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Decenas de muertos, cientos de detenidos... Las protestas contra el velo en Irán ponen en jaque a la República Islámica

Enfrentamientos en Teherán entre manifestantes y la Policía, durante las protestas por la muerte de Mahsa Amin tras ser detenida por llevar mal puesto el velo.
Enfrentamientos en Teherán entre manifestantes y la Policía.
STR / EFE
Enfrentamientos en Teherán entre manifestantes y la Policía, durante las protestas por la muerte de Mahsa Amin tras ser detenida por llevar mal puesto el velo.
Irán vive un estallido de protestas en todo el país tras la muerte, en custodia policial, de Mahsa Amini, una joven de 22 años que fue detenida por llevar el velo mal puesto. La movilización parece ser el desafío más serio al que se ha enfrentado el régimen iraní en los últimos años, desde las manifestaciones por el alto precio de los combustibles en 2019.

Irán vive un estallido de protestas en todo el país tras la muerte, en custodia policial, de Mahsa Amini, una joven de 22 años que fue detenida por llevar el velo mal puesto. La movilización parece ser el desafío más serio al que se ha enfrentado el régimen iraní en los últimos años, desde las manifestaciones por el alto precio de los combustibles en 2019.

Este domingo, por novena noche consecutiva, las mujeres iraníes salieron a las calles para protestar. Las manifestaciones estallaron el pasado día 17, un día después de conocerse la muerte de Amini.

La televisión estatal de Irán asegura que durante las protestas ya han muerto 41 personas. Además hay cientos de detenidos. Según la agencia de noticias semioficial Mehr, entre los muertos hay ocho miembros de la Basij, una milicia bajo el paraguas de la Guardia Revolucionaria.

Una versión iraní de la Estatua de la libertad, en las protestas contra la obligación de llevar el velo islámico.
Una versión iraní de la Estatua de la libertad, en las protestas contra la obligación de llevar el velo islámico.
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Organizaciones civiles y de derechos humanos han denunciado la muerte de al menos 17 ciudadanos, todos ellos kurdos, por disparos de las fuerzas de seguridad durante las recientes protestas. Cuatro de los 17 fallecidos serían menores de edad.

Entre los muertos en esta semana de protestas está Hadith Najafi. Según el periodista de Le Point, Armin Arefi, esta joven de 20 años ha fallecido en la ciudad de Karaj tras recibir seis disparos, presuntamente de agentes de la autoridad. Najafi protagonizaba uno de los vídeos más virales de la movilización, donde se mostraba sin velo y recogiéndose el pelo en una coleta antes de sumarse a la protesta.

La organización Iran Human Rights (IHR), con sede en Oslo, explica que los continuos apagones de Internet están dificultando la verificación de las víctimas. Anoche, IHR difundió imágenes que mostraban a manifestantes en las calles de Teherán que se quitaban el pañuelo y gritaban "muerte al dictador".

Mientras el domingo la televisión iraní mostraba a miles de personas concentradas en la capital del país en apoyo de las autoridades (y gritos contra Estados Unidos), la cuenta activista de Twitter 1500tasvir publicaba vídeos en los que se veían protestas multitudinarias en distritos occidentales y orientales de Teherán.

El grupo iraní de derechos humanos Hengaw publicó un vídeo en Twitter en el que se veían protestas a última hora del domingo en Sanandaj, la capital de la provincia del Kurdistán, con cánticos de "Muerte a Jamenei". También ha habido movilizaciones similares en Tabriz y Shiraz y en unos y otros casos se ha visto a mujeres cortándose el pelo públicamente.

Las protestas van más allá de las calles. Los principales sindicatos de profesores de Irán han convocado una huelga nacional, boicoteando las clases esta semana (lunes y miércoles) en apoyo de las manifestantes. La periodista iraní Masoumeh Alinejad, exiliada en EE UU e impulsora de My Stealthy Freedom, asegura que "las huelgas de maestros y seguir las protestas en la calle son la manera de salvar a Irán".

El fin del velo, un desafío a la República Islámica

El velo se abolió oficialmente en Irán en 1936, durante la era de Reza Shah Pahlaví. Pero tras la Revolución Islámica de 1979, la obligación de llevar un pañuelo en la cabeza se introdujo en la nueva constitución.

Ya entonces las mujeres se manifestaron, pero sin éxito. Se vieron obligadas a someterse al código de vestimenta islámico, algo que el régimen ha vigilado escrupulosamente (desde a través de la llamada policía de la moral iraní).

Abolir la obligación de llevar el hiyab equivaldría al principio del fin de la República Islámica"

Pero las mujeres siguieron con su lucha diaria, cotidiana. "A pesar de las detenciones y humillaciones, con el paso de los años, los pañuelos de la cabeza se retiraron cada vez más, la ropa se hizo más ajustada, los rostros se maquillaron más: en resumen, las mujeres volvieron a ser más visibles", cuenta Yalda Zarbakhch, jefa del Servicio Persa de Deutsche Welle (la radio pública alemana).

En 2009, las protestas fueron por la libertad y la reforma dentro del sistema. Entre 2018 y 2019 fueron en respuesta a la sombría situación económica, la inflación desbocada y el precio del gas. Pero estos días las mujeres muestran una mayor determinación (y rabia) que en aquellos años: "Lo que vemos ahora tiene una dimensión totalmente nueva", asegura Zarbakhch.

Las manifestantes están arrancando carteles de los líderes revolucionarios Jamenei y Jomeini, quemándolos, e incluso se enfrentan a las fuerzas de seguridad. Los gritos pidiendo la caída del sistema político son cada vez más entre ellas, pero también entre los hombres.

"El velo de las mujeres es uno de sus fundamentos más importantes. Los gobernantes no pueden ni quieren hacer ninguna concesión al respecto, porque abolir la obligación de llevar el hiyab equivaldría al principio del fin de la República Islámica", afirma Zarbakhch.

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