El legado de Spiriman: centros gratuitos para pacientes oncológicos en Andalucía y Madrid

Jesús Candel, alias 'Spiriman'.
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Jesús Candel, alias 'Spiriman'.
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Europa Press

Jesús Candel, el médico granadino conocido como Spiriman, ha dejado una huella imborrable tras su muerte que ha sido fruto de sus constantes reivindicaciones en defensa de la sanidad pública. Ese legado ha surgido en forma de un proyecto, la Fundación Unidad de Apoyo a Pacientes Oncológicos (UAPO), en la que Candel se había volcado especialmente en estos últimos años.

Fue en 2020 cuando el médico andaluz fue diagnosticado de cáncer de pulmón en su estadio más avanzado y con múltiples metástasis por todo el cuerpo. 

Tal y como él mismo ha contado en más de una ocasión en sus redes sociales, los fuertes tratamientos que recibió debilitaron su cuerpo, pero fue gracias a la fisioterapia y al ejercicio físico que Candel pudo hacer frente de otra manera a la medicación que recibía. "Mejoró tanto mi calidad de vida, el sueño, el apetito y las ganas de vivir", ha contado.

Esto le llevó a impulsar la UAPO, dirigida por su amigo y entrenador Javier Cánovas, y en colaboración con la Universidad de Granada, que ayuda de forma gratuita a personas con cáncer a través de la educación física, la fisioterapia, la psicología y la nutrición para que estos pacientes mejoren su calidad de vida y su recuperación, tal y como destacan en su página web.

Desde su puesta en marcha, la UAPO ha abierto varias de estas unidades en Granada, Málaga y Madrid, todo un éxito.

Centenares de personas se despiden de 'Spiriman' en Granada.

Las donaciones anónimas y los socios costean en su totalidad los tratamientos que reciben los pacientes oncológicos en estas unidades interdisciplinares.

"No lo hemos enfocado como un negocio, es gratis, porque hay miles de personas que dan su eurillo al mes o lo que puedan dar, y así es gratis para la gente", explicaba Spiriman en uno de sus múltiples vídeos publicados en Instagram donde daba a conocer el trabajo que se realiza en estas unidades.

Tal y como aclaraba el propio Spiriman, estas donaciones puntuales de miles de personas "hacen que cualquier persona con cáncer pueda recibir un tratamiento que le costaría entre unos 1.000-1.200 euros como mínimo mensualmente". 

La UAPO ha sido la última aventura de Jesús Candel, cuyo legado sigue creciendo con nuevos socios y aportaciones, y el sueño de continuar expandiendo nuevos centros por toda España.

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