'Equus', la pasión domesticada: Álex Villazán asume el icónico papel de Daniel Radcliffe desnudo junto a un caballo

  • El Teatro Infanta Isabel ha abierto la temporada con 'Equus' de Peter Shaffer, dirigida por Carolina África e interpretada por Roberto Álvarez, Álex Villazán, Jorge Mayor, Manuela Paso y Claudia Galán en la adaptación de Natalio Grueso
fotografo: [[[PREVISIONES 20M]]] tema: Planes de Madrid. Equus.
Carolina África, Roberto Álvarez y Álex Villazán en el Teatro Infanta Isabel
Jorge París
fotografo: [[[PREVISIONES 20M]]] tema: Planes de Madrid. Equus.

Equus, de Peter Shaffer, causó un gran revuelo cuando se estrenó el 15 de octubre de 1975 en nuestro país, en el Teatro Español, y el escándalo se basó, como no, en uno de los tabúes de la época: el desnudo. Más bien los desnudos, porque María José Goyanes y Juan Ribó acabaron en el escenario tal cual vinieron al mundo. Sorprendentemente, los inspectores de la Junta de censura teatral autorizaron el estreno en su dictamen previo —recordemos que entonces el general Franco estaba todavía en el poder—, con la advertencia de que "el personaje masculino permanecerá el mínimo tiempo que sea posible mostrando el sexo".

Fragmento del Dictamen previo de censura sobre el ensayo de 'Equus'
Dictamen previo de censura sobre el ensayo de 'Equus'.
Delegación Prov. de Madrid. ARCM

La obra también se vio envuelta en polémica cuando, en su reposición londinense en 2007, Daniel Radcliffe rompió la imagen asociada a Harry Potter que le había proporcionado fama mundial, asumiendo el desinhibido papel protagonista. El actor tenía los 17 años cumplidos que Shaffer -autor también del guión de la exitosa película Amadeus- imaginaba para Alan Strang, el tímido joven que había cometido un hecho inexplicable y atroz: cegar con un punzón a todos los caballos de una cuadra donde trabajaba. En una especie de investigación psicológica, y desde el punto de vista del psiquiatra Martyn Dysart, vamos conociendo la personalidad y el entorno de Alan, para desentrañar los motivos que le llevaron a cometer tales hechos.

El Teatro Infanta Isabel alberga desde finales del mes de septiembre las representaciones de esta obra, en una versión renovada y adaptada a cinco actores, dirigida por Carolina África e interpretada, en sus papeles principales, por Roberto Álvarez y Álex Villazán. Con los tres conversamos en la cafetería del teatro, buscando las claves de un texto tan potente.

Carolina África: "Es un juego detectivesco muy estimulante para el espectador, que se verá reflejado en su yo más íntimo"
fotografo:  [[[PREVISIONES 20M]]] tema: Planes de Madrid. Equus.
Carolina África dirige 'Equus' de Peter Shaffer en el Infanta Isabel.
Jorge París

"Equus nos interpela desde el lado más emocional -indica la directora-. Nos habla de la domesticación social, de nuestros impulsos e instintos y de las heridas que todos arrastramos, ocasionadas por la sociedad, la educación y el lugar donde nos hemos criado. Todo ello en un juego detectivesco muy estimulante para el espectador, que además se verá reflejado sobre las tablas en su yo más íntimo".

Roberto Álvarez encarna al psiquiatra Martin Dysart, empleando toda su habilidad y empeño para indagar en la personalidad de Alan. "Conocí esta obra cuando tenía 16 años, en el Teatro Campoamor. Íbamos a ver los desnudos -confiesa el actor-. Antes de trabajarla, tenía una idea muy lejana, pero ahora me parece el texto más bonito al que me he enfrentado, junto con Homebody, Kabul de Toni Kushner, que hice en el Teatro Español, dirigido por Mario Gas. Los personajes son inmensos porque cuentan con muchísimas aristas y matices. Además, la obra está contada como un thriller, una investigación que genera en el espectador interés y le hace plantearse preguntas. Al teatro se viene a disfrutar de las preguntas". 

A esto se suma el aspecto emocional, que también destaca Roberto: "Hay gente que sale medio llorando y reconozco que a mí me cuesta trabajo no hacerlo durante la representación, sobre todo en el epitafio final de la obra, donde tengo que 'sujetar los caballos' y no bajar a pedir perdón al público y llorar con ellos".

