Cornualles, Gales y la Commonwealth: así son los cambios en los títulos de la familia real británica

El príncipe Guillermo acudía junto a Kate Middleton, acompañados del príncipe Carlos y de Camila Parker Bowles al estreno de la película 'No Time To Die".
El rey Carlos III y la reina consorte, el príncipe Guillermo y Kate Middleton, en el estreno de la película 'No Time To Die'.
GTRES
El príncipe Guillermo acudía junto a Kate Middleton, acompañados del príncipe Carlos y de Camila Parker Bowles al estreno de la película 'No Time To Die".

"La muerte de mi bien amada madre, su majestad la reina, es un momento de enorme tristeza para mí y para todos los miembros de mi familia". Esas eran las primeras palabras del primer comunicado de Carlos III de Inglaterra como nuevo monarca de Reino Unido. Un trono que recoge -al fin, después de una vida de espera- y que desencadena un pequeño efecto dominó en la familia real británica sobre quién ostenta ahora cada uno de los títulos nobiliarios con los que se les ha conocido toda su vida.

De hecho, el primogénito de la fallecida reina Isabel II consiguió que su esposa fuese proclamada como reina consorte por su madre antes de morir, por lo que habrá que cambiar la manera en la que cualquiera hable de ella: ya jamás será Camila Parker Bowles, nombre con el que se la conocía debido a su primer matrimonio con un oficial militar, Andrew Parker Bowles, así como deja atrás el ducado de Cornualles. Desde este jueves ella es su majestad la reina Camila.

Ambos, Carlos y Camila, comparten ahora otra serie de títulos, que desde Buckingham Palace se han hecho ya efectivos: "Por la gracia de Dios, rey de la Gran Bretaña e Irlanda del Norte y de sus otros reinos y territorios. Jefe de la Commonwealth, defensor de la fe. Rey de Canadá, de Australia, de Nueva Zelanda, de Jamaica, de Bahamas, de Granada, de Papúa Nueva Guinea, Salomón, Tuvalu, Santa Lucía, San Vicente y las Granadinas, Belice, Antigua y Barbuda y San Cristóbal y Nevis".

Sin embargo, no hay que olvidar que mientras Isabel II tenía la aprobación de casi todos los británicos y gran parte del resto de países de la Mancomunidad de Naciones, no ocurre así con Carlos III, y varios de estos territorios están comenzando su reconversión en una república tras el éxito de Barbados. Jamaica está a la cabeza, como se le hizo saber a la corona en su última visita oficial, ya que este país caribeño ya ha creado un ministerio diseñado ad hoc para propiciar la transición. Además, se espera que muy pronto Belice, Bahamas e incluso los países oceánicos como Australia o Nueva Zelanda, que tienen un fuerte movimiento antimonárquico, comiencen a sondear la posibilidad de un referéndum.

El ascenso al trono de Carlos III influye, por supuesto y sobre todo, en su primogénito: sigue siendo su alteza real el príncipe Guillermo de la Gran Bretaña y de Irlanda del Norte, pero el orden de sus ducados y los de su mujer desde 2011, Kate Middleton, varían. Para empezar, ahora son duques de Cornualles y de Cambridge, con preeminencia del nuevo.

Eso sí, Guillermo en algún momento será príncipe de Gales, más los títulos asociados al mismo. Pero todavía no. Esto se debe a que no es un título automático, sino que es el monarca que esté en el trono quien lo otorga. El ahora rey Carlos III, sin ir más lejos, estuvo seis años, de 1952 a 1958, sin el título.

En ese momento también quedarán afectados sus hijos. Los que hasta entonces seguirán siendo sus altezas reales los príncipes Jorge, Carlota y Luis, príncipes del Reino Unido de Gran Bretaña y Norte de Irlanda, cambiarán inmediatamente el Cambridge por Gales.

También afectará la llegada de Carlos al trono a los hijos del príncipe Harry y Meghan Markle, quienes por su parte siguen ostentando el título de duques de Sussex, así como los asociados de conde de Dumbarton y barón Kilkeel. Archie y Lilibeth, al ser nietos de rey por línea masculina, tienen derecho a ser sus altezas reales los príncipes Archie y Lilibeth de Sussex.

Aunque hay un pero: debido a la creciente enemistad paternofilial entre Carlos y Harry y al propósito de reducir al máximo los gastos reales, el ahora rey pueda emitir una Patente de Cartas que limite el título de su alteza real al heredero al trono y su familia inmediata, quedando por tanto el príncipe Harry y su familia excluidos.

Se desconocen los planes exactos que tiene el monarca para con sus hermanos. En principio, no habrá ningún cambio para Ana, princesa del Reino Unido de la Gran Bretaña e Irlanda del Norte, así como es improbable, por impopular, que decida hacer cambios en la última política que llevó su madre a cabo con el príncipe Andrés, duque de York, por los escándalos de abusos sexuales, aunque tanto él como sus hijas mantendrán en principio el título de sus altezas reales.

Por último, los condes de Wessex, Eduardo y Sofía, príncipes del Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte -más el asociado de condes de Forfar- están a la espera de que el rey considere una petición expresa de su hermano menor: ser también duque de Edimburgo, título que llevó su padre hasta su muerte en abril de 2021.

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