Los cuellos de botella en la Administración que retrasan la autorización de proyectos de energía solar mantienen en el aire proyectos capaces de generar una potencia casi igual a de las instalaciones de suelo que ya funcionan en España. Según la Unión Española Fotovoltaica (UNEF), la potencia de los proyectos que ya tienen autorización administrativa y los que ya tienen declaración de impacto ambiental pero no están todavía en funcionamiento suman 15,1 gigavatios (GW), cuando la potencia instalada en estos momentos es de 16,5 GW en el caso de plantas de suelo y de 19,2 GW si se suman 2,7 GW más de autoconsumo.
En la UNEF confían en que los proyectos que se encuentran en estas dos fases en las distintas comunidades autónomas estén funcionando en dos años como mucho, por lo que la capacidad de generar energía solar casi se doblaría. Se sumarían los 16,5 GW que ya existen en la actualidad, con otros 2,8 GW de plantas que están en construcción con los 15,1 GW pendientes de autorización. En total, 34,4 GW para 2024, a lo que se sumarían las instalaciones de autoconsumo, que el año pasado experimentaron su mayor crecimiento histórico, en buena medida debido a la crisis energética y al encarecimiento de los precios.
La UNEF ha presentado este lunes su Informe Anual correspondiente a 2022, que dibuja un sector en plena expansión, con hambre inversor, una cada vez mayor aceptación por parte de los hogares y con capacidad para generar riqueza. En concreto, la principal asociación del sector fotovoltaico, que agrupa a 752 empresas instaladoras, fabricantes, distribuidoras o productoras, estima en 13.228 millones la "huella económica" que dejó la energía solar en 2021, un 36% más que el año anterior. Su contribución al PIB fueron los 10.072 millones que produjo el sector, un 37% más que en 2020.
También con un creciente gasto en I+D, que pasó de 241 millones en 2020 a 321 millones en 2021 y con la creación de empleo, 90.072 empleos en 2021 entre directos (22.694), indirectos (39.479) e inducidos (28.569). La gran demanda laboral está en estos momentos en el sector de la instalación.
Acelerar implantación, agilizar trámites
Desde hace años, pero más desde que empezó la actual crisis energética, existe consenso internacional sobre la necesidad de acelerar la implantación de energías renovables para luchar contra el cambio climático, por medio de la sustitución con ellas de energías fósiles que emiten CO2 a la atmósfera. Y entre las energías limpias, la fotovoltaica es la más extendida y la que presenta una mayor facilidad de instalación. No solo mediante grandes parques, sino el autoconsumo -la instalación de placas en superficies más pequeñas- con el que por ejemplo los hogares intentan cada vez más producir la energía que necesitan.
En este escenario, agilizar los trámites burocráticos para implantar energía fotovoltaica es una reclamación que en la UE hace la Comisión Europea y una urgencia que en España comparten tanto el Gobierno central como los gobiernos autonómicos, responsables en buena medida en los trámites.
Las administraciones públicas españolas son conscientes de que el "despliegue masivo" de autoconsumo que pide Bruselas en su último plan para la transición energética -Repower EU, presentado en julio- se topa con la lentitud para que los proyectos de renovables, en este caso de fotovoltaicas, tengan todos los permisos. Esto es algo de lo que la vicepresidenta tercera, Teresa Ribera, y las comunidades vienen hablando desde hace meses y que está previsto que se contemple en el plan de contingencia que el Gobierno aprobará en breve.
Según los datos de la UNEF, este "cuello de botella" alcanza cifras parecidas a la fotovoltaica ya instalada. En estos momentos, en España hay 16,5 GW de potencia instalada en plantas solares y 2,7 de autoconsumo y se están construyendo 77 plantas que sumarán otros 2,8 GW. El retraso se produce en un total de 467 plantas que todavía esperan el visto bueno definitivo aun teniendo la Autorización Administrativa de Construcción o que ya tienen Declaración de Impacto Ambienta. En el primer caso, son 235 instalaciones equivalentes a una potencia de 7,1GW y en el segundo, 232 plantas que generarán 8 GW.
Mucho más le falta a los proyectos para construir 1.185 plantas y generar un total de 62,3 GW que han iniciado los trámites, se encuentran en fase de información pública. La potencia instalada que aportarían excede el objetivo que se ha marcado España de generar 50 GW para 2030. Como en el resto del sector, en la UNEF admiten que buena parte de estos proyectos no verá la luz.
