El Gobierno y la Generalitat inician el deshielo tras el caso Pegasus sin acuerdos fijos y sin poner fecha a la reunión Sánchez-Aragonès

Félix Bolaños, ministro de Presidencia, recibe a Laura Vilagrà, consellera de Presidencia de la Generalitat, en Moncloa.
Félix Bolaños, ministro de Presidencia, recibe a Laura Vilagrà, consellera de Presidencia de la Generalitat, en Moncloa.
Borja Puig de la Bellacasa
Félix Bolaños, ministro de Presidencia, recibe a Laura Vilagrà, consellera de Presidencia de la Generalitat, en Moncloa.
Félix Bolaños, ministro de Presidencia, recibe a Laura Vilagrà, consellera de Presidencia de la Generalitat, en Moncloa.
Europa Press

Más de dos meses después de que la Generalitat rompiera la relación política -no así la técnica- con el Gobierno por las escuchas legales realizadas por el Centro Nacional de Inteligencia (CNI) a líderes independentistas, ambas administraciones han comenzado este miércoles una etapa de deshielo de las relaciones en busca "de la estabilidad, los acuerdos y la prosperidad", aunque sin "poder hablar aún de normalización de las relaciones". El reencuentro, no obstante, ha terminado sin acuerdo alguno, más allá del compromiso de cerrar un texto que marque cómo van a ser las conversaciones a futuro. La Mesa de Diálogo entre gobiernos sigue sin fecha, al igual que la reunión entre los presidentes Pedro Sánchez y Pere Aragonès, aunque la intención es que ocurra antes del mes de agosto.

Así se extrae de las declaraciones realizadas por Félix Bolaños, ministro de Presidencia y hombre fuerte de Sánchez en el Ejecutivo, y Laura Vilagrà, consellera de la Presidencia de la Generalitat, tras mantener una reunión que se ha alargado algo más de dos horas en el Palacio de la Moncloa. "Ha sido una reunión cordial, sincera y constructiva", ha lanzado Bolaños desde la sala de prensa del palacio presidencial, el mismo espacio donde denunció que Sánchez y la ministra de Defensa, Margarita Robles, también habían sido espiados con Pegasus, un malware israelí solo vendido a gobiernos.

Este hecho provocó el cese de la ya exdirectora del CNI, Paz Esteban, en lo que propios y extraños vieron como un gesto hacia ERC, que pedía su cabeza para normalizar las relaciones y volver a la mayoría de la investidura. El Gobierno no se quedó ahí, sino que también ordenó al Defensor del Pueblo iniciar una investigación -en la que quedó probado que las escuchas se hicieron bajo orden judicial-, se llevó a cabo un “control interno” en la inteligencia española y se anunció la reforma de la ley de Secretos Oficiales y la que marca la estructura del organismo, ambas iniciativas también sin fecha de cumplimiento.

Pese a todo, todos esos gestos siguen siendo insuficientes para la Generalitat. Y ese es el principal punto de discrepancia entre ambas administraciones y por eso la consellera, que ha comparecido a la misma hora que Bolaños pero desde Blanquerna, sede de la Delegación de Cataluña en Madrid, ha asegurado que "no hay motivos para hablar de descongelación". Eso sí, Vilagrà ha dejado una puerta abierta al declarar que pretenden "restablecer garantías y condiciones nuevas que generen unas condiciones mínimas para retomar contactos" y al esperar "que los resultados se vean en breve".

Así pues, el acuerdo más destacable ha sido el compromiso político de "comenzar a trabajar en un acuerdo que servirá de marco general para el diálogo", pese a que Gobierno y Generalitat ya pactaron una hoja de ruta que marcaba los plazos para que se reuniera la Mesa de Diálogo y que se ha incumplido. La última sesión se celebró en septiembre y terminó con polémica: pactaron la ampliación del aeropuerto de El Prat, aunque el acuerdo fue papel mojado. Según Bolaños, este acuerdo "contendrá los principios y prioridades esenciales que deben presidir las relaciones entre ambos gobiernos y la Mesa de diálogo".

Bolaños y Vilagrà tampoco acordaron una fecha concreta para la reunión que los presidentes pactaron cuando coincidieron en Barcelona por última vez hace más de un mes y medio. La intención es que sea "cuanto antes". Más concretamente, antes de agosto. "Tendrá lugar tan pronto cuando se lo permitan las agendas", ha seguido el ministro de Presidencia, que ha recordado los compromisos que el presidente tiene a corto plazo. Sin ir más lejos, este jueves y este viernes Sánchez acudirá al Consejo Europeo. El sábado celebrará un Consejo de Ministros para aprobar el nuevo decreto para paliar las consecuencias económicas de la guerra en Ucrania. El lunes, otro Consejo. Y el martes comenzará con reuniones bilaterales previas a la Cumbre de la OTAN, que se celebra en Madrid los próximos días 28 y 29 de junio.

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