Cómo introducir cambios en el hogar sin estresar a nuestros gatos: "Podemos ofrecerles espacios seguros, refugios y lugares altos"

Foto de archivo de un gato.
Foto de archivo de un gato.
PIXABAY
Foto de archivo de un gato.

Como nos pasa a todos los animales, el estrés puede causarnos no solo largos quebraderos de cabeza, sino también exteriorizarse y provocarnos enfermedades o patologías, por eso, mantener a raya los niveles de estrés es muy importante. Pero, ¿cómo podemos conseguir esto con nuestras mascotas?

En el caso de los gatos, animales mucho más independientes y difíciles de leer es importante conocer aquellas situaciones que les perturban ya que puede ayudarnos a entenderles mejor y a proporcionarles una vida libre de estrés. Los cambios en el hogar son una de esas razones por las que nuestro minino puede pasarlo mal.

"Los gatos son animales muy territoriales que necesitan tener su espacio y, por supuesto, tener la sensación de seguridad y control sobre él. Ellos marcan diariamente diferentes zonas de su área, ya sea frotando su cara y cuerpo en esquinas, muebles u objetos nuevos; mediante arañar diferentes sitios o incluso con orina fuera de su arenero", explica Mireia Berenguer, especialista en conducta felina por la Sociedad Internacional de Medicina Felina (ISFM por sus siglas en inglés) y educadora canina en Kireba.

La experta añade que también "necesitan tener esa sensación de seguridad frente a todo lo que entra en su territorio, no solo en referencia a las cosas físicas si no también en cuanto a otros seres, ya que todo lo que entra altera la estabilidad del mismo". Es por este motivo por el cual los gatos se estresan mucho cuando realizamos cambios en el hogar, lugar que ellos consideran su territorio.

"Cualquier cambio puede afectar a un gato. De hecho, casi todos los cambios producen un mínimo estrés", asegura Berenguer. "Sin embargo, el hecho de que un gato se vea mayor o menor afectado y su capacidad de gestionar esos cambios depende en gran medida de su temperamento y de cómo introduzcamos esas alteraciones".

Desde poner un ambientador, quitar o cambiar un sofá de sitio, hasta una mudanza o la llegada de un nuevo miembro de la familia, "todo puede afectar a la estabilidad de un gato", según la especialista en conducta felina.

Cómo hacer cambios y evitar el estrés de nuestros gatos

A la hora de introducir cambios en el hogar tendremos que tener en cuenta cuatro aspectos: cómo divide y gestiona su territorio el gato, realizar cambios progresivos, dejar que el gato gestione la novedad y ofrecer ayudas para lidiar mejor con los mismos.

"Los gatos dividen su territorio en diferentes zonas y cada una tiene su función. El centro de su territorio es el lugar donde más tiempo pasa, donde descansa, come y donde se siente más seguro, por ejemplo", detalla Berenguer. "Por tanto, debemos tener esto en cuenta para introducir cambios que respeten su territorio. Por ejemplo, hay veces que el gato pasa mucho tiempo en una habitación determinada, de repente nace el bebé y le quitan el acceso a esa habitación, ahí se genera un problema".

Los lugares altos les ofrecen mucha seguridad a la hora de afrontar nuevas situaciones

La experta en comunicación felina añade que, depende de la magnitud del cambio y de cómo gestiona los mismos nuestro gato, las alteraciones deberían ser "más o menos progresivas". Siguiendo el ejemplo del bebé, hay nueve meses antes del nacimiento en el que podemos ir restringiendo poco a poco el paso a esa habitación del gato, o podemos ir incluyendo elementos que necesitaremos colocar en la misma con la llegada del bebé.

"También debemos evitar el forzar al gato a una nueva situación o miembro y permitir que sea él el que decida cuándo y cómo hacerlo. Por ejemplo, hay casos en los que llega un gato o perro nuevo a la familia y les obligan a estar uno delante del otro para hacer una especie de presentación, eso hay que evitarlo", afirma la especialista.

Por último, para introducir cualquier cambio en el hogar existen "ayudas" como difusores de feromonas. "También podemos ofrecerles espacios seguros donde poder refugiarse y aumentar los lugares altos desde donde poder observar, ya que les ofrecen mucha seguridad a la hora de afrontar nuevas situaciones", recomienda Berenguer.

Muchas veces el estrés de un gato pasa desapercibido ya que intentan dar pocas señales de ello. "Tenemos que observar cualquier cambio en su comportamiento, ya sea en su patrón de alimentación, en la cantidad de comida, cambio de los lugares en los que pasa mayor tiempo, si se esconde más o menos, si se rasca o lame, etc.", relata.

"Cualquier cambio puede ser indicador de que el gato está estresado. Sin embargo, este puede ser pasajero y el gato poder gestionarlo correctamente o mantenerse en el tiempo y generar un problema crónico y de conducta, en cuyo caso tendrá que ser trabajado", concluye la experta.

Mostrar comentarios

Códigos Descuento