Una alimentación alta en grasas, jaulas muy pequeñas y bolas de hámster, los errores más comunes que cometemos al tener roedores

Pese a su pequeño tamaño, este roedor emplea una gran parte de la jornada a dormir, llegando a estar de esta manera hasta 20 horas.
Imagen de archivo de un ratón en el campo.
Pixabay/Alexas-Fotos
Pese a su pequeño tamaño, este roedor emplea una gran parte de la jornada a dormir, llegando a estar de esta manera hasta 20 horas.

Hámster, ratones, jerbos, cobayas, roborowskis... Todos estos pequeños roedores son los grandes incomprendidos del mundo de las mascotas. La gente se piensa que, al ser pequeños y no tener una esperanza de vida tan alta como la que podría tener un perro o un gato, son animales fáciles de tener en casa y de los cuales no hay que preocuparse, pero la realidad es la contraria: cada raza tiene sus propios cuidados y hay que conocerlos para no cometer errores que lleven a un desenlace fatal.

De hecho, ¿sabías que los típicos piensos para roedores no son adecuados tal y como se los ofrecemos, o que las famosas bolas de plástico para hámster no son el mejor entretenimiento para ellos? Como dueños, cometemos algunos errores, en la mayoría de las ocasiones por desconocimiento, por ello, hablamos con Pilar González-Iglesias, veterinaria y fundadora de la clínica Exovet, perteneciente a la red de clínicas veterinarias VeterSalud, quién nos cuenta cuáles son los más comunes y por qué debemos dejar de cometerlos.

Una alimentación selectiva y excesiva en grasas

Como acabamos de mencionar, en la alimentación es donde más fácilmente cometemos errores. "Las semillas como las pipas, el maíz o los cacahuetes a los roedores les encanta, pero no son muy buenas para ellos ya que tienen un exceso de grasa", explica la veterinaria especialista en exóticos.

"Son alimentos muy importantes en la época reproductora, pero son innecesarios durante el resto del año por lo que, si mantenemos una dieta con exceso de estos elementos, el colesterol y las grasas subirán por las nubes", detalla González-Iglesias.

Igualmente, el error no lo cometemos solo ofreciéndoles esos piensos comerciales ya preparados, si no el cómo lo hacemos. "Tendemos a sobrealimentarlos y a darles la opción de que elijan qué quieren comer y qué no", cuenta la veterinaria. "En vez de ponerles un montoncito de comida donde ellos puedan elegir solo comer estos alimentos grasos y dejar el resto (que nosotros solemos tirar y volver a rellenar el cuenco), lo ideal es darles una toma diaria para que se lo gestionen durante el día".

"Además, también podemos ofrecerles alimentos frescos como frutas o verduras ya que los roedores no van a dejarlos apartados porque saben que se pudren", aconseja la veterinaria. "Son muy listos".

Jaula y elementos de entretenimiento

En cuanto al espacio, Pilar asegura que "las jaulas comerciales suelen ser muy pequeñas", especialmente para los roedores más inteligentes. "Cuanto más listos son, más espacio y enriquecimiento ambiental necesitan", ejemplifica. "Este es el caso de las ratas, que necesitan muchos estímulos".

"Utilizar arena de gato como sustrato no es bueno porque suelta mucho polvo que puede causarles problemas respiratorios"

Además, ya no solo es una cuestión de tamaño, si no de los elementos que la componen y los materiales de los que está hecha la jaula. "Por ejemplo, las que tienen tubos suelen tener muy mala ventilación y el aire se satura de amoníaco (por la orina) y los animales se pueden intoxicar".  

Otro error común es utilizar arena de gato como sustrato para el suelo y así evitar malos olores. "No es bueno para ellos porque suelta mucho polvo y les causa problemas respiratorios graves, las afecta a la piel y, si se la comen porque se les pegue en algún alimento, es muy agresivo para su sistema digestivo", explica González-Iglesias.

"También tendemos a meterles algodón en la jaula y también es peligroso, ya que se puede hacer hebras que se enrollan en la lengua o en las patas y cortan el riego. Lo mejor es poner pelote (pelo de cabra) o papel higiénico o de cocina (nunca de periódico, ya que la tinta es tóxica)", aconseja.

En cuanto a los elementos de la jaula, también hay que hablar de las ruedas, ya que no todas son apropiadas. "Tienen que ser compactas, no de radios abiertos (de barrotes), ya que se pueden enganchar la patita y llegar a rompérsela", detalla la veterinaria.

Por último, uno de los errores que prácticamente todo el mundo comete cuando tiene hámsteres o ratones en casa es el uso de las bolas de plástico cuando salen de la jaula. "Se usan muchísimo y en realidad son muy malas. Ellos no caminan dentro felices, están intentando salir, la bola se mueve y entonces nos parece que les gusta, pero es bastante estresante para ellos", asegura. "Es mejor sacarles en un sitio cerrado, montar una zona para ellos".

En resumen, la información sobre cada raza y sus cuidados básicos es la base de la que debemos partir si queremos tener cualquier mascota y no cometer este tipo de errores que empeorarán su calidad de vida y que incluso pueden llegar a acortar su vida. 

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