En el transcurrir de sus pesquisas para averiguar qué pudo llevar a Alan a semejante comportamiento, Dysart va indagando en su propio ser y cuestionando su trabajo como psiquiatra. En el fondo de esta reflexión está la crítica a la psiquiatría que se ejercía en los años setenta, en la que tratamientos severos anulaban por completo al individuo hasta dejarlo casi como una planta. "Se pregunta qué derecho tiene él a castrar a un paciente, a extirparle la pasión. Probablemente le convierta en un ciudadano ejemplar, pero acabará siendo un fantasma. Le enviará al mundo donde todos los caballos están atados. Llevado al plano personal, hará plantearse preguntas a la gente como ¿por qué no me he divorciado hace cuarenta años? ¿por qué no he cabalgado, no he galopado, no me he quitado las riendas? ¿por qué no me marché a hacer surf y sigo aquí de empleado administrativo? Esto está aquí como una puñalada".

Álex Villazán: "La mirada de los caballos está entristecida por la doma, una especie de castración"
Álex Villazán en una imagen promocional de 'Equus'
Álex Villazán en una imagen promocional de 'Equus'.
Geraldine Leloutre

Poco a poco va desvelándose la atracción erótica que Alan siente por los caballos, algo desconcertante conociendo en lo que desemboca finalmente. Una pasión arrebatadora que, en el fondo, despierta envidia en el psiquiatra. "La pasión que ve en Alan, capaz de excitarse con el sudor de un caballo, él no la siente", comenta Roberto. Ha renunciado a muchas cosas y su vida es un fracaso sentimental. Busca el aliento dulce y frío del caballo en Alan, donde se ve reflejado".

Álex Villazán ganó en 2019 el premio al Mejor actor revelación de la Unión de Actores y Actrices por El curioso incidente del perro a medianoche. Ahora afronta este personaje que vive una catarsis para extraer su mundo interior de manera furiosa. "Retomando lo que comenta Roberto, Dysart encuentra en Alan un espejo en el que mirarse, igual que Alan lo halla en los ojos de los caballos. Lo que hace Alan con ellos es una forma de suicidio simbólico. La mirada de los caballos está entristecida por la doma, una especie de castración. La única forma que Alan tiene de romper con sus riendas educativas es quitarle los ojos a los caballos, porque él se ve en esos ojos reflejado. Hay una relación de hechos en su vida, descubiertos tras una labor detectivesca, que van sumándose a un cóctel explosivo. Algo tan bello y pasional como es el sexo lleva a que todo estalle como un volcán”.

Roberto Álvarez: "Yo fuí Alan. Estudié en un colegio de curas y pensaba que estaba en pecado continuamente. Fue un momento tremendo en mi vida"
fotografo:  [[[PREVISIONES 20M]]] tema: Planes de Madrid. Equus.
Roberto Álvarez interpreta al psiquiatra Martin Dysart en 'Equus'.
Jorge París

En el hogar de Alan se vive un enfrentamiento religioso que condiciona su personalidad: su madre (Manuela Paso) es una devota creyente, mientras el padre (Jorge Mayor) es un ateo beligerante. Este choque dialéctico afecta a Alan y le desconcierta. Su padre arranca  una imagen de Cristo camino del Calvario que el chico tenía en su habitación, y el hueco queda cubierto por la imagen de un caballo. El recuerdo de un episodio de su infancia lleva a Alan a sentir una atracción especial por estos animales, hasta constituir una especie de ídolo pagano en el que identificarse.

Llegado a este punto, Roberto Álvarez nos confiesa una situación personal que le liga al personaje del chico. "Yo fui Alan, fui ese muchacho. Estudié en un colegio de curas, muy abierto por otro lado, pero sufrí una especie de depresión de crecimiento. Si a un niño le cuentas que arderá en el infierno eternamente, pues se lo cree ¡y yo me lo creía! Vivía de una manera muy profunda el sufrimiento de Jesús y creía estar en pecado continuamente. Finalmente, fue un cura de aquel colegio quien hizo de psiquiatra y me salvó en ese momento tremendo de mi vida. Durante dos años yo no iba al recreo, iba a su despacho y me trataba de convencer de que yo no estaba en pecado en absoluto. Un día me enteré que ese cura se marchaba del colegio. Le dije que me moriría si me quedaba sin su apoyo y él me respondió ‘tú ya estás curado’. O sea, que te entiendo muy bien, Álex”.

