Con la llegada de las altas temperaturas, son muchos los cambios que se pueden notar a nivel físico, sobre todo, los que tienen que ver con la hidratación. Sin embargo, hay otras afecciones que se intensifican con el calor, como puede ser la hinchazón de los pies. 

Los pies hinchados por el calor es un factor que se repite de forma generalizada en muchas personas durante los meses de verano y, en la mayoría de ocasiones, no se conocen bien las causas que producen esta dolencia. 

Mala circulación sanguínea y edemas

La causa principal por la que se notan los pies y los tobillos hinchados durante los meses de verano tiene que ver con la mala circulación sanguínea, una afección que se conoce como edema periférico.

Concretamente, el edema es un tipo de hinchazón en los tejidos blandos que se debe a la acumulación de líquido, en este caso, en la zona inferior de las piernas (tobillos y pies), como indican desde la Clínica de la Universidad de Navarra (CUN).

Aunque este problema puede surgir por múltiples causas, como puede ser el consumo de algún medicamento, el sobrepeso, los cambios hormonales o una mala dieta, también el calor hace que la hinchazón se pueda producir en las extremidades. 

Concretamente, lo que hace el calor es que los vasos sanguíneos, lo que se conoce como vasodilatación, con el objetivo de mantener estable la temperatura corporal. 

Cuando esta vasodilatación es muy intensa, el torrente sanguíneo o el retorno venoso se dificultan, lo que produce una inflamación a modo de edema, que es precisamente esa hinchazón de pies y tobillos.