La lucha final de Juanma Moreno contra los sondeos, la playa, el fantasma de 2012 y Olona

  • "La estrategia es ahora levantar el teléfono", cuentan en el PP, que centrará los esfuerzos en el "diputado extra".
  • El "miedo en el cuerpo" de Moreno por una posible desmovilización le ha llevado a colocar vallas publicitarias.
  • "Juanma no es Ayuso para nuestros votantes", valoran fuentes de Vox. 
Olona, Espadas y Moreno, este lunes en el debate de Canal Sur.
Olona, Espadas y Moreno, este lunes en el debate de Canal Sur.
Julio Muñoz | EFE
Olona, Espadas y Moreno, este lunes en el debate de Canal Sur.
Olona, Espadas y Moreno, este lunes en el debate de Canal Sur.
ATLAS - EFE

"Días de playa hay muchos, pero solo uno para seguir avanzando". La fecha junto a lo que hay que hacer [19 junio | Vota] y la cara y el nombre del candidato más que la gaviota [Juanma Presidente]. Es el contenido de las vallas publicitarias electrónicas, concentradas especialmente en las zonas de playa, con las que el PP andaluz recuerda el compromiso con las urnas del próximo domingo. 

Un día donde se esperan 40 grados y muchos desplazamientos hacia los más de 1.000 kilómetros de litoral andaluz, el último de un puente festivo de Corpus Christi en Sevilla y Granada y la fecha en la que Juanma Moreno luchará contra sus propias expectativas. Algo que ya causa "sensaciones contradictorias", cierto "miedo en el cuerpo", escénico, según reconoció el propio presidente en una entrevista este lunes por los alrededor de 50 escaños que le aventuran los sondeos.

Porque una vez celebrado el debate de este lunes en Canal Sur, la sensación en el PP andaluz es que la campaña ya está hecha. Toca ahora apuntalar los votos, levantar el teléfono de las zonas calientes —"ir a por el diputado extra", apuntan fuentes del PP andaluz— y espantar el fantasma del chasco de Javier Arenas en 2012, cuando los 57 diputados que le brindaban las últimas encuestas de aquel marzo de 2012 se quedaron en 50. Acabó de presidente el socialista José Antonio Griñán y de vicepresidente el candidato de IU, Diego Valderas.

La misma fórmula que invoca la candidata de Vox, Macarena Olona, y que trata de esquivar Moreno. “Después del 19 de junio va a tener mi mano así, tendida. Pero le recuerdo que si tan sólo necesita un voto o una abstención, no va a ser presidente si Vox no está dentro del Gobierno”, amenazó Olona en un debate donde también le preguntó a Moreno si sería su vicepresidente. "Eso es un delirio", contestó el candidato del PP. 

El mensaje de Olona, que a algunos en el PP les sabe a farol en el caso de que se confirmen los buenos augurios electorales, es el mismo que transmiten en privado en el partido de Santiago Abascal. "Si ellos sacan 54 y nosotros sacamos uno, vamos a solicitar entrar en el Gobierno", escenifican sin tapujos. Un contexto que difiere con el concepto de "mayoría suficiente" acuñado por Moreno, según el cual un número de escaños populares superior a la suma de los partidos de izquierdas garantizaría un gobierno en solitario. "Buena suerte", responden irónicos a las pretensiones del candidato del PP fuentes de la dirección de Vox. 

Romper la inercia de Castilla y León

La campaña de Moreno, ideada en torno a su imagen presidencial, conjugada en un marco andaluz y alejada de cualquier contienda ["Señora Olona, usted haga su debate, que yo haré el mío", dijo], no escapa de los tintes nacionales que esconde su tramoya. El viento de cola puede ayudar a allanar el camino de Alberto Núñez Feijóo hacia la Moncloa y suponer una victoria directa frente a Pedro Sánchez.

Porque la obsesión de la nueva dirección del PP es evitar que el pacto con Vox sea la regla general. Que no siente jurisprudencia la veda abierta en Castilla y León, donde los discursos de Juan García-Gallardo se han vuelto demasiado incómodos para una bancada popular que, la mayoría de las veces, no aplaude al vicepresidente. "Aquella negociación fue muy mala, pero Mañueco no pudo hacer nada más porque el partido estaba roto", afirmaba hace pocas semanas a este periódico un miembro de la cúpula de Génova, refiriéndose a la crisis por la que atravesó el PP en febrero y que terminó con Pablo Casado fuera de la presidencia. "Aquel acuerdo no va a ser la tónica habitual", aseguraba.

Moreno, por ello, apela a la victoria de Isabel Díaz Ayuso en la Comunidad de Madrid en mayo de 2021. Pero fue un gobierno, no en vano, configurado antes de que Vox tornara su estrategia y comenzara a aspirar a vicepresidencias y consejerías regionales. "Juanma no es Ayuso para nuestros votantes", valoran desde el partido de Abascal.

Mucho teléfono hasta el domingo

En 2018 pactaron el apoyo externo al gobierno de coalición con Ciudadanos, un partido que lucha por sobrevivir y que "ni de coña", han asegurado en sendas entrevistas este martes Juan Marín e Inés Arrimadas, apoyarían un gobierno de Moreno con Vox. "Se le olvida que es presidente gracias a Vox y me sorprende", recordó Olona al presidente de la Junta en el debate del lunes. 

De aquí al domingo, el PP apurará las llamadas focalizando 25 "zonas calientes", como publicó El Mundo y ha podido corroborar este diario. Localidades de Almería como Adra, Roquetas de Mar o Vera. Zonas industriales gaditanas como Algeciras. Pueblos de Córdoba como Lucena y Montoro. "Hay que subirle un tono al mitin con los nuestros. La estrategia ahora es levantar el teléfono. Tenemos las zonas, tenemos los temas y tenemos el candidato. Ellos buscan la victoria el día después de las urnas, nosotros el día que la ponen". 

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