Kiev pide más armamento a Occidente para endurecer la contraofensiva mientras Putin se resiste a declarar una guerra total

Un soldado ucraniano frente a un vehículo blindado.
Un soldado ucraniano frente a un vehículo blindado.
SBU DE UCRANIA
Un soldado ucraniano frente a un vehículo blindado.

Los avances de Ucrania en el terreno militar, con decenas de poblaciones recuperadas en el noreste del país en poco más de cuatro días, han insuflado optimismo al alto mando ucraniano. Kiev celebra la retirada parcial rusa, pero advierte de la necesidad de continuar con la estrategia que les ha llevado hasta aquí: el armamento pesado extranjero. Así lo ha hecho saber este martes el ministro de Exteriores de Ucrania, Dimitro Kuleba, que ha reconocido que "la situación está cambiando" y ha pedido "aprovechar este momento" ya que, según el ministro, "cuanto más apoyo militar tengan, antes acaba la guerra". Al tiempo, las voces dentro de Rusia empiezan a cuestionar la ofensiva y aumenta la presión sobre Putin para decretar una guerra total y una movilización general de la población, algo que por el momento han descartado desde el Kremlin.

El presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, aseguró en la noche del pasado lunes que las fuerzas armadas ucranianas habían liberado ya "más de 6.000 kilómetros cuadrados de territorio" en el este y el sur del país. En concreto, desde el seis de septiembre "han sido liberados 3.800 kilómetros cuadrados, más de 300 localidades y más de 150.000 ucranianos", ha anunciado este martes la viceministra de Defensa de Ucrania, Hanna Malyar.

En este sentido, Kuleba ha pedido a la comunidad internacional centrarse en los suministros de "aquellas armas que Ucrania necesita para lograr la victoria y la paz". El ministro ha vinculado directamente los avances de las tropas ucranianas al apoyo de terceros países y ha aseverado que se trata de un "resultado increíble". "El progreso de Ucrania en el este y el sur del país demuestra que todas las inversiones de los aliados occidentales en aras de fortalecer nuestra defensa están teniendo resultado", ha dicho.

Apoyo militar a Ucrania 

El país que más armamento ha suministrado a las Fuerzas Armadas ucranianas es Estados Unidos, que hasta el mes de agosto había gastado cerca de 25.000 millones de euros en armamento con destino a Ucrania. Entre ellos el sistema de defensa HIMARS, que ha resultado importante en esta última ofensiva. El secretario de Estado de EE UU, Antony Blinken, destacó el pasado lunes los "significativos progresos" de las fuerzas ucranianas en la región de Járkov, y apuntó que la contraofensiva de Kiev se había visto beneficiada por el respaldo militar de Washington.

"Hemos visto significativos progresos de los ucranianos, pero estamos todavía en los primeros días", subrayó Blinken. "Lo que han hecho es planear metódicamente y, por supuesto, beneficiarse del apoyo ofrecido por EE UU y otros países (...) para tener en sus manos el equipamiento necesario para llevar a cabo esta contraofensiva", aseguró el jefe de la diplomacia estadounidense. Precisamente, la pasada semana Blinken viajó a Ucrania para reunirse con Zelenski, desde donde anunció nuevas ayudas por valor de 2.700 millones de dólares.

En su continua búsqueda de apoyo internacional, Zelenski pretende aprovechar este espaldarazo militar para seguir recibiendo armamento y ayuda extrajera. Este marte ha sido el turno de Italia. El presidente ucraniano informó de los últimos progresos al primer ministro de Italia en funciones, Mario Draghi, que reiteró el apoyo total de Roma a Kiev.

Así mismo, Zelenski ha querido aumentar la presión diplomática sobre Rusia y ha reclamado que sea declarado "un Estado terrorista". El presidente ucraniano ha asegurado que necesita fortalecer su cooperación con la comunidad internacional "para vencer el terror ruso". 

El Kremlin descarta una movilización general

Por su parte, el Kremlin ha descartado planes para una movilización general, después de haber asegurado que la retirada de las localidades del noreste de Ucrania se debían a razones tácticas para intensificar el frente de Donetsk. Algo que los analistas descartan por la cantidad de material en buen estado abandonado y la rapidez de la retirada.

La necesidad de nuevos efectivos para mejorar el frente del este y hacer frente a la contraofensiva ucraniana está siendo demandada por políticos rusos, sin ser todavía un clamor en los pasillos del Kremlin. Sobre los posibles "pasos adicionales" que pueda tomar Rusia se ha manifestado este martes el canciller alemán, Olaf Scholz, durante una llamada telefónica de una hora y media que ha mantenido con Putin. Durante la conversación Scholz le ha pedido a su homologo buscar una solución política y le ha asegurado que si Rusia toma nuevas acciones no quedarán sin respuesta.

Por su parte, el portavoz de la Presidencia rusa, Dimitri Peskov, ha manifestado este martes que esa movilización general de la población "en estos momentos está fuera de la conversación". Minutos antes, el vicepresidente de la Duma Estatal, Mijail Sheremet, se había pronunciado a favor, algo que también ha hecho el líder del Partido Comunista de Rusia, Genadi Ziuganov. "En mi opinión, la operación especial en Ucrania y el Donbás se ha convertido en una guerra durante los últimos dos meses", ha dicho. "Esta guerra ha sido declarada contra nosotros por Estados Unidos, Europa y la OTAN", afirmó.

En este sentido, Ziuganov ha resaltado que "toda guerra requiere una respuesta", según un comunicado publicado por el partido en su página web. "Ante todo, se necesita una movilización máxima de fuerzas y recursos", ha zanjado.

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