Siete meses después del inicio de la invasión rusa en Ucrania, las calles de varias ciudades rusas han entonado el "no a la guerra". Los ciudadanos rusos han protestado en varios puntos del país por el anuncio de una "movilización parcial" de la población hecha este miércoles por su presidente, Vladimir Putin. Con un tono serio, las manos apoyadas contra la mesa y la mirada fija en la cámara, el mandatario ruso mandaba al frente a más de 300.000 compatriotas, que en los próximos días harán sus maletas y se dirigirán a la frontera. La medida, que se esperaba desde que hace una semana Ucrania hiciera retroceder en el campo de batalla a los soldados rusos y la presión interna en el entorno del Kremlin aumentara, ha provocado colas en varias fronteras del país y el colapso de los vuelos que salían desde Rusia.

Las protestas en Ekaterimburgo, Moscú o San Petesburgo, que fueron anunciadas por la oposición rusa para la tarde del miércoles, fueron rápidamente reprimidas a lo largo de la tarde, saldándose con 1.320 detenciones. Las cámaras de la prensa internacional fueron testigos del constante flujo de asistentes siendo empujados hacia autobuses que, en cuanto se llenaban, ponían rumbo a las dependencias policiales.

Horas antes, la Fiscalía de Moscú se había adelantado para advertir de que la participación en las manifestaciones o la mera difusión de las convocatorias podría ser constitutivo de delito. El Ministerio Público incidió que estas movilizaciones no han sido coordinadas con las autoridades pertinentes, que deben dar permiso a cualquier acción de este tipo. Cabe destacar que las autoridades no han autorizado ninguna concentración en contra de la guerra en los siete meses que dura ya la invasión.

Durante su segundo discurso televisado desde el inicio de la ofensiva rusa, Putin apuntó como gran culpable de esta situación a Occidente, a quien responsabilizó de haber "cruzado todas las líneas rojas", dejando caer el posible uso de armas nucleares. "Esto no es un farol", llegó a decir. Además, expresó que los países que ahora están del lado de Ucrania "llevan trazando estos planes desde hace mucho tiempo" y les culpó también de la desintegración de la Unión Soviética.

El mensaje llega un día después de que se anunciaran de forma simultanea los referéndums de anexión a Rusia previstos para los próximos días en las provincias ocupadas de Donetsk, Lugansk, Jersón o Zaporiyia. Putin aseguró que "protegería" estas consultas populares y puso el foco en Estados Unidos, Reino Unido y la Unión Europea: "Están empujando directamente a Kiev para que traslade las operaciones militares a nuestro territorio. Ya no esconden que Rusia debe ser derrotada por todos los medios en el campo de batalla, seguido por la privación de toda soberanía política, económica y cultural".

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La respuesta de Estados Unidos no se ha hecho esperar. Washington calificó como "signo de debilidad" la movilización parcial y avisa de que hay que tomarse "en serio" las amenazas sobre el uso de armas nucleares. Joe Biden apuntó este miércoles en la sede de la ONU en Nueva York que "nadie más que Rusia ha buscado el conflicto" y aseguró que ya están trabajando para que Putin "pague por todas las atrocidades que está cometiendo". Washington lidera de facto a una OTAN que hace un análisis similar del giro ruso. "Es una escalada pero no nos sorprende. Rusia ha hecho un grandísimo error de cálculo en esta guerra y no le va como ellos querían", expresó el secretario general de la Alianza, Jens Stoltenberg.

La Unión Europea, por su parte, calificó de "inaceptable" las amenazas de usar las armas nucleares. "La comunidad internacional debe unirse para prevenir estas acciones. La paz mundial está en riesgo", alertó el Alto Representante, Josep Borrell, que considera esta escalada como un "autentico peligro para todos".

La presión interna que ha enfrentado Putin en los últimos días por declarar la guerra total y realizar una movilización de toda la población ha sido parcialmente saciada con el anuncio de este miércoles. Sin embargo, fuera de sus fronteras los aliados de Putin son cada vez más reticentes a prestarle un claro apoyo. China ha pedido este miércoles en un comunicado que se priorice el diálogo para resolver el conflicto, reclamando "un alto el fuego con el que las preocupaciones de seguridad de las partes queden satisfechas". Otro ejemplo es el de Turquía, miembro de la OTAN pero con buenas relaciones con el Kremlin, que pidió este martes a Rusia abandonar los territorios ocupados, incluida Crimea, anexionada a Rusia en el año 2014.

Vuelos bloqueados y fronteras colapsadas

Al mismo tiempo que Putin daba su discurso, muchos rusos han buscado la manera de salir del país. Los datos de Google Trends registraron este miércoles por la mañana un aumento en las búsquedas de Aviasales, el portal web más popular de Rusia para comprar vuelos. Pocas horas después las conexiones aéreas de Rusia con los países que aún tienen rutas directas se bloquearon.

Turquía, uno de los países que no exigen visados para los ciudadanos rusos, es inaccesible en este momento. Los vuelos a los aeropuertos de Estambul, Ankara y Antalya figuran agotados y un portavoz de Turkish Airlines citado por la agencia de noticias DPA anunció que ampliarán su capacidad en los próximos días.

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Además, han aumentado las búsquedas en Internet relacionadas con una posible salida de Rusia o con formas de evitar una potencial llamada a filas. Las búsquedas de "cómo salir de Rusia" se dispararon en Google por la tarde y se han visto colas para abandonar Rusia en fronteras como Finlandia y Georgia.