El Gobierno estudia retrasar el cierre de la térmica de As Pontes por si un eventual corte del gas ruso hace necesario el carbón

Teresa Ribera y Félix Bolaños, en la reunión de este martes en el Congreso.
Teresa Ribera y Félix Bolaños, en la reunión de este martes en el Congreso.
Ministerio de Transición Ecológica y Reto Demográfico.
Teresa Ribera y Félix Bolaños, en la reunión de este martes en el Congreso.

El Gobierno está ultimando su plan de contingencia ante un eventual corte del gas ruso a la UE y dentro de él se plantea la posibilidad de retrasar el cierre de la central térmica de As Pontes (A Coruña), durante un periodo corto de tiempo, quizá durante el invierno para ver qué sucede con Rusia, o más largo, que fuentes de UGT extienden incluso a un periodo de seis años. Horas después, este sindicato desmentía este miércoles que vaya a ser así puesto que todavía se barajan tres escenarios sobre qué hacer con la térmica.

La decisión final no se dará a conocer hasta finales de julio, cuando se termine de perfilar el plan de contingencia, pero el Ministerio de Transición Ecológica ha expuesto al sector este martes las opciones que están sobre la mesa. Dos de las tres posibles supondrían retomar de algún modo la generación de electricidad con carbón, bien para suplir la demanda nacional o, alternativamente, para suministrar electricidad a otros países europeos más expuestos al gas ruso y en los que una interrupción del flujo desde Moscú diera lugar a cortes de electricidad.

Actualmente, solo están activas en España cinco centrales térmicas, que el año pasado no generaron ni el 4% de la electricidad que necesitó el país. Ahora el Gobierno se plantea recurrir de nuevo al carbón una forma que sería preventiva, temporal y que tampoco contribuiría a incrementar de forma amplia el mix energético. Solo se plantea para la central térmica de As Pontes -por ejemplo, la térmica de Los Barrios, Cádiz, también mantiene una actividad mínima-, que tenía fecha de cierre para este mes de julio y en la que ya solo funcionan dos de sus cuatro grupos. Si se decidiera mantenerlos en funcionamiento, esto no sería obstáculo para que los otros dos centros ya inutilizados empezaran a desmantelarse, como se hizo hace meses con la térmica de Andorra (Teruel), que fue dinamitada poco antes de que Rusia invadiera Ucrania.

El Gobierno plasmará su decisión final en el plan de contingencia que prevé tener listo dentro de una semana y que en principio será consecuencia del análisis que la vicepresidenta tercera y ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, pidió a Red Eléctrica Española para saber si el suministro de electricidad sigue garantizado incluso cerrando las centrales térmicas, tal y como estaba previsto.

Del cierre al retraso 'sine die'

Según ha informado Transición Ecológica este martes en una reunión con el sector, de momento todos los escenarios permanecen abiertos, aunque se tiene en cuenta que Bruselas se dispone a levantar la mano en el control de las emisiones de CO2 de los países de la UE, para que puedan recurrir a fuentes de energía tan contaminantes como el carbón con tal de poder suplir el gas ruso si Moscú termina cerrando el grifo de cara al invierno. En este sentido, Greenpeace reconoce como más "probable" el escenario mantener la actividad de forma temporal, algo que espera que sea "coyuntural" y más "cualitativo que cuantitavo", es decir, para tener una red de seguridad más que para activar al máximo el carbón. No obstante, la opción que defiende esta organización ecologista es continuar con el plan de cierre previsto, aunque reconoce que sería extemporáneo que la Comisión Europea abriera la mano para permitir el uso de carbón y que, al mismo tiempo, España siguiera adelante con sus planes de cierre.

El primer escenario que valora el Ministerio es REE concluya que el suministro sigue estando garantizado sin ese 4% de generación eléctrica que aporta el carbón a través de las centrales térmicas y recomiende la clausura de las que quedan.

Las otras dos posibilidades, por el contrario, sí entrañarían mantener la generación con carbón en concreto, de momento, en As Pontes. Según fuentes conocedoras de las posibilidades que baraja el Ministerio, la actividad podría mantenerse "sine die" y "por lo que pueda pasar" si finalmente hay una desconexión del gas ruso que compra la UE.

La otra posibilidad sería que As Pontes siguiera abierta "temporalmente", previsiblemente hasta después del próximo invierno, para saber si un corte de gas ruso provoca el desabastecimiento que se teme en países del centro y este de Europa, por si hubiera que recurrir al carbón, incluso aunque fuera por una cuestión de solidaridad con los Estados miembros con más problemas.

Plan a finales de julio

El informe de REE y la decisión política que se tome con sus conclusiones es uno de los elementos que configurarán el plan de contingencia que aprobará el Consejo de Ministros previsiblemente como tarde en el Consejo de Ministros del 2 de agosto, el último antes del parón durante dos semanas de agosto. 