2021, año histórico
Deshacer este atasco administrativo es uno de los desafíos que tiene ante sí el sector de la fotovoltaico, junto con una adecuada gestión de las redes, un sistema adecuado de gestión de precio, que la UNEF espera que en la prometida reforma del sistema eléctrico deje de estar supeditado al precio del gas, mano de obra cualificada y mejora de la aceptación social. Con todo, el sector fotovoltaico vivió un año "histórico" en 2021, según el director general de UNEF, José Donoso, que ha presentado el informe con su presidente, Rafael Benjumea, y Luis Antonio López Santiago, profesor de Fundamentos del Análisis Económico de la Universidad de Castilla-La Mancha. España es el noveno país del mundo con más energía fotovoltaica instalada. En total, tiene 18,5 gigavatios (GW) en una clasificación que encabezan China (308,5 GW) y Estados Unidos (123 GW. Dentro de la UE, superan a España Alemania (59,2 GW) e Italia (22,6 GW).
En 2021, en España se instalaron 4,6 GW de potencia fotovoltaica, entre plantas de suelo (3,4 GW) y autoconsumo (1.203). Como en buena parte del mundo e impulsado por el encarecimiento de otras energías para generar electricidad, el año pasado fue histórico en en España. Fue el séptimo país del mundo donde más fotovoltaica se instaló, un 30% más que en 2020, y tiene instalada alrededor de un 10% de toda la potencia fotovoltaica de la UE (178,7 GW). "El año 2021 fue el mejor año de la historia del sector fotovoltaico en España", ha asegurado Donoso, tanto para las placas en suelo como para el autoconsumo.
Por comunidades, el buen año que en conjunto representó 2021 para el sector fotovoltaico fue muy dispar. La UNEF destaca la "apuesta política" de Extremadura con esta energía. Es la que más potencia instalada tiene en términos acumulados -3.881 megavatios (MW) y la que más instaló en 2021, 1.312 MW. En términos generales, le siguen Andalucía (3.018 MW), Castilla-La Mancha (2.979 MW), Aragón (1.589 MW) y Castilla y León (1.026 MW), mientras que se sitúan a la cola Asturias (1 MW), Cantabria (2 MW) y Galicia (18 MW).
El año pasado, Madrid, Galicia, Asturias, Cantabria, País Vasco y La Rioja no instalaron ni un nuevo megavatio de fotovoltaica, mientras que Castilla-La Mancha (1.036 MW), Aragón (498MW) y Andalucía (375 MW) fueron las que se situaron por detrás de Extremadura.
Precios
El informe anual de UNEF incide en la oportunidad que supone el despliegue de fotovoltaica en España, el país con "mayor ventaja competitiva" porque cuenta con recurso -el sol-, una mayor disponibilidad de territorio y una tecnología constante. Todo esto, contribuye a que la fotovoltaica en España tenga un menor precio que en otros países. Según la última subasta, en octubre de 2019, el precio medio fue de 30,4 euros MWh, muy lejos de los 200 euros que ha llegado a alcanzar el gas, la tecnología marginal que en la UE -y con la salvedad de Portugal y España con la 'excepción ibérica'- fija el precio del reto, sea cual sea su coste.
En noviembre habrá una nueva subasta y en la UNEF evitan dar una estimación de qué precio alcanzará la fotovoltaica, aunque auguran que estará muy por debajo del precio del mercado.
De momento, ya lo está con respecto al límite de 180 euros MWh para el beneficio de las energías inframarginales -incluida la fotovoltaica- que acordó fijar la UE el viernes pasado, aunque dando la opción a los países para que lo limiten todavía más. El Gobierno mantiene que su tope son los 67 euros MWh que figuran en el decreto que el año pasado minoró los beneficios de las eléctricas. Por su parte, el Gobierno de Bélgica ha anunciado este lunes que los beneficios que podrán ingresar las eléctricas que generen con renovables en 130 euros, 50 menos que lo pactado entre los Veintisiete.
Sobre esta diferencia de beneficios permitidos sobrevuela el riesgo de que los generadores de electricidad con fotovoltaica eviten los países donde estén más limitados y 'emigren' a aquellos que contemplen el límite de 180 euros. Es una posibilidad que Donoso afirma que "no tiene mucho recorrido", dado que el los topes a los beneficios son temporales, algo que casa mal con las certezas que requieren los inversores.
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