El Gobierno y la Generalitat vuelven a la senda del diálogo. El ministro de Presidencia, Félix Bolaños, y la consellera del ramo, Laura Vilagrà, mantendrán un encuentro este miércoles en Moncloa, dos meses después de que las comunicaciones políticas entre ambas administraciones se rompieran por las escuchas legales realizadas por el Centro Nacional de Inteligencia (CNI) a independentistas catalanes.

Así lo han avanzado fuentes del Ministerio de Presidencia, que por el momento rechazan hacer más comentarios al respecto. La cita tendrá lugar a las cuatro de la tarde y, después, le seguirá una rueda de prensa de Bolaños, el hombre fuerte del presidente Pedro Sánchez en el Consejo de Ministros. Por su parte, fuentes de la Generalitat han asegurado a la Agència Catalana de Notícies (ANC) que la consellera trasladará al ministro el "listado de agravios" por los "incumplimientos" con lo acordado con Cataluña.

Asimismo, Vilagrà también preguntará a Bolaños cómo prevé el Gobierno recuperar la llamada "mayoría de la investidura", en la que está ERC -el socio mayoritario de la coalición que, junto a Junts, gobierna Cataluña- y que está rota tras Pegasus; cuándo se reunirá la Mesa de Diálogo -desde septiembre no ha habido ninguna nueva convocatoria- y si habrá un encuentro posterior del jefe del Ejecutivo con Pere Aragonès. Ambos pactaron dicho concilio cuando coincidieron en Barcelona a comienzos del mes de mayo, pero la idea terminó congelándose y las dos administraciones han echado balones fuera cuando se les ha preguntado. 

Desde Moncloa señalan que las comunicaciones entre Generalitat y Gobierno no se han interrumpido nunca. Eso sí, a nivel técnico. En lo referido a la relación política, sí ha habido un abismo entre las dos administraciones. De hecho, la última reunión que mantuvieron representantes de ambas instituciones fue hace casi dos meses. El pasado 24 de abril, Bolaños viajó hasta Barcelona para verse con Vilagrà.

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Tras el encuentro, la consellera aseguró que Moncloa no dio "las respuestas que esperaban a la altura de la gravedad de los hechos", en relación con las escuchas. Además, señaló que lo defendido por el ministro fue "insuficiente, vago, inconcreto y de resultados inciertos". 

Así reaccionó al anuncio de Bolaños de realizar "un control interno en el CNI, a petición de este mismo organismo", para analizar las escuchas realizadas bajo autorización judicial a dirigentes independentistas. El ministro de Presidencia también avanzó que se constituiría la Comisión de Secretos Oficiales del Congreso. Este hecho terminó ocurriendo, con la presencia de los independentistas -Gabriel Rufián, por parte de ERC- y allí compareció la entonces directora de los servicios de inteligencia españoles, Paz Esteban, que terminó siendo cesada por el Ejecutivo como un gesto para contentar a ERC.