Beberá del plan que la Comisión Europea aprobará este miércoles, con medidas de ahorro para ciudadanos e industrias, propuestas para que ante un corte del gas ruso los países menos afectados -como España- puedan socorrer a los que más lo estén o límite para que este verano no pongamos el aire acondicionado por debajo de los 25 grados y la calefacción, a un máximo de 19 este invierno. 

El lunes siguiente, 26 de julio, Ribera  y sus homólogos europeos se reunirán para cerrar previsiblemente un acuerdo sobre la respuesta europea a un eventual corte de las exportaciones de gas desde Rusia que en España se materializará en un plan nacional para el que la vicepresidenta tercera ha pedido este martes el apoyo de los partidos del Congreso.

Apoyo de la oposición

Acompañada por el ministro de la Presidencia, Félix Bolaños, Ribera se ha reunido con los portavoces de todos los grupos, excepto de Vox, a los que ha pedido que apoyen el plan del Gobierno y que contribuyan a hacer "pedagogía" de las medidas de ahorro que se recomendarán a la población. Ribera ha pedido discreción a los portavoces, ante los que por otra parte tampoco se ha prodigado en detalles. Pero sí ha expuesto que ante una "situación delicada" como la que se esper si Rusia finalmente corta del todo la llegada de gas, sería conveniente que las medidas para reducir el consumo energético no se conviertan en un elemento más del enfrentamiento político.

La petición de unidad para defender las medidas de ahorro parece que ha calado en los grupos, también en el PP, que las considera razonables aunque también cree que la situación actual es "enmienda absolutamente" la política energética del Gobierno y ha vuelto a pedir a Ribera que contemple todas las tecnologías disponibles, aplazando el cierre de las centrales nucleares, aumentado al máximo la producción de hidráulica y reutilizando no solo As Pontes, sino todas las centrales térmicas que sea posible, incluso haciendo las inversiones que haga falta para ello.

Ronda de contactos

La reunión de este martes se circunscribe dentro de la ronda de contactos que Ribera inició la semana pasada con el sector energético y organizaciones de consumidores para informar, pedir y ayuda y, en su caso, buscar apoyos al plan de contingencia. Según participantes en reuniones previas, uno de los objetivos prioritarios del Gobierno es llegar al otoño con las reservas nacionales de gas natural tan llenas como sea posible para afrontar un periodo que se presenta como "muy preocupante" y en el que, más que problemas de abastecimiento que descarta en España, sí espera unos precios de la energía todavía más elevados que los actuales.

De momento, el primer escollo del riesgo real de que Rusia corte totalmente el gas a la UE parece que va a salvarse, porque este jueves se reanudará el flujo a Alemania a través del gasoducto Nord Stream 1. Operado por la gasista rusa Gazprom, se había suspendido totalmente la semana pasada para proceder a unas reparaciones que durarían 10 días pero llevaron a la UE a contener la respiración ante el riesgo de que Moscú no cumpliera con estos planes y no retomara el envío de gas. Según indican dos fuentes rusas a Reuters este martes, el flujo se retomará este jueves, tal y como estaba previsto.

Por otra parte, el FMI ha publicado este martes tres informes sobre los efectos en la UE de un eventual corte de suministro por parte de Rusia. Apunta que la UE podría suplir hasta un 70% de interrupción con otras fuentes de energía, recurriendo a las importaciones de gas natural licuado y con medidas de ahorro. Un corte total supondría "un shock sin precedentes en la infraestructura de gas natural europea", añade el organismo, que no tendría el mismo impacto en todos los países. España estaría entre los menos afectados, con una caída prevista de un 1% del PIB, frente al 6% que calcula para los más expuestos, República Checa, Hungría y Eslovaquia.

En este escenario, el plan de contingencia que prepara el Gobierno contendrá recomendaciones "en positivo" para la población, para que reduzcan su consumo de energía, por ejemplo, no poniendo tan bajo el aire acondicionado este verano ni tan alta la calefacción el próximo invierno. Ribera plantea una nueva campaña para animar a los hogares a reducir su potencia contratada de electricidad, para que se ajuste a su consumo real y hace meses mencionó también eventuales recomendaciones para reducir la velocidad en carretera.

Por otra parte, Ribera pidió a las empresas eléctricas, gasistas y petroleras que le presenten propuestas sobre sobre ahorro y eficiencia energética, para "acelerar al máximo" la sustitución del gas a través de la electrificación y de "solidaridad con otros países europeos". También dentro de este análisis de la situación, Ribera está en contacto con el gesto de infraestructuras gasistas, Enagás, que es responsable por ejemplo de las seis plantas regasificadoras que operan en España, unas infraestructuras que Bruselas mira como una de las principales bazas para afrontar un corte por gasoducto desde Rusia. 

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