Carolina África: "Las redes sociales son el Dios moderno que tenemos que matar para defender nuestra individualidad"
fotografo: [[[PREVISIONES 20M]]] tema: Planes de Madrid. Equus.
Un momento de la entrevista con los protagonistas de 'Equus'.
Jorge París

Abundando en el asunto religioso, la directora ofrece su visión y las derivadas actuales: "Hay dioses antiguos y dioses modernos a los que nos rendimos hoy en día, como por ejemplo las redes sociales. También son dioses opresores que necesitamos matar para defender la propia individualidad. Sin tener la fuerza de la culpa que la religión tenía en los años setenta, sigue alimentando de manera transversal los momentos más trascendentales de nuestra existencia: bautizos, bodas y funerales. Hoy en día la culpabilidad es una losa que se suma a otra capa, por ejemplo un video que pueda circular por internet. La mente humana puede ser nuestro propio enemigo”.

Natalio Grueso ha realizado la adaptación del texto de Shaffer, que deja mucha libertad a la directora para la puesta en escena. "La obra se ha acercado al siglo XXI. El cine X que aparece en la versión original se ha cambiado por un local de intercambio de parejas, mientras que la televisión como elemento alienante se sustituye ahora por internet y las redes sociales. Además hemos incorporado elementos que remiten al mundo sadomasoquista, con presencia de cueros. Un sofá tántrico nos sirve de diván, de altar o de caballo”.

El caballo es el animal más desnudo que existe, se dice en la obra. Sobre esa figura simbólica, Carolina comenta que "es belleza y potencia a la vez. Si quisieran, podrían destrozarnos pero se nos ofrecen, nos dejan montarlos". Roberto describe lo que encontramos en el espectáculo: "Hay mucha teatralidad y mucha sublimación. Vamos ver un caballo de seis metros a través de un audiovisual, gracias al equipo técnico. Para el espectador es un viajazo".

Carolina África: "La compasión te coloca de igual a igual con el otro, te acerca a su alma herida con la tuya propia"
fotografo: Jose Gonzalez [[[PREVISIONES 20M]]] tema: Pase gráfico Equus
Álex Villazán y Roberto Álvarez en el Teatro Infanta Isabel.
Jose González

Cabría debatir si en la obra subyace un intento de comprensión de las causas de la violencia. No una justificación, pero sí un punto de vista exculpatorio. "La psiquiatría no es una ciencia y no puede tomar partido sobre si algo está bien o mal. No puede señalar, acusar o juzgar un hecho, sino simplemente aislarlo, para llegar a la causa que lo provoca", comenta Álex. 

Carolina añade que "cuando uno entiende los caminos que han llevado a alguien a hacer algo es cuando se produce, por un lado la catarsis y por otro la compasión. En la primera escena conocemos el hecho atroz de Alan, pero cuando llegamos a la última hemos padecido con él y podemos ver cuáles son los punzones que querríamos clavarnos. No es justificación de su comportamiento, ni lástima, porque eso te colocaría por encima de él, sino un ejercicio de empatía. La compasión te coloca de igual a igual con el otro, te acerca a su alma herida con la tuya propia”.

Manuela Paso, Roberto Álvarez, Álex Villazán, Claudia Galán y Jorge Mayor en 'Equus'
Manuela Paso, Roberto Álvarez, Álex Villazán, Claudia Galán y Jorge Mayor.
Adolfo Ortega

El espectador sale revisando su propia vida y analizando en qué aspectos ha renunciado a lo más esencial, a sus propias pasiones", concluye la directora del montaje. "Los actores han hecho un trabajo muy profundo pero sin juzgar a sus personajes, entendiéndoles. ¡Tenemos un elencazo!  La culpa no es de la madre o del padre, pero sí un poco de todos. Hay algo que cada uno acciona desde sus propias heridas. Dando amor puedes crear una burbuja que anule la personalidad del otro y le hiera. El público se ve reflejado en todas estas personalidades complejas”. 

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