Hace dos semanas celebrábamos en el Congreso de los Diputados el Debate del estado de la Nación. Allí, el presidente Sánchez anunciaba nuevas medidas para tratar de paliar los efectos de la inflación que tenemos como consecuencia de la guerra de Putin en Ucrania.

En ese mismo debate, veíamos a un Partido Popular absolutamente en fuera de juego y a su portavoz en el Congreso, Cuca Gamarra, incapaz de posicionar a su partido respecto a las propuestas de ayuda.

Y claro, no es para menos. Mientras el Gobierno de España utiliza los fondos públicos para convertirlos en un colchón de seguridad de las rentas más bajas frente a la inflación, Ayuso utiliza la diezmada arca pública madrileña para fortalecer los privilegios de las rentas más pudientes. Ha sido sonoro el debate y la crítica ante la posibilidad de que en la Comunidad de Madrid se utilice presupuesto público para financiar los gastos derivados de la educación privada en Madrid. Pero no solo para la educación privada, sino para aquellas familias que cobran más de 100.000 euros al año y llevan a sus hijos a estos centros.

Utiliza los pocos recursos de los que dispone para empoderar aún más a las clases altas

Vivimos en una comunidad autónoma donde, desde hace más de veinte años, se viene haciendo un ejercicio despiadado de desmantelación de los servicios públicos madrileños. No solo en sanidad o en el transporte público, sino también en el plano educativo.

Este año, como ocurrió en el anterior, más de 25.000 jóvenes se han quedado sin plaza para estudiar en la Formación Profesional. Mientras Ayuso sigue bajando los impuestos a los ricos, utiliza los pocos recursos de los que dispone para empoderar aún más a las clases altas de Madrid, mientras los jóvenes nos quedamos sin oportunidades educativas.

Pues bien, el mensaje es claro: frente a estas políticas armaremos un proyecto que devuelva a nuestros servicios públicos los recursos necesarios para reducir la brecha económica existente en Madrid, blindando nuestra sanidad, educación y transporte para evitar que la derecha vuelva a comerciar con nuestro presente y nos limite nuestro futuro.