrid, la plataforma de colaboración público-privada que promueve proyectos para mejorar la ciudad de Madrid. A este concurso concurrieron 47 proyectos, de los que se han seleccionado siete ganadores de entre los 18 finalistas.

Tania Carrasco

Los artistas ganadores -Bernard Puig Llasera, Gonzalo Martín Domingo, Félix Reboto López, Nicolás Santiago Romero Escalada, Louis Jean Jacques Lambert, Aylyn Nadia Vera Ramos y el colectivo Reciclajes Blas Montoya- se convertirán, según la vicealcaldesa de Madrid, Begoña Villacís, "en los primeros muralistas de uno de los proyectos más bonitos que se van a crear en Madrid en los próximos años".

Las obras tienen un mensaje inspirador y pretenden retratar las costumbres y la historia de la capital. Una de ellas es el retrato de una mujer joven que mira hacia un lado y que según el artista, Gonzalo Martín, es "una mirada al futuro" que contempla la esperanza y ese inicio que se está abriendo en Villaverde. Otra de las obras, que realiza el artista Luis Lamber retrata escenas y símbolos típicos de la capital como el oso y el madroño, un chulapo o un gato. Una representación de la integración social y del importante papel de la mujer y los ancianos durante la pandemia.

La recuperación del polígono incluye también la creación de una Ciudad de la Música, que albergará proyectos relacionados con esta industria como estudios de grabación, locales de ensayo, promotores de conciertos, sellos discográficos y sectores relacionados con las ciencias e ingenierías del sonido. Todo ello en torno al regreso al distrito de uno de los eventos musicales más destacados que se celebran anualmente en la capital, como es el festival Mad Cool.