Sevilla ha vuelto a recuperar el debate sobre la implantación de una tasa turística que tendrán que pagar los visitantes que pernocten en alguna de las casi 70.000 plazas hoteleras que hay en la ciudad. Una medida que el actual alcalde, Antonio Muñoz, siempre defendió como concejal de Turismo en el Ayuntamiento y que ahora , ya como regidor, quiere llevar a buen puerto.

Para ello, el PSOE ha registrado una propuesta que se debatirá en el Pleno municipal de la próxima semana. El objetivo de los socialistas es conseguir un acuerdo por unanimidad de todas las formaciones para pedir a la Junta y al Gobierno central, que son quienes tienen las competencias en materia fiscal, que desarrollen el marco legislativo necesario para que los ayuntamientos que lo deseen puedan poner en marcha este impuesto, ya que sin ese marco autonómico o estatal, los consistorios no tienen potestad para establecer esa nueva tasa. 

De esta forma, Sevilla seguirá la estela del Ayuntamiento de Málaga, que el pasado 30 de junio alcanzó un acuerdo plenario por unanimidad en la misma dirección a propuesta de Unidas Podemos, y que fue apoyado por todas las formaciones. 

La implantación de esta tasa, defienden los socialistas, estará sujeta a un proceso de "análisis y debate" con todos los sectores implicados. Muñoz defiende la necesidad de establecer este nuevo impuesto ahora que "se están recuperando las cifras de visitantes previas a la pandemia". Una tasa que, afirma, generará recursos económicos para "inversiones y mejora de servicios públicos", sin que suponga "en ningún caso una reducción de visitantes". 

El pasado año, la ciudad de Sevilla recibió cerca de 1,5 millones de viajeros y se registraron más de 2,8 millones de pernoctaciones, con una estancia media por turista de dos días. Solo entre enero y mayo de este año, la cifra de pernoctaciones se eleva ya a los 2,1 millones. Según las estimaciones municipales, la tasa turística podría reportar a la ciudad unos siete millones de euros anuales.

"Nos están asfixiando"

Por el momento, y hasta que la tasa no sea una realidad, la patronal hotelera prefiere no pronunciarse al considerar el tema "muy delicado". Sí lo hacen desde la Asociación de Viviendas Turísticas y Vacacionales de Andalucía (Apartsur), que hace un par de años, cuando el exalcalde Juan Espadas volvió a poner sobre la mesa el debate, se mostraron favorables. Pero desde entonces, el contexto ha cambiado. "Nos están asfixiando", afirma a 20minutos Daniel Gata, gerente de la asociación, que lamenta que el Ayuntamiento les está aplicando una tasa de basura "extra" y "limitando la actividad" tras la reciente modificación del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) para equiparar este tipo de alojamientos a hoteles, hostales y apartamentos.

Es más, Gata asegura que el Consistorio hispalense sigue cobrándole esa tasa extra a muchas de las personas que durante la pandemia han salido del Registro de Viviendas Turísticas. "De esta forma, no es posible asumir más gastos", continúa Gata, que asegura que el sector "habría entrado a valorar" el nuevo impuesto "si la experiencia" con el Ayuntamiento "hubiera sido otra en los últimos años".

Apoyo de la oposición, pero con matices

Algo menos de oposición parece que encontrará el PSOE en el resto de formaciones políticas, aunque con puntualizaciones. El candidato del PP a la Alcaldía, José Luis Sanz, apoya el cobro de esta tasa, siempre y cuando el sector turístico "esté a favor". Son ellos, afirma, quienes "tienen que decidir si se aplica o no" este tipo de impuesto, "cuánto se debe cobrar, cuál será la fórmula de recaudación y dónde se deben invertir esos beneficios". Para el popular, es "prioritario abrir una vía de diálogo con los hoteleros" y el resto de afectados, por lo que planta la creación de un órgano con todos ellos para tomar una decisión. Para Sanz, el dinero recaudado tendría que destinarse a la "mejora de los servicios turísticos de la ciudad, como más infraestructuras, más puntos de información, policía turística, conservación y señalización".

Desde Ciudadanos apuntan a este medio que "antes de crear debates estériles, con más ruido mediático que efectividad, hay que iniciar un diálogo entre todas las administraciones implicadas para estudiar la posibilidad de modificar esta legislación". Además, consideran "fundamental" que "desde un primer momento se deje claro a qué se va a destinar el dinero recaudado". En este punto, la formación naranja apuesta por reinvertirlo "íntegramente a la mejora y rehabilitación de nuestro patrimonio y no que vaya a una caja común, donde se desvirtúa la propia esencia de esta tasa, porque entonces sería una subida de impuestos enmascarada".

Por su parte, el portavoz de Adelante Sevilla, Daniel González Rojas (IU), considera esta tasa "necesaria para mejorar la financiación de los ayuntamientos" y apuesta por sacarla adelante a través de la modificación de la Ley estatal de Haciendas Locales, de forma que "abarque a todos los ayuntamientos del país". Otro de los condicionantes de la formación es la progresividad de la tasa, "que pague más el que más tiene", ya que "no es lo mismo alojarse en un hostal que en un hotel de cinco estrellas", explica a 20minutos González Rojas, quien apuesta igualmente por incluir a las viviendas turísticas, con "un alto porcentaje de pernoctaciones". Por último, el representante de IU reclama los "mecanismos necesarios para facilitar la recaudación", de forma que el visitante abone en el establecimiento y este sea quien le reporte al ayuntamiento la parte que le corresponde.

También CC OO Sevilla ha respaldado la implantación de una tasa turística que sirva para "reforzar la prestación de servicios públicos o invertir en formación de trabajadores". "Servicios públicos como la limpieza, el transporte o la gestión de residuos son mejorables en muchos barrios, por eso la tasa turística es una oportunidad para que quienes nos visitan y también usan estos servicios durante su estancia contribuyan con Sevilla", asegura el sindicato, que apuesta igualmente por la progresividad. "No nos gustan las tarifas planas en materia fiscal", afirman.

¿Qué hacen otras ciudades?

En España, la tasa turística se cobra solo por ahora en Cataluña y en las Islas Baleares. En Barcelona, concretamente, el precio es entre 1 y 3,5 euros, mientras que en las islas oscila entre 1 y 4 euros al día, en función en ambos casos de la categoría del establecimiento. Además, está en tramitación en la Comunidad Valenciana y País Vasco. 

La tasa turística también está implantada en numerosas ciudades europeas, como París (entre 0,20 y 5 euros); Berlín (el 5% del precio de la habitación); Lisboa (un euro); u Oporto (2 euros).